Domingo 20.10.2019
/Última actualización 22:21
Leo Madelón adoptó en todo momento un perfil bajo frente a semejante presencia de Maradona. Cuando Diego entró a la cancha, no lo fue a saludar. Es que Unión le había preparado una serie de regalos (varios dirigentes con el síndico Jorge Molina a la cabeza se lo entregaron, entre ellos una camiseta de Unión y una pelota de tiento) y, como siempre ocurre, el ingreso de Maradona iba a estar teñido de esa particular atracción a la que se ha tenido que acostumbrar desde tiempos remotos, casi desde el mismo momento que le tocó debutar, justamente un 20 de octubre como ayer, pero de 1976. Antes del partido, junto con la mascota de Gimnasia (obviamente, un lobo), ingresó alguien con la cara gigante del Maradona actual, al estilo de la usanza de los carnavales brasileños. El estadio explotó e inexorablemente todos siguieron a ese “Maradona caretón” que antecedió el ingreso de Gimnasia y del propio Diego al campo de juego.
Luego, Madelón reconoció que saludó a Maradona en el vestuario y que no quiso hacerlo precisamente en el propio terreno de juego. “Es la primera vez que estoy frente a él”, reconoció el técnico rojiblanco, que no tiene muchos menos años que Maradona, quien está próximo a cumplir 59 (Madelón tiene 56), pero que cuando debutó en Primera, ya Diego estaba dando sus exitosos pasos en el fútbol europeo.
De entrada, Madelón explicó la estrategia: “Nosotros sabíamos que con el correr de los minutos y por la situación que viven, ellos se iban a poner nerviosos y se iban a apresurar. Se notaba el nerviosismo en la cancha. A eso, Unión le opuso tranquilidad y corazón”.
Después, el técnico tatengue dejó frases para explicar el momento y la victoria del equipo:
“No cometimos infracciones en la puerta del área porque sabíamos que Ayala le pega muy bien a la pelota. También estuvimos concentrados en el juego aéreo y no descuidamos nunca el orden”.
“No hay que creérsela, estamos mejorando y tenemos que seguir en este camino del esfuerzo”.
“En el segundo tiempo pudimos robarle la pelota a Gimnasia, mejoró un poco Carabajal que no había estado bien en el primer tiempo, armamos juego por izquierda y tratamos de seguir sorprendiendo por derecha con Martínez y Bonifacio.
“Seguimos en un camino de conocimiento mutuo. Ellos me están conociendo a mí y yo estoy conociendo a ellos, viendo cómo es su profesionalismo, sus características y tratando de exprimirlos al máximo. Tenemos que mantener esto. Nos está faltando más juego de los volantes, eso es una realidad. Con ello, seguramente lograremos un poco más de profundidad”.
“A Maradona le tendré amor eterno de por vida. A los jugadores les dije que no se distraigan, que no piensen que es él quien dirige al rival. Cuando lo saludé en el vestuario sentí una emoción muy grande”.
“Perdimos algunas cosas que teníamos muy incorporadas con los otros jugadores que ya no están. Había más dinámica en la zona de volantes, pero teníamos que provocar el cambio y hay cosas que ya están empezando a aparecer de a poquito”.
“En el momento en el que el equipo estaba mal, la defensa estaba bien. No hicimos un buen partido en lo futbolístico, pero tuvimos las situaciones más claras y creo que fuimos más compactos que ellos, por eso me parece que ganamos bien. La seguridad defensiva fue nuestro gran fuerte”.
Por su pasado como entrenador de Gimnasia (tiene en su haber una agónica e increíble salvación del descenso ante Atlético de Rafaela en una Promoción), Madelón fue saludado no sólo por los hinchas de Gimnasia sino que se acercaron muchos que estuvieron trabajando con él en ese tiempo.
A manera de chanza, Madelón confesó que antes del partido, en ese encuentro con Maradona en el que le manifestó su admiración, le preguntó en tono de broma pero con “seriedad”: “Dónde jugaste vos?”, a lo que Maradona contestó con una sonrisa y un fuerte abrazo.
Además, Unión no quiso dejar pasar la oportunidad y le brindó una serie de regalos cuya entrega se hizo efectiva en el propio campo de juego, antes del partido, de manos de los dirigentes que viajaron a La Plata.