Los dos guerreros más poderosos son la paciencia y el tiempo" (León Tolstoi)
Jugó en los dos, pero su historia está mucho más arraigada con Unión. Estuvo en los ascensos del 89 y el 96 y los compara. Dice que hay que sacarse el sombrero con Scaloni y se declara Maradoniano y de haber estado siempre del lado de los débiles, aunque eso le haya costado demasiado.
Los dos guerreros más poderosos son la paciencia y el tiempo" (León Tolstoi)
Reflexiona y trata de medir cada palabra. Hay cosas que ser las guarda, otras que fluyen y las manifiesta tan abiertamente como antes y otras que prefiere olvidar. Ha pasado muchísima agua debajo del puente de Carlos Trullet. Ha sido -es- un luchador del fútbol, un guerrero. Y cumplió fielmente aquello de trasladar lo que fue, adentro de la cancha y como jugador, a la vida: sacrificio, despliegue, voluntad y capacidad para no bajar nunca los brazos.
-¿Te imaginabas, cuando eras niño, que ibas a ser jugador de fútbol profesional?
-En parte, sí. A los 6 años, cuando hacíamos los arcos con pedazos de ladrillo en las calles de El Trébol, yo era arquero. Un día me tiré y me golpeé la cabeza... Allí, el arquero dejó paso al volante central (risas)... A los 15 años ya jugaba en la primera de Trebolense y en el 66 me fui a Estudiantes de La Plata, con 16 años. Jugué cinco años allí... Me fui siendo hincha de Boca y al mes de estar en La Plata, me hice fanático de Estudiantes... Ahí entendí la reacción de los hinchas, porque yo lo era... Después, me hice hincha de los clubes en los que jugué... Y más en Unión, donde estuve vinculado seis veces en más de 14 años...
-Pero tu llegada a Santa Fe fue para jugar en Colón...
-El Vasco Urriolabeitia armó una revolución en Colón... Si no me equivoco, en el 74 éramos 17 jugadores en Colón nacidos en Estudiantes... Yo llegué en el 71, pero otros fueron viniendo después... Zuccarelli, Spadaro, Baley, Coscia, Aguilar, Sacconi, Mario Rodríguez, Augier, Romano, yo...
-¡Cococho Alvarez!...
-Cococho fue el "sumun" de los jugadores de fútbol...
-Y enseguida, Unión...
-Yo me fui a jugar el Nacional del 74 a Villa Regina y cuando volví, arreglé con Corral y Baldi... Lo lindo fue que luego llegó el Toto Lorenzo y los dirigentes le dijeron que estaba yo. Entonces, el Toto dijo: "Y bueno, si es un compromiso de ustedes, déjenlo"... A mí no me trajo el Toto, pero yo fui siempre un tipo de no bajar nunca los brazos... Hasta que un día, en la segunda fecha de la segunda rueda del Metro del 75, contra Chacarita, lo pone a Suñé de 2 y a mí de 5 y en el segundo tiempo nos cambia y Suñé la rompe de 5. Ganamos con un gol de Cocco en el final y yo le mostré algunas virtudes de 2 y me dejó ahí... El Toto dijo luego que si me descubría antes de 2, éramos campeones.
-¿De Zubeldía y Lorenzo sacaste los mejores conocimientos?
-La influencia mayor fue del Toto... Con Zubeldía lo viví más como hincha, porque en el plantel estuve en los últimos seis meses y cerca de viajar a jugar la final del mundo con el Feyenoord... Tenía un esguince de tobillo, entrenaba a fondo para ir y eso me repercutió en la parte muscular y no pude viajar... ¡Me quería volver a mi pueblo de la bronca y la frustración!... Ahí le jugué una pequeña "mala pasada" a Estudiantes, le saqué el pase libre y al poco tiempo me llamó el Vasco y arranqué en Colón... El Vasco tuvo su incidencia en mí por su disciplina, su manera de conducir... También tuve a Ferreiro y a Silvero, otros grandes técnicos.
-¿Te costó pasar de Colón a Unión?
-No lo sentí... Es que a mí, en Colón, me gana el puesto Zimmermann... Yo había sido titular, capitán y hasta hice muchos goles jugando de 5, pero en ese tiempo había bajado un poco el rendimiento... Hubo comentarios cuando pasé a Unión, pero yo nunca hablé mal de Colón, porque fue el club que me dio de comer, me dio el primer departamento y no le voy a morder la mano al que hizo eso...
-¿Cómo te llevabas con los dirigentes?
-Con Salerno y Marcolín, bien... A ver, mi problema con los dirigentes es por un déficit comunicacional... Yo siempre traté de solucionar los problemas solo y por eso digo que me faltó manejo, porque a los dirigentes les gusta que vayas a contarles cosas... Quedé en buena relación con muchos... Con el presidente de Boca Unidos me escribo a menudo, cada vez que nos vemos nos largamos a llorar por el ascenso que perdimos...
-Llevás décadas dirigiendo, ¿cuál es el sistema táctico que más te gustó?
-Me gusta la flexibilidad y que el jugador maneje conceptos... A propósito, debo confesar que no festejé mucho el ascenso de Unión en el 96...
-¡Epa...! ¿Por qué?
-Porque se me cuestionaba mucho, que jugábamos con línea de 3 atrás y que ponía un solo delantero... Y resulta que fuimos el equipo menos goleado y el más goleador... Le gané a varios... Entre ellos a ustedes...
-¿¡Sos eh!?... No podés con tu genio, se veía venir un "palito"...
(Risas) -Tomalo entre comillas a esto que dije... Mirá, yo fui el primer técnico en imponer la línea de tres en el 91, después de Bilardo, junto con Aimar, que dirigía a Boca... Y a Tito Tomé lo puse de stopper. Una noche, le tocó marcar al Rata Rodríguez, que estaba en Boca... El Rata se tiraba a la mitad de la cancha y se la ponían larga para que corriera... ¡Pobre Tito...! (risas). Ese era el equipo del Maestro Tabárez, con Latorre y Batistuta... Si tenés la posibilidad económica, podés armar un esquema definido. Pero cuando llegás a un club para reemplazar a alguien, tenés que adecuarte a lo que tenés... Por eso te decía que soy flexible.
-Vamos al Unión del ascenso del '96. ¿Preparaste ese equipo para liquidar los partidos en los primeros 30 minutos?
-Sería poco inteligente de mi parte si te contesto que eso salió solo... La ventaja de ese equipo fue que tuvo 5 jugadores de 19 años, con los que ascendimos, que yo los había tenido unos años atrás cuando fui coordinador en el 93... Acertamos en la incorporación de Bezombe, en la posición de Clotet, con Lautaro que aprovechó su momento...
-Pero el equipo se fue armando a partir del fracaso de algunos jugadores como Marchi, Amodeo, D'Ascanio...
-Lamentablemente fueron jugadores que buscamos para que nos aporten experiencia, que necesitábamos, y no anduvieron... Pero ahí fuimos a buscar a Castro y a Marzo, a mitad de torneo, y eso fue clave. Con Cabrol y Garate teníamos control de pelota y luego había cambio de ritmo con los de arriba... Volviendo a tu pregunta, es verdad, en el primer tiempo los definíamos a los partidos y ganábamos en tranquilidad al final.
-Fue de película todo aquello... Un club que no tenía jugadores, ni gas, ni agua, ni luz ni dirigentes...
-Mirá, yo nunca me olvido de la despedida contra Central Córdoba en Rosario, habíamos perdido tres partidos seguidos y la gente nos despidió con pañuelos al viento... Las primeras prácticas fueron en la costanera porque en el club no teníamos agua, gas, nada... No había comisión directiva, sino que estaba el síndico... Y me acuerdo que el Negro Vergara, Miguel Dallermi, Frutos, Rodríguez habían estado conmigo en el fútbol amateur... En ese tiempo, antes de agarrar el equipo, con los chicos íbamos media hora antes del entrenamiento a sacar las piedras de la cancha auxiliar para que no se rompieran las piernas si se caían... Una vez, en Talleres de Escalada, jugamos un preliminar con esos pibes que luego nos dieron el ascenso y nos tuvimos que cambiar en un rincón, a 50 metros del vestuario porque no querían que nos mezclemos con la primera... Y así nació ese grupo en el marco de un club que venía de un proceso de desgaste...
-Y así nació también una de tus frases de cabecera, que Unión te buscó en los momentos difíciles...
-Mirá, yo tengo satisfacciones de la gente de Unión que me conmueven, mensajes para mi cumpleaños, saludos... Es cierto que siempre vine a Unión en momentos difíciles, porque cuando había plata en el bolsillo se buscaba a gente de afuera, algo que no pasó nunca conmigo... Lo que me pasó a mí, también ocurrió con Kudelka, con Oyeras... Siempre se acudió a los de la casa, a los del barrio como me gustaba decir, cuando había crisis... Pero de Unión he tenido gratificaciones que me hacen feliz a mí y a mi familia
-Te sentís reconocido...
-Claro, porque siempre me dieron chances de volver, como cuando armamos el equipo que luego pierde el ascenso con los jujeños, cuando lo traje a la Chancha Zárate... Yo me tuve que ir porque fui víctima de una alianza política... Pero la gente de Unión me hace sentir muy feliz
-¿Te sentiste alguna vez traicionado por algo o alguien?
-... En el 92 dije a una revista que iba a dirigir a todos los clubes en los que jugué y yo no sé si por hacerme quedar mejor o por darme una mano, pusieron que dije que iba a dirigir a Colón que era el club de mis amores... Eso no me lo perdonaron ni tampoco me creyeron que nunca lo había dicho... Repartieron volantes en mi contra en pleno octogonal para ascender... Es cierto que Colón fue uno de los clubes en los que jugué y yo dije que quería dirigir a esos clubes, pero nunca dije que era el club de mis amores... Pero de verdad que nunca me sentí traicionado.
-¿Con qué ascenso te quedás?, ¿con el del 89 siendo técnico alterno del Flaco Zuccarelli o el del 96?
-¡El del 96, cuando fui protagonista!... Pero lo festejé con bronca porque fue un año de muchas discrepancias y porque, de la nada, arrancamos con un plantel de 10 pesos que a fin de año valía 3 millones y medio de dólares... En el 89 fue con el Flaco Zuccarelli, pero en los partidos yo iba a la tribuna y bajaba en el entretiempo y era para decir cosas cortitas, no había mucho tiempo... Igual, tengo algún acierto en las decisiones.
-Sacáme de una duda: ¿la decisión de ponerlo a Carlos González de 8 fue tuya?
(Risas) -A Carlitos lo conocía de Entre Ríos, él jugaba de 9 y a veces insistía en que tenía que jugar de 8... ¡Y la rompió!... Nos costó arrancar en ese torneo. Y la llegada de Madelón potenció a ese equipo, que ganó un ascenso espectacular para el hincha.
-Si hace 20 años te decía que íbamos a ser campeones del mundo con un DT que nunca había dirigido, seguramente me hubieses tildado de loco o algo por el estilo...
-Yo siempre dije que era razonable discutirlo a Scaloni... El participaba del cuerpo técnico de Sampaoli, se quedó cuando todos se fueron y salió a dirigir... ¡Hasta Basile dijo que lo cuestionó y que ahora se saca el sombrero!... ¡Todos nos sacamos el sombrero con Scaloni!... Formó un gran cuerpo técnico, sobre todo Aimar... Ahora, ¿te diste cuenta qué pasito corto hay de la gloria al fracaso?... Higuaín y Palacio fueron muy cuestionados y castigados por perder la final del 2014 y en esta pudimos haber quedado afuera en la última jugada... Ah, no me gustó para nada lo de De Paul, estuvo muy desubicado... No se pueden hacer comparaciones entre los tres campeones, me cayeron mal, fueron desafortunadas.
-No te digo Irán o Australia, pero si Maradona jugaba para una potencia en el 86 o Messi ahora, ¿esos equipos habrían sido campeones?
-Messi es un plus para cualquier selección, siempre que sea competitiva... Messi es extraordinario pero confieso que algunas veces me ha fastidiado... A mi generación nos gusta Maradona, porque lloraba, se peleaba, se golpeaba el pecho, defendía como ninguno a Argentina... Messi es distinto.. No arruga nunca, no se lesiona nunca, quiso venir siempre, se encontró con una madurez para asumir el liderazgo y consiguió todo y tuvo lo que se merecía un jugador de su nivel... ¡Pero yo soy maradoniano!... Se peleó con los poderosos... Y a mí me gustan los que defienden a los débiles...
-¿Por qué ex jugadores como Telch, Bochini o Maradona, que sabían todo adentro de la cancha, fracasaron como entrenadores?
-Porque el técnico necesita manejar cinco o seis cosas, como manejo de grupo, relación con la prensa, con los dirigentes y, sobre todo, la elección de los jugadores... Si pudiste lograr eso, tenés parte de éxito logrado... Mirá, yo lo llevé a Guerra de Brown de Arrecifes a Atlético Tucumán, venía de hacer 18 goles y en Tucumán me mataron porque no hizo ninguno... Alfredo Di Stéfano decía que los jugadores son racheros y tenía razón...
-¿Es cierto el concepto de que hay equipos que se "acostumbran" a ganar y otros a perder?
-A veces te pasa que mirás a quién darle la pelota, te pega en el tobillo y queda ahí... Y a veces mirás la pelota fijamente, ponés el pie y te pasa por abajo... Puede pasar... Tiene que ver con las rachas... Hay un 15 por ciento de azar en el fútbol, ¿o no?... Si la pelota del final en Instituto, en lugar de pegar en el travesaño, entraba, no existíamos... Si no aparecía la atajada de Dibu, tampoco... Que la suerte se asocia a la capacidad, es cierto, pero prevalece... Este es uno de los poquitos deportes que se juega con los pies, que es la parte más insensible del cuerpo humano...
-Llevás casi 60 años en el fútbol, ¿hasta cuándo?
_Hace poco leí que "la muerte me encuentre viviendo", porque muchos se mueren antes de que llegue la misma muerte... Y si es posible, que sea adentro de un campo de juego... Me gusta el deporte, la adrenalina, me gusta estar, me gusta competir... Hoy estoy en la coordinación de un club de barrio y lo hago con ganas...
-Hace poco dijiste que te gustaría ser "captador de talentos"...
-A los jugadores los fabricás o los tenés que sacar de alguna categoría intermedia... Fijáte el caso de Enzo Fernández, River lo prestó a Defensa y Justicia porque no tenía lugar para él y hoy vale 120 millones de euros... A veces quedan los de 8 o 9 puntos y queda libre uno de 7, pero capaz que no terminó de madurar y puede ser de más puntaje... El ejemplo claro es Luque, que explotó a los 26 o 27 años... Los clubes debieran tener dos o tres personas con funciones de captador... Yo se lo propuse a Atlético de Rafaela hace varios años...
-Fuiste jugador de fútbol, entrenador, coordinador, levantaste paredes, albañil, pintor, tuviste negocio de ropa, compraste un campo, tuviste un camión, ¿quién es Carlos Trullet?
-Alguien que vivió con humildad, con mucha honestidad y que siempre se puso del lado de los débiles...