En algún momento, cuando se cerró esta temporada 2022, los datos estadísticos de Unión caminaban para el lado de comparar números. Y muchos, con el papel y lápiz en la mano, titularon: "Munúa, con números iguales que Azconzábal".
Ese famoso salto de calidad que se le pide al fútbol rojiblanco no llegó: eliminado en Copa Argentina y afuera de la Sudamericana en el primer mata-mata. Sigue Munúa pero con correctivos.
En algún momento, cuando se cerró esta temporada 2022, los datos estadísticos de Unión caminaban para el lado de comparar números. Y muchos, con el papel y lápiz en la mano, titularon: "Munúa, con números iguales que Azconzábal".
En realidad, la era Munúa llegó a 62 partidos, de los cuales ganó 21, empató 15 y perdió 26, por lo que el rendimiento apenas superó el 40 por ciento. Para ser exactos, el 41.93.
Por el torneo local de Argentina, su cosecha alcanzó el 35.25 de los puntos. Y, sin dudas, lo peor fue esa foto del final: de los últimos 15 partidos ganó sólo 2; empató 4 y perdió 9. Ese 22.22 muy pobre lo sacó de cualquier sueño copero.
En su momento, el "Vasco" Juan Manuel Azconzábal dirigió al Tate en 39 partidos: 12 victorias, 13 empates y 14 derrotas. Haciendo cuentas, sacó 49 puntos el "Vasco" con una efectividad de 41.88%.
No deja de ser "raro" este Unión modelo 2022, porque nadie puede negar el notable crecimiento profesional de algunos jugadores canteranos. El mejor de todos, Juan Ignacio Nardoni, hoy pretendido por Racing, Puebla de México y equipos de Brasil. Unión "se planta" en 2.5 millones de euros limpios por la mitad de su ficha.
En el segundo escalón, Juan Carlos Portillo y Franco Calderón. Por el misionero, hubo "triple T": tres ofertas de Talleres que fueron rechazadas. Y por el zaguero, de interesantes condiciones pero flojito final, tanto Racing como Vélez lo quieren.
En ese contexto, la aparición de esa zurda de Lucas Esquivel ilusiona. Si puede seguir sumando partidos y minutos, seguramente su agente FIFA (Gustavo Goñi, el mismo que vendió a "Picotón" a la MLS) bajará una oferta imposible de rechazar.
Son, apenas, cuatro ejemplos para graficar la idea: los chicos crecieron, pero el equipo no. El famoso salto de calidad, que la gente pide a gritos, no llegó. Digno lo de la Sudamericana y desperdicio en la Copa Argentina. En el torneo local, regular y punto.
¿Qué le faltó al Tate en este 2022?: le faltó un Mele atrás, un Mele en el medio y un Mele arriba. Así de simple. Las rosas y las espinas para el mismo lado: dirigentes y staff técnico acertaron con el golero revelación con los guantes de Unión. Pero los otros faros que se buscaron (Polenta, Álvez, etc.) no lograron destacarse en casi nada. Conclusión: no ayudaron a crecer a los pibes y mucho menos al equipo.
Gustavo Munúa da la impresión, con lo que cocinó y/o le dieron para cocinar en Santa Fe, que es mejor docente, padre, formador final y "acompañador" que un gran estratega de banco.
El DT terminó desgastado, como el equipo, pero ese plus de los clásicos nunca perdidos y su perfil le abrieron el crédito desde la secretaría técnica para renovar de cara a 2023.
Se queda Munúa en Unión, pero está claro que deberá aplicar correctivos para superarse y dar ese reclamado salto de calidad que los hinchas y socios le piden al presidente Luis Spahn. Se tiene que ayudar el coach y lo tienen que ayudar en este mercado de verano con los refuerzos, algo casi indescifrable por estos últimos días del almanaque 2022 en el Tate.
Es posible que alguno de esos "chicos" que crecieron (Nardoni, Portillo, Calderón, Esquivel) sea transferido. Más por necesidad y obligación que por convicción, pensando en el armado del nuevo Unión 2023.
Se va un año "raro", donde creció parte del capital individual en Unión pero no hubo salto colectivo o grupal. Sin dudas, el gran desafío de Munúa y la dirigencia para la temporada que arrancará el último fin de semana de enero en la Argentina.
El colega Damián Palacio nos dejó en su computadora los números del Tate en el año del Mundial FIFA de Qatar 2022.