Sábado 11.12.2021
/Última actualización 14:51
Uno vé a un tal Gonzalo Sosa en lo más alto de la tabla de goleadores del ya finalizado torneo chileno, con 23 anotaciones en 28 partidos y aventajando a Fernando Zampedri y Joaquín Larrivey, los máximos artilleros de las dos "U" (la Católica, campeón del torneo y la Universidad de Chile) y se pregunta quién es. La sorpresa crece cuando ese tal Gonzalo Sosa es el delantero de un equipo modesto como el Deportes Melipilla, que zafó del descenso. Y sorprende un poquito más todavía cuando la estadística indica que el 60 por ciento de los goles de ese equipo fueron convertidos, precisamente, por Gonzalo Sosa. Pero la admiración más grande se produce cuando se comprueba que ese tal Gonzalo Sosa es de la ciudad de Santa Fe y que, como le pasó a muchos otros, sufrió en carne propia aquéllo de que "nadie es profeta en su tierra". Y mordió el polvo y la bronca de recorrer un largo camino por clubes del ascenso en la Argentina, a veces no cobrando, hasta que se le dio la oportunidad de jugar, por fin, en una primera división. Y no fue en nuestro país, sino que fue en Chile. Hoy, el nombre de Gonzalo Sosa puede seguir sorprendiendo porque hay clubes grandes que preguntan por él, como ocurre con Colo Colo, y hasta quizás la chance de intentar un salto un poco más alto.
Detrás de Sosa hay toda una historia que es digna de ser contada.
-Contános tu historia, Gonzalo...
-Empecé a los 5 años en la escuelita de Escalante con Valenciano, me quedaba cerca de mi casa, porque yo soy de Villa María Selva... De ahí, enseguida, pasé a Unión, soy de la camada de Dieguito Barisone, Nicolás Caprio, Vazzoler... No pude debutar en el club, así que a los 19 años me fui a Buenos Aires, a jugar en la Primera B Metropolitana, después en el Federal A y de allí el salto a Chile.
-¿Ni siquiera a una reserva en Santa Fe?
-No... En ese momento no había reserva, Unión estaba en la B Nacional... Cada tanto entrenábamos con Primera, pero fueron subiendo de a poquito los juveniles... Mirá, cuando me fui, no había subido nadie de mi categoría, que es la '89... Eso recién pasó al año siguiente. Así que tuve que salir a buscar mi propio destino en otro lado.
-¿Tu primer club en Buenos Aires fue Atlanta?
-Sí, fue Atlanta... Una persona de Santa Fe me hizo un contacto para que me pruebe, fuimos una cantidad importante de chicos y el único que quedó fui yo... Ni lo dudé, porque para mí era la gran oportunidad de debutar antes de los 21 años, que era la meta que me había propuesto.
El Litoral Una imagen que recorrió todas las redacciones de diarios y portales chilenos: la de Sosa gritando goles.Una imagen que recorrió todas las redacciones de diarios y portales chilenos: la de Sosa gritando goles. Foto: El Litoral
-En el primer año llegaron varios chicos de Lanús a préstamo, entre ellos Izquierdoz. Después vinieron los Soriano y ahí debuté... Después pasé a Barracas Central...
-¿El club del presidente de Afa?
-Así es... Tapia era el presidente del club y debo reconocerte que fue el club del ascenso en el que mejor estuve, no tanto por lo económico, sino por la organización, los pagos al día... Es difícil cobrar al día en el ascenso, se cobra salteado... En Colegiales estuve tres meses sin cobrar y en Guaraní Antonio Franco también.
-¡Claro!... ¡Por supuesto!... El era muy cercano a los jugadores, muy amigo. Siempre estaba en el club. Si lo necesitabas, ibas a la oficina de él y ahí lo encontrabas... Los jueves hacía asados y los viernes, que concentrábamos, él iba a visitarnos... Después, el día del partido, estaba con nosotros en el vestuario, tomando mate en el vestuario con los utileros... Se quedaba con nosotros hasta que entrábamos a la cancha y después del partido nunca faltaba... Estaba siempre presente "Chiqui"...
-¿Es verdad que jugabas al básquet como tu tío Horacio?
-En Unión hice de todo... Jugué al fútbol, al básquet, hice judo, iba al gimnasio... Me pasaba el día entero en el club.
Gentileza D.R-¿Después de Barracas Central?
-Bueno, dos años en Colegiales, luego Sportivo Italiano, Gimnasia de Concepción del Uruguay, Guaraní Antonio Franco donde cobré dos o tres meses de los seis que estuve, me iba a ir a San Juan y volví a Concepción, metí varios goles (fueron 14 y salió tercero en la tabla de goleadores) y me llamaron de Chile para jugar en la B (Deportes Magallanes)... Le dije a la familia que preparemos las cosas y nos fuimos a Chile en 2017.
-¿Hace mucho que no venís por Santa Fe?
-Hace tres años que no podía volver y más en este último tiempo cuando arrancó la pandemia... Obvio que extraño a Santa Fe, a la familia, a los muchachos de "Toka la banda" que son los amigos del barrio y con los que jugaba los sábados cuando no había fútbol... Mi señora María Florencia es de Santo Tomé y tenemos dos nenas, pero ninguna nació en Santa Fe. María Emilia lo hizo en Concepción del Uruguay y María Pía en Chile, eso te da la pauta de lo que ha sido mi vida.
-¿Qué clase de equipo es Melipilla?
-Un equipo chico, recién ascendido y al que todos nos daban como descendidos. Lo que logramos fue algo histórico, no sólo porque nos salvamos, sino por lo mío... En el 2007 subió a Primera y descendió al toque. Todos decían que nos iba a pasar lo mismo...
-Dentro de todo, a vos te vino bien...
-Obviamente... Imagináte lo difícil que se hizo frente a jugadores de muy buen nivel y que estaban en equipos mucho más importantes...
-¿Sos un centrodelantero de área?
-Intento asociarme bastante al juego y bajo a descargar, porque acá se juega mucho con el 4-3-3 y el "9" no sólo está para marcar sino para generar espacios, así que me gusta bajar, tocar y de ahí me doy vuelto y encaro derecho al área.
Gentileza D.R-Veremos... Me queda un año más de contrato y tengo decidido salir, en el club ya lo saben... Hay opciones de afuera y también de clubes chilenos... Iré en búsqueda de estabilidad para la familia... Tengo 32 años y debo tratar de darle seguridad económica a la familia. Sería buenísimo en uno de los grandes de Chile, y si no, afuera.
-Cuando decís "afuera", ¿sumás a Argentina o lo descartás?
-Sí, casi que a Argentina lo descarto... Lamentablemente, Argentina no compite en lo económico excepto que me llame un club de Primera al que no le pueda decir que no, porque jugar en la Argentina te da un prestigio diferente... Pero la realidad es que hay que ir por otro lado.
-¿Se puede comparar en algún punto tu historia con la de Emiliano Sala, en el sentido de que sos un desconocido para el fútbol argentino y de pronto aparecés goleador en otro país?
-Mirá, uno tiene que buscarse su propio destino... Sé que el caso de Emiliano Sala es bastante parecido en algún aspecto, porque se fue de la Argentina y nadie lo conocía... Yo en Chile estuve peleando con jugadores muy importantes como el caso de Larrivey... La verdad es que no tomo conciencia de lo que hice, porque a esos jugadores con los que competía, los veía por televisión y, de la noche a la mañana, me ví peleando con ellos por ser el goleador del torneo.
Gentileza D.R-¿Pensás que puede llegar a existir la posibilidad de la revancha con Unión?
-El año pasado pensé que la tenía... La quería, la busqué y no salió... En este momento está un poco más difícil, no imposible. Como hincha me encantaría, sería el más feliz entrando a la cancha con la camiseta de Unión y escuchando a la hinchada.
-No sé muy bien, no te podría dar una explicación concreta... Fue antes de que se reanude el fútbol en la pandemia, estaba Martín Zuccarelli de secretario técnico... Hubo una persona que me acercó como nombre al club... Al principio, la cosa parecía que caminaba, pero después no tanto y quedó en la nada... Mi viejo me decía que quería hablar con Azconzábal... "Me voy a Casasol a hablar personalmente con él", me decía... Y yo le contestaba que se quedara en su casa tomando mate (risas).... En fin, son cosas que pasan.
"Calláte, que te robamos las Malvinas"
Allá por agosto de este año, en plena disputa del torneo y cuando Gonzalo Sosa ya empezaba a ser un nombre familiar y conocido en el ambiente del fútbol chileno por la cantidad de goles que estaba conquistando, hizo algunas declaraciones en un momento en el que el arbitraje estaba en el foco de la discusión en el país trasandino.
"Es complicado hablar de los arbitrajes. Primero, partamos de la base de que todos nos podemos equivocar. Nosotros, y ni hablar de los árbitros, que tienen que impartir justicia, con 22 jugadores adentro que les gritan, con la gente del banco de suplentes que también lo hace. Partiendo de ahí, lo que fue tensionando la relación fueron las faltas de respeto de ambos lados. De parte del jugador, como también lo hacen los árbitros. Y, lamentablemente, el que tiene el poder dentro de la cancha es el árbitro... Yo, en el primer año que llegué, un árbitro me ha dicho dentro de la cancha, porque le estaba reclamando un tiro libre, 'cállate vos, que te robamos Las Malvinas'", contó Sosa en una entrevista con La Tercera de Chile.
"Con eso te doy una idea de que la falta de respeto es mutua. Es del jugador al árbitro, pero muchas veces el árbitro, en el afán de que el jugador no le reclame tanto, se pega alguna falta de respeto. Entonces, tenemos que tratar de bajar, primero, los decibeles. La solución es de parte nuestra, bajar los decibeles", añadió el goleador santafesino.
Hizo Gonzalo Sosa en los últimos dos años en Chile. En la B, también jugando para Melipilla en el año del ascenso, convirtió 17. En la A, hizo 23 en 28 partidos y fue el goleador del torneo. Su equipo se salvó del descenso en la última fecha, pero él fue su máxima figura y todo Chile habló de su capacidad de gol.
"Quería tener mi revancha en Unión y el año pasado la busqué, pero no salió"
Delantero de Deportes Melipilla y máximo goleador del torneo chileno de Primera División.