Unión aprovechó bien su mejor momento -lo mismo pasó con Colón en el cierre del primer tiempo- para igualar el partido como justo premio para su mayor ambición en el segundo tiempo. Ese fue el gran acierto de Azconzábal, cuando decidió dos cambios en el arranque de la parte complementaria que le dieron mayor peligrosidad al equipo. Pero Acevedo (7) terminó siendo lo mejor de Unión, coincidiendo también su gravitación con el mejor pasaje del equipo en el inicio del segundo tiempo. Se hizo dueño del mediocampo e incluso no sólo aportó contención sino que fue el jugador más claro con la pelota en los pies. Fue decisivo en el armado de la jugada del penal. Y terminó saliendo visiblemente dolorido de una de sus piernas, en la típica actitud del jugador acalambrado.
En ese arranque del segundo tiempo se destacó otro jugador que cambió la imagen del equipo: Gastón González (6). Se ubicó por el costado izquierdo y aprovechó las espaldas de Meza. Por allí, Unión empezó a encontrar espacios y facilidades para el desborde. Insaurralde (5) hizo lo mismo por derecha, aunque cuando entró Andereggen (5), se fue de ese sector y se ubicó por izquierda, encimándose con González. Ya por ese entonces, el intento de Azconzábal quedó en claro, poniendo todo lo que tenía a disposición para tratar de ganar cómo sea el partido.
Moyano (5) no tuvo demasiado trabajo, mostró seguridad en el juego aéreo, aplomo y no tuvo nada que hacer en la jugada del gol, cuando Delgado recibió solo y habilitado por Vera, para colocar la pelota a un costado del arquero tatengue. Vera (5) tuvo algunos problemas en la parte final, cuando entró Piovi y se sumó a Escobar para desbordar por su sector, pero aportó algo en gestión ofensiva con sus subidas permanentes. Calderón (6) mostró solidez y eficacia para la marca, más allá de que en una jugada anterior al gol de Colón, perdió la marca de Bianchi en una jugada de pelota quieta. Portillo (6) fue otro de los que mostró seguridad y tranquilidad en un partido de mucha presión pero que no pareció sentirla, ganando varias veces el mano a mano con un Farías que no complicó, mientras que Corvalán (5) completó el sector defensivo volcado por el costado izquierdo y aportando experiencia y solvencia para la marca, sin errores groseros.
En la mitad de la cancha, lo ya dicho de Acevedo, por momentos con buena compañía por parte de Cañete (5), que corrió mucho, trató siempre de estar bien ubicado y de colaborar en el armado del juego, aunque tardó mucho en armarse el partido, algo que recién se observó en la parte final del primer tiempo, justamente en el momento en el que Colón aprovechó su mayor peligrosidad para ponerse en ventaja. Lo más flojito del equipo se vio por el lado de Peñailillo (4), quien debió cumplir con una función táctica que desempeñó bien (cuidar la subida de Meza), pero le faltó lo otro, el aporte ofensivo. Recién apareció en el final para colocar un par de centros que no llevaron peligro. Sin dudas que a esto lo vio Azconzábal y más allá de la necesidad de salir a "jugarse" un poco más en el complemento, ordenó su salida por el escaso aporte del chileno.
Quedan para el análisis la poca gravitación de Zenón (4), recostado por derecha y con escasa participación en el juego; la incidencia que tuvo Comas (5) se notó más en el segundo tiempo, sobre todo cuando Castro le comete la infracción que desembocó en el penal que convirtió García y le dio el 1 a 1 definitivo al partido y la generosidad en el despliegue incesante de García (5), corriendo a todos y a veces en soledad; tuvo algunas posibilidades adentro del área pero no lo suficientemente claras para que pueda definir.
Cuando se lesionó Acevedo, el técnico optó por poner a otro jugador de características similares y por eso mandó a la cancha a Mauro Pittón (5) y por más esfuerzo y empeño que le haya puesto, no se pudo disimular en esa parte final la ausencia de un jugador claro e importante como el "Chaco" (¿habrá jugado su último partido con la camiseta de Unión?). El último en entrar, ya en la parte final del partido, fue Marco Borgnino, con muy pocos minutos y tratando de recostarse por derecha para enganchar hacia adentro y que le quede la posibilidad del centro o del remate al arco, aprovechando su perfil zurdo.
Unión jugó un primer tiempo sin muchas luces, sólido en defensa durante casi 40 minutos y dando ventajas (otra vez en las jugadas de pelota quieta) en la parte final de esa etapa. Después, en el segundo tiempo mejoró a partir de las decisiones del entrenador, arrancó bastante bien, aprovechó su buen momento inicial, capitalizó la inacción de Colón en esa parte inicial y luego tuvo algunos contratiempos, sobre todo con la peligrosidad que el local mostró por el sector izquierdo de su ataque y que casi le trae un dolor de cabeza a Moyano.
Las 25 mejores fotos que dejó el clásico Colón vs. Unión