El mendocino que no debutó en Primera en Unión y se va a Europa
Su destino es el Moralo de España. Cuando llegó al club, con 16 años, lo probaron, lo pusieron en un amistoso y lo dejaron. Jugó en reserva con el Tato Mosset. Es la llave que abrió la puerta para que entre Marabel.
El mendocino que no debutó en Primera en Unión y se va a Europa
Es mendocino, se llama Germán Torres y seguramente no figura en la órbita del hincha tatengue, salvo para algún seguidor de la reserva. Es el jugador que, a los 21 años, tiene la chance de ir a jugar a Europa. Su club será el Moralo de España, que milita en la tercera categoría. Y su nombre empezó a circular con frecuencia e intensidad a partir del hecho de haber sido la condición -su salida del club- para que se le abra a Unión la chance de incorporar a Junior Marabel, el delantero paraguayo que llegó a Unión y que firmó por tres años.
-¿Te llegó de sorpresa, Germán?
-No lo tenía pactado en este poco tiempo que llevo de carrera. En realidad, la chance estaba para noviembre, pero se precipitó. Será la primera vez que salgo del país, tengo 21 años y es una experiencia muy linda y nueva para mí.
-¿Cuáles son tus características?
-Soy un volante por afuera, un extremo como se le dice ahora. Jugué toda mi vida ahí, antes más interno y en Unión bien por afuera. Generalmente lo hice por derecha, pero no tengo problemas en jugar por el otro lado... Puede ser que sea parecido a Machuca, me gusta encarar, gambetear, me encanta el uno contra uno.
-Jugaba en Huracán de San Rafael, que es la ciudad en la que nací, en Mendoza. Debuté a los 15 años en la primera, tres meses antes de venirme a Unión. En ese momento se cortó el Federal B, pasé a jugar en la Liga y a fines de ese año se dio la oportunidad. Llegué a Unión en enero de 2018, me trajo un amigo de la familia que se dedicaba a llevar jugadores a equipos de Primera. El que me recibió acá fue Marcelo Aranda. El primer día jugué un amistoso contra Libertad, me dijeron que me quedara, hablaron con mi familia y me prometieron que me iban a dar pensión, comida y escuela. Pasaba a quinto año y terminé acá en el Comercial.
-¿Sabías que Huracán de San Rafael, el club en el que surgiste, llegó a jugar el viejo Nacional en Primera allá por la década del 70?
-Lo sé por mi padre y mi abuelo, que también jugaron al fútbol. Ellos me contaron que a esa cancha fue a jugar Independiente, por ejemplo... Mi padre jugó en varios clubes, entre ellos Aldosivi, Maipú y Godoy Cruz.
-¿Y esta chance de ir a Europa?, ¿quién la trajo?
-Mi familia quería que estudiara, pero lo fui posponiendo y me puse como meta la de esperar hasta ver qué pasaba este año. A través de la gente que me representa. ya estaba hablado que en noviembre me iba. Se lo dijeron a Unión, pero al club español le ocurrieron algunas cosas y se precipitó. Me avisaron un viernes, luego de jugar en reserva con Huracán, mi familia me llamó y me preguntaron si quería ir y les dije que sí.
-¿Averiguaste algo de tu nuevo club?
-Sé que jugaron muchos amistosos, por eso mi pretensión es llegar y jugar algún partido para empezar el torneo a tono. No quisiera llegar tan tarde, para no andar corriendo de atrás... Me contaron, por ejemplo, lo que fue la actuación de Mariano Gómez, el defensor de Unión que con pocos partidos en Primera se fue al Ibiza, le fue bien, jugó un partido con el Barcelona por la Copa del Rey y se lo llevó el Atlético de Madrid. Eso es lo que me da aliento, por eso voy a ir a darlo todo porque sé que en España hay mucha gente viendo todo y por allí se puede dar que en un abrir y cerrar de ojos puedo cambiar de rumbo.
-¿Es por un año el contrato?
-Es por un año y Unión tiene una cláusula de repesca. Con Unión, tengo contrato firmado hasta diciembre de 2024.
-¿Qué recuerdos te llevás de Unión?
-Desde los 16 hasta los 18 estuve en la pensión, con María y Jorge, los encargados, que me trataron bárbaro. Ellos tienen muchísimo crédito en esto, atienden muy bien a los chicos, no nos hacen faltar nada, son nuestra familia, hay noches que te sentís mal y están acompañándote. No es lo que les toca, porque son cocineros, pero lo que hace esa gente es formidable. Es muy buena gente, no esperaba encontrar algo así, son nuestros padres sustitutos, nuestra familia a la que tenemos lejos pero ellos hacen que la tengamos cerca. Ellos tienen mucho que ver en esto que me está pasando.
-¿A quién ves en tu puesto para sacarle cosas?
-Fui siempre de mirar al Neymar del Barcelona, me encanta el juego y la picardía que no se vé en muchos jugadores y las ganas de ir para adelante. Insisto, Neymar pero en su versión del Barcelona. Y de acá, veo mucho fútbol argentino y me gustó Carlos Alcaraz, que tiene muchas cualidades, es rápido, habilidoso.