Jugó en Unión en dos períodos. Fue dirigido por Maradona en Mandiyú
Luis Cetraro / Archivo
18:37
Cordobés de pura cepa. Gracioso. Agradable. Muy buen cabeceador, llegó a Unión con apenas 19 años "descubierto" por Alberto Violi para integrar el equipo que ascendió en 1989. Alternaba, pero cada vez que entraba se hacía notar. Y así, a fuerza de potencia, coraje y goles, supo ganarse un lugar en el corazón de la gente.
Dante Fernández falleció este miércoles en nuestra ciudad luego de pelear contra una cruel enfermedad a la que le dio batalla, como solía hacerlo con aquéllos defensores que muchas veces se veían desbordados por este delantero encarador y goleador que paseó su fútbol por otros equipos, como Quilmes y Mandiyú, cuando fue dirigido por Diego Maradona allá por la década del 90 y antes de que Diego retorne al campo de juego para ponerse la azul y oro de Boca.
Dante retornó a Unión y jugó en aquél equipo que sufrió una dura agresión en La Tatenguita.
Hizo grandes amistades en Unión y también supo hacerse querer por la gente de Colón. Sus chistes y anécdotas seguirán siendo un recuerdo permanente para este cordobés al que le quedó la tonada, pero que desde su llegada a Santa Fe supo que en esta ciudad estaba su lugar en el mundo.
La despedida del Potro Echaniz
Gustavo Echaniz fue uno de los compañeros que tuvo Dante Fernández en Unión. Ambos llegaron para la campaña que terminó con el ascenso en el ‘89 y se disputaban el puesto, más allá de que en muchas ocasiones compartieron el equipo titular, ya sea por la ausencia de Pepe Castro, como pasó en la segunda final al estar expulsado, o porque Zuccarelli los ponía a los tres.
“Si uno empieza a recordar anécdotas y viajes no termina más. Fuiste de esos amigos que se recuerdan SIEMPRE, ese tonito cordobés, el fernet y la coca, las concentraciones y los viajes, las ganas de vivir, puta si tuviste ganas ‘guacho’. No le fue fácil vencerte, le diste pelea como en la cancha, como en la vida. Te voy a recordar con todo mi corazón y fijate el festín que se hace Dios hoy arriba… Centro de Graciani y gol del Búfalo. Nuestro grupo de whatsapp se llama desde ahora en adelante ‘Dante Gol 89’. Andá, gritalo bien fuerte a los goles que el hincha TATENGUE los quiere oír. No te canses ‘Papá’, gritalos que estás en la historia del Club. Chau hermano, cuando me tome un fernet voy a mirar al cielo y te voy a decir ‘Gracias Dante por todo’. Te quiero Hermano”.
La anécdota del Pepe Castro
José Antonio Castro contó una linda anécdota de la que fue ocasionalmente protagonista y que tiene que ver con el tradicional número 7 que el Pepe utilizó, en Unión y en toda su carrera. “Jugábamos el partido de ida con Deportivo Italiano por los cuartos de final. Yo no pude jugar ese partido pero obviamente fui a la cancha. En la platea me senté al lado de alguien, muy importante, y le dije: ‘Síganlo al 7’. En ese momento, se usaba la numeración corrida del 1 al 11 y no es como ahora que cada uno tiene su número y se lo respeta, ya sea que juegue como titular o vaya al banco o se quede afuera. Yo era el 7, si jugaba. Si no, la camiseta la usaba otro. Ese día la usó Dante y anduvo muy bien. Al partido siguiente, en la revancha, yo volvía a la titularidad. Y él iba a jugar también. Entonces, me pidió usar la 7. Le dije que sí, que no tenía problemas. Pero el Flaco Zuccarelli se negaba, seguramente por eso de las cábalas y esas cuestiones de las que yo tanto he renegado en mi vida porque no estoy para nada de acuerdo. Dante le pidió la 7 y el Flaco le dijo que no. Entonces fui y lo hablé al Flaco y le dije que no sea así, que lo deje al pibe usar esa camiseta, que yo me ponía cualquier otra… Me golpeó mucho esta noticia. Ese pibe era muy bueno, le hacía muy bien al grupo y, lo que es mejor, siempre abría la oreja y escuchaba. Todo lo que le decíamos, él lo escuchaba y lo procesaba. Por condiciones, pudo haber llegado muchísimo más alto en su carrera”.