Jueves 29.7.2021
/Última actualización 18:54
El extravío no empieza y termina en los que ejecutan adentro de la cancha. El origen está afuera. En la desorientación de un entrenador que no es claro, que aparece perdido, desorientado, tomando decisiones que no se comprenden y que todo eso lleva a una inseguridad que se manifiesta en la impotencia con la que ha jugado Unión estos últimos dos partidos.
Por eso, en la evaluación individual no puede quedar al margen Azconzábal. Planteó mal, en lo táctico, el partido con Boca y se corrigió cuando lo mandó al medio a Portillo. Armó un equipo ofensivo para jugar con River y se "comió" cuatro, liberándole todos los espacios y las posibilidades para que el rival se luzca. Y armó un esquema de cinco defensores para enfrentar a Banfield, sin jugadores con dinámica y sorpresa por afuera, sin "5" y dejando dos "postes ofensivos" arriba a los que no se los abasteció nunca. Al que jugó de "5" con River (Portillo), ante Banfield lo mandó de último hombre; al que había puesto de "5" con Boca y comprobó que no era lo mejor para él (Cañete), lo puso otra vez en esa posición; al "5" conocedor de esa posición (Pittón) lo tiró por la derecha y al otro "5" (Nardoni) lo tuvo en el banco y no lo puso en ningún momento. Y después del partido dijo que había que jugar pelotas a las espaldas de los laterales, pero lo hizo con dos "9" en la cancha. Si para muestras valen estos botones, eso refleja la falta de claridad y los errores en la planificación de un técnico que ideó dos partidos (los de las derrotas) que salieron muy mal.
Vamos a lo nuestro. ¿A quién rescatar?, poco y nada. Moyano (6), con un par de atajadas importantes y un manotazo que no pudo ser salvador en el gol, cuando tapó el cabezazo pero el balón quedó a merced de Cruz, que la empujó al gol. Algo de Zenón (5), el único que intentó algo con la pelota en los pies, jugando de volante interno en esta suerte de cambios constantes a los que está sometido con los vaivenes de su entrenador.
A partir de allí, Blasi (4) aportó su fortaleza anímica pero también adoleció de claridad y mostró limitaciones en las pocas veces que intentó proyectarse. Calderón (4) con inseguridad en el manejo de la pelota y algunas dudas en la marca. Portillo (5) se paró de último hombre en la línea de cinco, luego quedó de segundo central en línea de cuatro cuando lo echaron a Brítez y luego pasó al medio. Y Corvalán (4) estuvo complicado con las subidas de Coronel y la sociedad que establecía con Alvarez por su sector.
En el mediocampo, muy poco -casi nada- de Cañete (4), quien siente muchísimo la ausencia de un Acevedo que le daba compañía, lo hacía jugar y hasta le permitía que se convirtiera en un jugador de ataque, convirtiendo goles. Otra vez lo puso en la posición de volante central, quizás con la intención de que sea el encargado de jugar y hacer jugar. No lo logró. Mauro Pittón (4) se volcó por el sector derecha, abanicando a Cañete cuando éste se tiraba a la izquierda para cubrir la espalda de Zenón en esa suerte de 5-3-2 con el que arrancó parado el equipo desde lo táctico. Y arriba, muy poco -casi nada- tanto de Cordero (4) como de García (4), que se llenaron de imprecisiones, fueron totalmente absorbidos por la marca, no pudieron sacarse marcas de encima y, en defensa de ellos, tampoco fueron abastecidos correctamente. ¿Para qué sirve tener dos delanteros de área, que juegan por adentro, si no hay desborde por afuera?, una pregunta que debería contestar el técnico de Unión.
Manuel Fabatía Ezequiel Cañete con pelota dominada y Mauro Pittón cerca de él. Lamentablemente, el rendimiento del ex jugador de Boca, al que Unión le compró la mitad del pase, no es el mismo del torneo pasado. Pasó de ser un jugador clave en el manejo de la pelota, a caer en la impotencia y la falta de claridad del resto.Ezequiel Cañete con pelota dominada y Mauro Pittón cerca de él. Lamentablemente, el rendimiento del ex jugador de Boca, al que Unión le compró la mitad del pase, no es el mismo del torneo pasado. Pasó de ser un jugador clave en el manejo de la pelota, a caer en la impotencia y la falta de claridad del resto. Foto: Manuel Fabatía
Cuando movió el banco, puso a Márquez en reemplazo de García, manteniendo el esquema de ataque con dos delanteros por adentro. A Esquivel por Cañete, para que Portillo pase al medio (en ese momento el partido estaba empatado) y Corvalán a la zaga, modificando la estructura defensiva del equipo. A Borgnino por Corvalán, a Comas por un cansado Zenón y a Gastón González por Pittón cuando necesitó, en el final, arriesgar para buscar un empate del que siempre estuvo bastante lejos de conseguir, generándose espacios del medio hacia atrás para que Banfield intente con un par de contragolpes que, por poco, no terminan siendo lapidarios para lo que quedaba de la defensa de Unión.
Un último párrafo para Emanuel Brítez, que se fue expulsado de manera temprana en una acción en la que fue a "calzar" en dos ocasiones, con un uso desmedido de la fuerza, en una acción con imprudencia contra un rival y frente a un árbitro que, en muchos pasajes, decidió cortar por lo sano y no escatimó en el uso de las tarjetas. Brítez dejó al equipo con diez jugadores, pero no obligó a que se hiciera ninguna modificación para acomodar nada. En todo caso, la línea de cinco que armó Azconzábal -inútil en cuanto a las exigencias del rival y las necesidades del equipo- se transformó en línea de cuatro y todo siguió igual en el medio y arriba. Está claro que hay diferencias entre jugar con 10 o con 11, pero también es cierto que a veces la expulsión de un jugador es determinante y otras veces se convierte en relativa. Se me ocurre que la de Brítez fue una expulsión relativa por las consecuencias que traía para la estructura colectiva. Recién se sintió -el jugador de más- allá por los 15 o 20 minutos del segundo tiempo. Para Azconzábal, fue determinante en todo. Concepto no compartido.
Peñailillo, Insaurralde y Luna Diale son tres jugadores que todavía no están a disposición de Azconzábal. "Están recuperándose", dijo el DT luego del partido, sin adelantar si alguno de ellos estará para jugar el sábado a las 15.45 ante Lanús en la Fortaleza granate.
Unión y Banfield brindaron un horrible partido, de esos que uno define como un verdadero "dolor de ojos". Lo más preocupante es el daño que están sufriendo los "canteranos": están confundidos, desorientados y rotos desde lo anímico.
Gran responsabilidad del "capitán del barco", Azconzábal, que a esta altura debe ser el más perdido. Para enfrentar a éste Banfield, que, como el local, está más cerca de ser un equipo del ascenso que aquel que jugó en San Juan la final frente a Boca, armó una línea de cinco hombres en defensa, colocando en la zona de marca a Cañete, dejando a Nardoni en el banco. También castigó, irresponsablemente, al pobre Vera, que le hizo pagar su error estratégico al "quemarlo" en la goleada sufrida frente a River reemplazándolo por Blasi, dejándolo entre los suplentes.
Bielsa en Corea-Japón se negó a juntar a Batistuta y Crespo, sin embargo el Vasco junta a García y Cordero, perdiendo un hombre para la generación de juego.
En fútbol lo más importante es recuperar la pelota y a partir de allí el intento de plasmar lo ideado por el DT. Unión no pudo reemplazar al Chaco Acevedo. En consecuencia tiene serios problemas para cumplir con esa prioridad. Tuvo el paupérrimo Unión la fortuna de enfrentar a este Banfield y no a aquel de San Juan, porque hubiese sido nuevamente goleado.
Nadie reacciona en el mundo Unión. Ninguno de sus máximos dirigentes estuvieron en el golpe sufrido en el Monumental. Es por eso que titule Unión en caída libre. Sigue dilapidando los puntos que lo sostienen en la categoría.
Unión es la única institución de la Liga que no tiene predio, es una de las pocas que no tiene un Secretario Deportivo… y lo que es preocupante, que transita el segundo año consecutivo sin coordinador en las formativas. A Unión lo salva la pandemia: ¡SE JUEGA SIN PÚBLICO!
Pero vale la pena de nombrar a los responsables: Spahn, Zin, Brasca, Pérez del Viso, Monsalvo, Ruscitti, Bovo, Cíceri, Cecotti, Sergio Romero, Cardonet, Cattáneo, Piazza, Chemes, Poccia, Mernes, Dafunchio Picazo, Claudia Díaz, Dipangracio, Maximiliano Romero, Spinelli. Vienen también los revisores de cuentas y los integrantes de la Comisión de Hacienda. Y por supuesto que en el listado también está el síndico titular, Jorge Molina.
"El partido cambió desde el momento en que tuvimos que afrontar gran parte del mismo con un jugador menos. Fue la disputa de dos jugadores que fueron de frente a buscar una pelota. Luego le pregunté al árbitro y él me justificó la expulsión. Más que eso no puedo decir".
"No tengo ninguna información sobre Blandi. Siempre manifestamos que la idea era la de jerarquizar el plantel. Se hace difícil competir con otras ligas y otros equipos que tienen mayor poderío económico. Trataremos de potenciar día a día a este plantel"