(Enviado Especial a Mendoza)
El defensor rojiblanco estará en condiciones de negociar un contrato con otro club si no arregla con Unión antes del 1 de julio. Su vínculo termina el 31 de diciembre. Habló del empate con Godoy Cruz y dijo que “tenemos que ser ‘hermanos’ para salir todos juntos de esta situación”
(Enviado Especial a Mendoza)
Sentado en un cordón, Franco Calderón esperaba la llegada del micro que iba a trasladar a una parte del grupo, junto al médico del plantel, hacia el aeropuerto de El Plumerillo para retornar por vía aérea en un vuelo chárter a Santa Fe. Se le notaba cierto disconformismo y no ahorró críticas, como el resto de los jugadores, para lo que fue la producción del equipo en el primer tiempo. Esa frase que dijo el propio entrenador (“en la situación en la que estamos no podemos darnos el lujo de jugar como lo hicimos en el primer tiempo”), se escuchó, palabras más o menos, de boca de la mayoría de sus jugadores. Y Franco Calderón no fue la excepción, aunque después habló de la renovación de su contrato, que vence en diciembre. Y también fue contundente.
-¿Disgustado por lo que pasó en el primer tiempo?
-Con bronca, nos tuvieron que dar un cachetazo en la charla del entretiempo y entre nosotros mismos también para que reaccionemos. Al margen de un par de correcciones en lo táctico, teníamos que salir a jugar de otra manera. Y lo hicimos en el segundo tiempo.
-¿Se pudo ganar en el segundo tiempo?
-Dejamos todo y cambiamos la imagen. Ellos tuvieron situaciones pero nosotros tiramos todo lo que teníamos que tirar en la cancha para ganar el partido. El punto es bueno, porque lo conseguimos en una cancha difícil y ante un buen rival.
-Méndez dijo en la charla con la prensa que no iba a contar lo que les dijo en el entretiempo, pero se nota –y ustedes lo certifican- que dio sus frutos. ¿Se metieron atrás en el primer tiempo?, ¿ese fue el error?
-No creo… Para mí el error fue que salimos a hacer cosas que no debíamos hacer y cosas que el técnico no nos pidió. Hicimos todo lo contrario y conscientes de que estábamos haciendo todo mal, cambiamos el chip. Todo cambió en el complemento.
-Hablaste de cambiar el chip. ¿Eso se logra ganando?
-Eso, como primera medida. Ganar, para nosotros, se ha convertido en una obligación. Pero para lograrlo, tenemos que estar todos juntos, desde el utilero hasta el último de los jugadores. Tenemos que ser hermanos para salir de esta situación… Tuvimos un poco de mala leche, pero el camino es este.
-¿Tuvieron solidez atrás?
-Ellos no llegaron claros. Patearon mucho de afuera del área, pero le erraban al arco.
-¿Cómo está la situación de tu contrato?, porque se llega al 30 de junio y a partir de ese momento vas a estar en condiciones de negociar un contrato con otro club cuando venza el que tenés con Unión, o sea desde el 1 de enero de 2024.
-Mi representante está negociando el contrato con Luis, pero yo quiero decir algo y dejarlo en claro: a Unión no lo voy a cagar… Ellos dos se tienen que poner de acuerdo y seguramente, si esto ocurre, me quedaré un año más.
-O sea que tu objetivo y tu deseo es quedarte en Unión…
-Sí… Todos sabemos que soy un patrimonio del club y no quiero irme sin que al club le quede dinero. Unión es mi casa, soy conocido gracias al club y me crié en Unión desde las inferiores. Yo quiero quedarme tranquilo y arreglar el contrato.
-¿Falta que el club haga un poco más de esfuerzo para que se llegue a ese arreglo?
-Por lo que veo, me parece que el presidente tiene algunos otros quilombitos y quizás por ese motivo no terminamos de arreglar lo mío y no se habla mucho de mi renovación, pero quiero que esto se encamine rápidamente… Y te repito: a Unión no lo voy a cagar…
La situación de Calderón es igual a la de Esquivel: sus contratos con Unión vencen el 31 de diciembre de este año. Por ley, el jugador está en condiciones de negociar un contrato con otra institución, cuando se llega a los seis meses previos a la terminación de su contrato. Por eso, urge el arreglo con estos dos jugadores para que esto no ocurra. Calderón fue terminante. Y por el lado de Esquivel, es algo parecido. Gustavo Goñi es su representante y no quiere ocasionarle un perjuicio a Unión y que el jugador se vaya sin que le quede algo de dinero a la institución. Más allá de esta predisposición, el hecho de que sean un patrimonio del club exige que se arregle para que, llegado el caso, sea Unión el que esté en condiciones de negociar una posible futura venta de cualquiera de los dos jugadores.
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