Llegó el momento de estabilizar un nivel que se acerque lo máximo posible al mostrado con Lanús y con San Lorenzo, evitando caer en el pozo profundo de River y Banfield, dos partidos en los que el equipo dejó muchas dudas. Azconzábal consiguió aportar lo suyo desde el armado del equipo, la toma de decisiones que fueron positivas y el mensaje que, evidentemente, prendió en el plantel:
* 1) Con Vera y Esquivel (de muy buenos partidos ante Lanús y San Lorenzo), hubo variantes ofensivas y ambos contribuyeron enormemente (Esquivel con un gol y Vera con jugadas que terminaron en gol).
* 2) Cañete se decidió a asumir el rol de conductor, contando con la gran colaboración de Mauro Pittón. Ambos levantaron considerablemente el rendimiento y fueron clave en los dos partidos, más allá de que, ante San Lorenzo, el mayor control de la pelota fue de la visita, pero el 4-0 resultó incuestionable.
* 3) El arco se abrió y con Cuqui Márquez consiguió que al menos uno de los delanteros se convierta en una presencia ofensiva peligrosa y efectiva. Había convertido ante Boca, pero luego no fue tenido en cuenta para ser titular contra River, Banfield y Lanús. Lo hizo con San Lorenzo y convirtió el segundo gol en el torneo. No es poco para un equipo con marcada ineficacia por parte de los delanteros.
Azconzábal fue mutando esquemas, formaciones y posiciones de jugadores. En los últimos tiempos, el 5-4-1 para defender y el 3-2-5 para atacar se hizo más notorio. En este aspecto, el del movimiento táctico según deba recuperar o atacar, hubo un poco más de estabilidad en sus decisiones. Pero se produjo un intercambio de jugadores y posiciones que creó una cierta sensación de inestabilidad que en estos dos partidos pareció calmarse, al punto tal que podría darse algo que casi nunca se dio: que el Vasco repita equipo.
Tenés que leer¿Cuál es el verdadero Unión?Después de un 4 a 0 lapidario e inédito en su ciclo (nunca marcó cuatro goles y nunca ganó un partido con tamaña tranquilidad), lo ideal sería estabilizar esta idea y estos nombres para que el equipo gane en confianza.
Lo otro, saber para qué está Unión y cuál es el techo verdadero de este equipo, llegará de la mano de los resultados y del trabajo del técnico para potenciar un plantel que ha tenido incorporaciones a los que les está costando insertarse como titulares. Cordero lo hizo en las primeras fechas, al igual que Brítez, pero hoy ambos están afuera del equipo. Y Gissi ha sido una rueda de auxilio del técnico para que ingrese en la parte final de los encuentros, pero tampoco sus actuaciones reclaman un ingreso inmediato en el equipo. Y Blandi aún no está para jugar, aunque en este último caso se espera que le pueda aportar ese salto de jerarquía que el mismo hincha tatengue ha reclamado.
El partido entre Huracán y Unión dará comienzo a las 21.15 de este viernes, en el estadio del Globo en Parque Patricios y será dirigido por Nicolás Lamolina.
Para jugar este viernes a las 21.15 ante Huracán: Moyano; Vera, Calderón, Portillo, Corvalán y Esquivel; Pittón, Cañete y Zenón; Juárez y Márquez.
"Tenía la decisión tomada de volver al fútbol argentino, que más allá del desorden sigue siendo el más competitivo de Sudamérica. Me sedujo la propuesta de Unión, es un club en crecimiento, con juveniles con mucha proyección y un cuerpo técnico serio. No tuve continuidad en el último tiempo, estoy sano y me estoy preparando para ponerme a punto".
Nicolás Blandi, jugador de Unión