"Hubiese sido fácil mirarlo en mi casa y asumir el lunes, pero no quise"
El Kily González habló de un “vestuario golpeado” luego de la derrota ante Atlético, de que para Unión son todas finales y que con él, “hay que ponerse el overol”.
"Hubiese sido fácil mirarlo en mi casa y asumir el lunes, pero no quise"
La noche tucumana no daba lugar a respiros y deparaba sorpresas. Al mismo tiempo que el Kily González hablaba sin poner excusas, en el vestuario local se producía una noticia que a muchos dejaba con la boca abierta por el contexto en el que se producía: Lucas Pusineri le anunciaba a sus jugadores que dejaba de ser el entrenador de Atlético Tucumán, pese a que su equipo había ganado y la gente se fue de la cancha festejando.
El Kily no anduvo con muchas vueltas a la hora de hablar. Calificó de “chato” al partido, dio a entender que no salió lo que se planificó, que el rival propuso un partido de mucha lucha para el que su plantel tendrá que prepararse y de entrada nomás dijo que, para él, lo más cómodo hubiese sido no asumir la responsabilidad en este partido y con apenas dos entrenamientos, pero no quiso esquivarle a la situación.
“Sé que no es normal, que lo mío es una situación no común, pero la debí afrontar. Para mí hubiese sido fácil mirar el partido desde mi casa y asumir la semana que viene. Los jugadores venían bien en lo mental, en lo físico y el partido fue intenso. Creo que fue chato, con pocas situaciones de gol, pero me sirve para sacar conclusiones”.
“El vestuario quedó muy golpeado y hay que levantarse porque el jueves tenemos otra final. Unión tiene muchos juveniles, no es una excusa, pero hay que trabajar bien sobre ello. El equipo no me gustó mucho, esa es la realidad”.
El partido fue muy físico, muy luchado. Cambiamos el sistema en medio del partido, tratamos de estar más cortos para generar situaciones pero no salió. Repito que sirve para sacar conclusiones porque acá no hay que dormirse”.
“Hay que estar preparados para jugar esta clase de partidos, porque a veces se planifica una cosa y sale distinta. En esos casos, hay que ponerse el overol porque hay que ser conscientes de lo que nos estamos jugando”.
“Habíamos visto el movimiento que ellos tenían muy trabajado en la jugada del penal, no puedo decir que nos haya sorprendido. Y después, nos costó mucho conectarnos, atacar por las bandas. Eso no lo pudimos hacer. Por eso digo que hay que estar preparados para contrarrestar lo que el rival nos propone. No pongo como excusa la juventud del equipo, pero es un aprendizaje. Este no puede ser un partido más, no quiero eso de mis jugadores. Lo voy a hablar mañana con ellos, cuando saque las conclusiones”.
“A Vecino no lo traje porque fue una elección. Mi llegada fue rara, estuve dos días solamente para conocer el plantel y después del partido que hicieron con Independiente, entendí que no era bueno hacer cambios. Conmigo hay que ponerse el overol, estar a la altura de lo que significa ponerse la camiseta de Unión, sé que es un plantel que se entrega muchísimo y obviamente que jugará el que esté mejor”.
“A veces no se puede jugar todos los partidos bien, por abajo, a veces hay que adaptarse también a esta clase de partidos”.
“Esperaba un partido de intensidad porque sabía que eso era lo que nos iban a plantear. Hablamos mucho y a veces uno espera una cosa que no sale bien. Desde afuera uno puede gritar, acomodar, ordenar, pero no se escucha, el jugador muchas veces está ajeno a los gritos que pueden venir desde afuera. Unión es un club en el que hay mucha gente que pone mucho sacrificio, hay que darse cuenta de que los jugadores de fútbol son afortunados y yo también, porque me buscaron para que sea el entrenador. Tenemos que estar a la altura de esta responsabilidad”.
“Yo me hago cargo de esto, no me lavo las manos, nos encontramos con un planteamiento que nos sorprendió, quisimos cambiar y no lo conseguimos”.
“Todo lo que viene es difícil, intenté trabajar desde la pelota parada y de cómo trabaja el rival. No tuvimos tanto tiempo para hacerlo, pero ahora tendré varios días para preparar el partido con Boca, porque soy de los que planifica en función de lo que ofrece el rival, tanto para cuidarnos como para sorprenderlo. Es un partido, el de Boca, que todos queremos jugar, el jugador no necesita motivación frente a esta clase de rivales”.
“Insisto en que las conclusiones profundas serán para los jugadores y lo hablaré con ellos. Para nosotros, cada partido es una final y hay que tomarlo así. Este traspié no le gusta a nadie, rompimos una mini racha muy buena pero el fútbol es así. Soy una persona a la que han golpeado mucho y siempre salí adelante”.