Domingo 1.8.2021
/Última actualización 23:20
Un golazo de otro partido del habilidoso Cañete, el "10" típico que Unión le compró a Boca en medio millón de dólares, puso un poco de justicia en el sur del gran Buenos Aires, donde por lejos el equipo rojiblanco jugó el mejor partido de la era del "Vasco" Azconzábal. Cuando el partido se moría y parecía que el Tate se quedaba sin ideas ni piernas, mientras Lanús se cerraba con el 1-0 a favor, una corrida tremenda del "10" formado en Boca, arrancando en su propio campo una contra a toda velocidad, terminó en una obra de arte que pica el boleto para transformarse en "El gol de la fecha" en Argentina.
Fue, en el segundo acto, apertura hacia la izquierda, abriendo el ancho del ataque, devolución al centro de González, recepción del "10" y una belleza de potrero que mezcló de todo un poco: engaño (amagó a abrir la bola a la derecha), picardía y una pegada magistral. Lo mejor, sin dudas, más allá de cómo entró la pelota besando el caño, fue la manera en la cual Cañete pateó: sin recorrido, como si la pelota y su pie derecho fueran la misma cosa.
Con el perdón de la comparación, pero viniendo de Boca, Cañete le pegó "a lo Riquelme", pero evitando abrir el pie y sin tener espacio para el recorrido. Un golón con todas las letras, sin dudas camino al golazo de la fecha en la Argentina. Fue empate, justicia y premio para lo mejor del ciclo Azconzábal en Unión, en el momento que más necesitaba el entrenador una reacción.
Luego del temblor contra el peor Banfield de los últimos tiempos, el entrenador había puesto en campo el mismo esquema en el fondo: tres centrales cerrados, con dos supuestos abre-latas por las bandas: del lado izquierdo, el chico Lucas Esquivel; del lado derecho, Federico Vera. Ante la falta de Ema Brítez, por la roja ante el "Taladro", lo cerró a Corvalán para que integre el tridente con Portillo y Calderón.
¿Qué cambió?: sacó un punta fijo (Cordero) para poner a volar a "Pajarito" Juárez, con lo cual "Juanchón" García quedó como único referente de área en el frente de ataque. Más allá de un mejor funcionamiento del tándem Cañete-Mauro Pittón, lo que quedó claro que dos jugadores "livianitos" por afuera (lo dicho de Esquivel y Vera) le dieron al equipo lo que Blasi-Corvalán no le podían dar jamás (por cuestiones físicas lógicas) contra Banfield.
Ese ordenamiento táctico más lógico (cualquier cosa hubiera sido mejor que lo del otro día contra el "Taladro" en Santa Fe) lo mejoró a Unión: hubo más y mejor control de pelota, la cancha se hizo cancha, la visita aprovechó esos espacios y estaba mejor el equipo del "Vasco". Es más, era lo mejor del Tate en esta parte de la competencia.
Hasta que llegó el quiebre de ese primer tiempo, cuando Portillo no puede controlar un balón "fácil", llega la presión de Sand y termina en un innecesario tiro de esquina. Si ya eso era dar una ventaja inadmisible, peor fue dejar solito al goleador más vigente del fútbol argentino, con casi 150 goles en Lanús y camino a los 300 gritos de su carrera profesional. Nadie se le acercó ni siquiera a Sand adentro del área, luego de una serie de descuidos. Fue un gol increíble, como casi todo lo que le pasa a Unión: nadie fue a buscar la pelota y nadie fue con "Pepe" Sand. No era necesario invocar el alma de Horangel para adivinar el futuro inmediato: gol de Lanús. Hasta ese momento, ni se había aproximado el local al arco de Moyano.
Está claro que si cuando llega no concreta y cuando le llegan una sola vez lo lastiman, es muy complicado poder avanzar para un equipo como este Unión. No sólo en un partido en sí, sino en el complicado inicio de campeonato para el Tate en líneas generales. A la vuelta del gol de Sand, sacudió Cañete desde afuera y respondió de manera espectacular el arquero granate abajo, evitando así Lucas Acosta lo que era el 1 a 1.
Así se fueron al descanso: Lanús disfrutando un 1-0 inmerecido; Unión sufriendo el 0-1 de manera injusta por una distracción imperdonable. Cuando volvieron, el "Vasco" mandó a González por un extraviado Kevin Zenón. A los 13 minutos, apuró el debut de Dylan Gissi en la cueva por un lesionado Portillo y cambió delantero por delantero (perdiendo 1 a 0) al poner a Cordero por García. El problema, claramente, seguía siendo esa distracción que agradeció Sand para marcar la diferencia.
Diez minutos después de la primera ventana de cambios del Tate, a los 23, un cansado y acalambrado "Pajarito" Juárez dejó de volar: el chico Machuca al campo para buscar intensidad y/o cambio de ritmo. Y cuando faltaban 15 para el final, la apuesta de Roldán por un agotado Vera, de buen partido.
Pasaban los minutos y la diferencia entre los dos equipos era el gol. Nada más que el gol, pero fundamentalmente el gol de Sand. Un desborde clarísimo de Vera y una gambeta de Machuca con centro "Deja Vu" Boca parecían extrañar al "Cuqui" Márquez de "9" para terminar alguna de esas llegadas.
Ganaba sin hacer nada Lanús, sólo aprovechando esa distracción que le dejó a Sand el gol servido en bandeja abajo del arco de Moyano. Cuando parecía que otra vez Unión se quedaba sin nada (venía de dos derrotas al hilo), la justicia en el sur del gran Buenos Aires llegó en forma de golazo gracias a una genialidad de Cañete, de lo mejor de Unión junto a Mauro Pittón en la zona de medios.
En el contexto de un arranque complicado (apenas 2 puntos de 12), la igualdad ante Lanús tiene mucho más sustento anímico y futbolístico que matemático pensando a futuro. Para que sea un buen punto de partida, deberá intentar dejar en casa los tres puntos que pondrá en juego dentro de una semana contra San Lorenzo en el 15 de Abril.