“Tuvimos un par de minutos fatales en los cuales nos hicieron dos goles que nos hicieron perder dos puntos importantísimos para nosotros, pero me parece que lo que hay que rescatar es el despliegue que tuvo todo el equipo, creo que corrimos todos, hicimos un desgaste impresionante, se notó que dejamos todo dentro de la cancha y si hay algo que sobresalió fue la actitud que mostramos”, dijo Diego Calgaro después del encuentro del domingo.
Si bien reconoció que las conquistas del pirata cordobés se registraron, en gran medida por responsabilidad del elenco local, el misionero rescató lo que puso el equipo luego del segundo tanto: “Tuvimos un par de minutos de desconcentración y Belgrano nos marcó los dos goles, pero en todo el partido ellos llegaron dos o tres veces nada más. Lo importante es que después nosotros tuvimos la actitud a pesar de tener la gente en contra, a la que entiendo el porqué de su enojo, por suerte pudimos empatar”.
El gol que le dio la igualdad a Unión, mediante una corajeada (¡cuándo no!) del uruguayo Nicolás Correa, logrado en el último de los escasos cuatro minutos que otorgó de descuento el árbitro Guillermo Rietti, fue el premio a la actitud a la que hacía referencia Calgaro. Pero en lo que respecta a la generación de juego, ya sea en lo colectivo como individual, el elenco rojiblanco quedó en deuda.
El doble “5” tatengue explicó la razón: “No quiero decir que los chicos que jugaron no lo hicieron bien, al contrario, dejaron todo en la cancha y cumplieron una gran actuación, pero también hay que decir que faltaron jugadores importantes, y eso pudo haber influido en la calidad de juego”.