Este sábado, desde las 19.40, Unión soñará con amargarle la fiesta a Estudiantes de La Plata. Es que el “Pincha” completará oficialmente la reinauguración de 57 y 1, su vieja casa, contra el Tate que viene agrandado después de bajar al puntero Argentinos Juniors.
Las obras del nuevo coliseo comenzaron en 2008. Pasaron 12 largos y costosos años desde que se inició la construcción, pero el resultado es fabuloso. Con estilo europeo. El estadio, que tiene una capacidad para 30 mil personas, es impactante por las dimensiones y la multiplicidad de espacios interiores.
Es el primer estadio 100 por ciento digital en el país: tendrá la mejor conectividad 4G y WiFi. Por otra parte, también es el primero en ser full LED en Argentina, ya que cuenta con una iluminación de lujo de luces Phillips. Además, el Jorge Luis Hirschi va a tener la pantalla LED más moderna del fútbol argentino, con una dimensión de 12 por 6 metros.
Las instalaciones del Hirschi cuentan con dos populares, que están ubicadas en las calles 55 y 57, respectivamente, y dos zonas de plateas en que se ubican en 115 y 1.
Para aquellos que visiten el nuevo estadio, podrán observar una tribuna con palcos VIP, el bar temático “León Bar Bistró” y una terraza que tendrá vista al bosque. Por otra parte, se informó que los nuevos palcos tendrán los nombres que sus dueños les otorguen. “Tenemos el estadio vendido en un 95 por ciento”, aclaró Verón.
“Tuve la suerte de estar en estadios increíbles y un poco la idea de este nace de ahí. Hoy en día los estadios son sustentables, con comodidades. Y no solo sirven para ver un partido o un recital. Me tocó estar en el estadio de Tottenham, por ejemplo, y tiene lugares de esparcimiento, para comer. Buscamos esto en UNO. Que la gente pueda disfrutar para comer, para hacer gimnasio, para nadar, para pasear y que haya un local para comprar ropa, un museo”, relató el ex jugador de Estudiantes que ahora es presidente.
Entre los servicios que se brindarán en el Hirschi estarán, en el Paseo de los Profesores, diferentes propuestas gastronómicas y sectores dedicados al entretenimiento. Para los visitantes habrá un espacio de estacionamiento de nueve mil metros, habilitado para 372 autos.
Con respecto a los lugares dedicados a los futbolistas, tanto la cancha como los vestuarios, Verón remarcó: “La idea era hacerlo amplio y cómodo. Los vestuarios están pensados para otros deportes, como el rugby. Vamos a tener un par de partidos de Los Pumas el año que viene y los vestuarios tienen que ser grandes porque son delegaciones más numerosas”.
El presidente de Estudiantes también confirmó que la estructura contará con dos microestadios, con capacidad para 400 personas para el desarrollo de diferentes actividades deportivas.
>> Aprobado para Mascherano
Pasaron 15 años desde que se sacó la camiseta de River Plate y dejó la Argentina para jugar en las mejores competencias del mundo. Una vuelta que, entre otras cuestiones, lo llevó a ser el futbolista que más veces se puso la camiseta de la selección argentina, con 147 partidos. Hasta que Javier Mascherano cerró su círculo y volvió a jugar en su país. Ayer, en el Nuevo Gasómetro, uno de los focos principales estuvo en el regreso del jugador de 35 años. Hubo emoción, ovación de los simpatizantes de San Lorenzo y un extenso abrazo con Marcelo Tinelli.
Apenas un puñado de minutos habían pasado de las 19 cuando Estudiantes salió a hacer la entrada en calor. Allí, Mascherano volvió a sentir nuevamente el contacto con los estadios argentinos. Un rato después, cuando la voz del estadio anunció a los titulares, buena parte del público aplaudió de pie cuando nombraron al santafesino. Tras eso, abrazó a Tinelli, quien lo esperaba para saludarlo en la puerta del túnel. Y del mismo modo fue ovacionado cuando el Ciclón le entregó una plaqueta en reconocimiento a su trayectoria. El futbolista levantó una mano y devolvió el gesto con una enorme sonrisa.
Con la camiseta número 27 (la vestimenta que luce Estudiantes es en homenaje a los 50 años del tricampeonato de América), Mascherano salió a la cancha. En los primeros minutos de juego, gritos, ademanes e indicaciones a sus compañeros formaron parte del repertorio del volante central, la posición que ocupó ayer. Su presencia, desde ya, provocó una minirrevolución en el Bajo Flores. Fue siempre el que se acercó al banco de suplentes para hablar con el DT Diego Milito cuando el partido se interrumpía. Y a los 21 minutos fue amonestado tras una dura infracción sobre Diego Rodríguez. “¿Pablo, era para amarilla?”, le dijo al árbitro Dóvalo. Jugó bien y asistió a Retegui en el gol pincha.