Es el único copero 2020 de toda la bota santafesina
Empresa Provincial de la Alegría: ¡Unión!
Ante la Empresa Eléctrica del Ecuador (EM-EL-EC), el Tate dio la sorpresa en Guayaquil, ganó 2 a 1, dio vuelta la serie y se llevó puesto a otro equipo histórico del continente, como antes lo había hecho con el Mineiro de Brasil. Del show del gol errado, al empate de los ecuatorianos y el insólito penal que dio el juez chileno para que el "Cuqui" se haga cargo de los doce pasos más "pesados" de los últimos años. Sigue el Tate.
Si el Emelec nació como la "Empresa Eléctrica del Ecuador", Unión fue ayer en el George Capwell de Guayaquil la Empresa Provincial de la Alegría en Santa Fe, porque en esta pandemia se quedó como el único equipo copero de la bota y anoche dio el gran batacazo en una tierra donde nunca había ganado de visitante un equipo argentino ante clubes ecuatorianos por la Conmebol Sudamericana en su historia. Esta vez, el "17" no fue desgracia (antes, sólo Boca había sacado un puntito ante Liga de Quito en 2018 contando los 16 cruces).
Como casi siempre pasa en el fútbol y en la vida misma, para poder gozar primero hay que saber sufrir. Y Unión sufrió, justamente, por no meter mano de nocaut a tiempo. Nadie quería decir la frase en voz alta, pero todos la pensaban por dentro frente al tele en la ciudad de Garay, aunque se hicieran los "cuernitos" o se acariciara el testículo izquierdo del "anti-mufa". En la cabeza de los hinchas, había una sola frase: "Gol errado... gol en contra". Pasa que el corazón siempre es mucho más sabio que la cabeza en estas historias de romances en baldíos, potreros, campitos y en la misma cancha más vieja del Ecuador. Encima acá, la frase se potenciaba: "Muchos goles errados... gol en contra". Y llegó el castigo, entre otro poroto para Barceló y/o posible auto-gol del "Perro" Blasi, algo que ahora sí a esta altura es una simple estupidez estadística sin sentido.
Desde ese gol de Emelec, para el increíble 1 a 1, hasta el penal que "Cuqui" Márquez cambió por gol (2-1) con una tranquilidad elogiable, pasaron 15 minutos donde Unión quedó en campo pero sin signos vitales. Leyó Azconzábal que en el "tole-tole" de meter pata se le podían ir los dos delanteros titulares expulsados (estaban amonestados) y los cambió: hoy con el diario del viernes, acertó.
El otro día en Santa Fe, sin dudas, ganó "el menos malo de los dos" cuando el Emelec se llevó la victoria por 1 a 0 en el 15 de Abril. Anoche, claramente, ganó el mejor en Guayaquil. Porque Unión fue mucho más en todo, de principio a final. Sólo por regalar tanto se puede entender la idea de "errar es humano...perdonar es divino". Porque errar y perdonar, al final fue divino para una parte importante de Santa Fe que en medio de esta pandemia encontró algo de sonrisa, alegría, diversión, caricia al alma. Un poco de respiro en este desierto de barbijos, guantes y alcohol en gel.
El otro día titulaba "Unión tiene siete días para encontrar la vacuna". Y la encontró nomás, justo en la mitad del mundo, por donde pasa la línea del Ecuador. Jugó mucho mejor en Guayaquil que en Santa Fe. Con más actitud, con más personalidad y con más fútbol. Si hubiera tenido eficacia, goleaba de manera escandalosa en Ecuador. Pero no la metió (la de Troyanski en el palo y la de Cañete en la línea...increíbles) y pagó el error con palpitaciones de un corazón que estalló de alegría después de más ocho minutos de adición.
Se cargó a otro equipo "pesado" del continente (primero Atlético Mineiro de Brasil y ahora el histórico Emelec de Ecuador), hizo clink-caja de medio palito "verde" (ganó 500.000 dólares en esta fase) y de ahora en más definirá todas las llaves en Santa Fe, en su reducto. Lo próximo del almanaque será finales de noviembre afuera y primeros días de diciembre en casa, en el 15 de Abril.
La pandemia está latente, los contagios no bajan, la inseguridad pasea como si nada "en esta puta ciudad" (by Fito). La cuarentena hace estragos en la mente, en el cuerpo y en el alma de los santafesinos. Nos quitaron los mates, el porrón a pico, el beso a los viejos (los que tienen la suerte de tenerlos), las peñas, el fulbito sin final de los sábados en la Liga y muchos cosas más. Pero Unión fue capaz de darle alegría a su pueblo.
Festejan acá los de Unión" en la tierra y allá arriba desde el Cielo baja el "cantito" de un Tatengue de ley como "Banana" Mascheroni: "¿A dónde fue el pasado que no volverá...?...¿A dónde fue tu risa que me hacia volar...?...¿Dónde quedó la llave de nuestra ilusión...?...¿A dónde la alegría de tu corazón...?. Y se va como todo se va...como el agua del rio hacia el mar". Acá se fue todo desde la Laguna Setúbal y el Puente Colgante hasta el Pacífico, con un Unión que dio el batacazo por la Sudamericana en la casa del Emelec.
"¿Dónde están,, dónde están corazón...?"...por lo visto estaban en el Ecuador...justo ahí donde la mitad del mundo, una noche de noviembre, fue de Unión. Ante la Empresa Eléctrica del Ecuador (EM-EL-EC), el viejo y querido Unión de Santa Fe se transformó, en medio de la pandemia, en la Empresa Provincial de la Alegría en la bota santafesina.