(Enviado Especial a Mar del Plata)
Aclara que es un “agradecido a todos en Unión”, pero no le gustaron las formas y la comunicación, cuando se fue del club. Vive este momento en Alvarado, donde vino a buscar continuidad, pero pendiente de lo que pasa con Unión.
(Enviado Especial a Mar del Plata)
Sus idas y vueltas no le quitaron energías para pelearla. Santiago Zurbriggen, leal a su sentimiento por Unión y a su filosofía de vida, no se dio por vencido. Pasó momentos malos, estuvo al borde de quedar libre porque el técnico de turno no lo tenía en cuenta, pero resurgió de sus propias cenizas y en 2011 fue artífice del ascenso con Kudelka, luego ocurrió lo mismo con Madelón y hasta brindó alternativas a sus entrenadores, jugando en los cuatro puestos de la defensa. Se fue a jugar a Lanús y a Defensa y Justicia y volvió para seguir brindándose por entero en Unión hasta que ahora decidió aceptar la invitación de Juan Pablo Pumpido para sumarlo al plantel de Alvarado, donde está afianzado como primer marcador central en un equipo que busca el ascenso.
Muy amigo de Diego Barisone, siempre sus recuerdos apuntan al amigo que se fue trágicamente y con el que compartió muchos momentos que los convierten en inolvidable.
En el predio de Alvarado, se hizo un lugar después del amistoso y mientras compartía unos mates, para charlar con El Litoral.
—¿Estás bien, adaptado ya al club y a la ciudad?
—Sí, me gusta Mar del Plata y estoy muy cómodo en este club, no tengo nada de qué quejarme. Ahora empezamos con la parte más linda de la pretemporada, que son los amistosos.
—¿Seguís de cerca a Unión?
—Siempre. Es algo que nunca voy a dejar de hacer. Tengo muchos amigos, inclusive en este plantel, así que estoy en permanente contacto con ellos y siguiendo de cerca lo que pasa con el equipo.
—Vos jugaste con Unión en la B Nacional y en Primera. Ahora volvés al ascenso, ¿con qué te encontraste?
—Hacía varios años que jugaba en Primera y volver me costó un poco, tuve que readaptarme. La Superliga es más técnica, más pausada y también más letal. En Superliga te equivocás una vez y la vas a buscar adentro. En la B Nacional se choca más, la pelota anda mucho por el aire, hay más fricción. Nos costó un par de partidos y después ya le tomamos la mano de vuelta.
—¿Te fuiste bien de Unión, sin rencores?
—Mirá, yo trato siempre de ser agradecido con la gente que me abre las puertas y me da trabajo. Yo soy de Unión, hice inferiores en el club desde chico, es mi club. No me gustaron las formas, pero es entendible también. A este cuerpo técnico, le estoy agradecido porque me dio la posibilidad de mostrarme y de jugar.
—¿Qué fue lo que particularmente no te gustó cuando te referís a las “formas”?
—... Sobre todo la comunicación, no decirme a mí personalmente que no iba a seguir... Pero no quiero hablar mucho de esto porque sería meter el dedo en la llaga... En definitiva, yo estoy agradecido a este cuerpo técnico, a mis compañeros y a la gente que siempre me brindó el apoyo.
—¿Cómo lo viste a Unión?
—Tuvieron una semana pasada, con mucho doble turno, mucha parte física y además el viaje hasta acá. Nosotros también hemos tenido esa clase de esfuerzo, pero no tuvimos el viaje, pero lo ví bien, con el ADN de Unión, presionando siempre pero con las piernas un poco más cansadas, sobre todo porque creo que están sintiendo el esfuerzo y se suma la noche de viaje que tuvieron hasta acá.
—Estás a punto de cumplir 30 años en febrero y uno tiene la sensación de que podrías jugar varios años más, por tu forma de ser y de cuidarte...
—Me imagino mucho tiempo más haciendo bien las cosas.
—¿Qué significa hacer bien las cosas?
—Cuando pasás los 30 años hay que darle mucha bolilla a lo físico, hay que prevenir la posibilidad de lesiones, porque a esta edad uno está más propenso a las lesiones y lo que uno necesita en este momento es continuidad, porque eso también es clave. El jugador que llega a los 30 años necesita jugar seguido para mantenerse bien.
—Tenés una madurez quizás impropia para un joven y siempre fuiste igual. ¿Cómo ves hoy al jugador joven?
—Cambiaron las formas, sobre todo con el tema de las redes sociales. Hay muchos hábitos que antes se hacían y que ahora no se le da más importancia, como por ejemplo el tema de la alimentación y el gimnasio. La nutrición es fundamental y es lo que intentamos inculcarle a los chicos. Algunos te escuchan y otros no. Comer bien y descansar bien es fundamental.
—¿Complica Mar del Plata, por ser una ciudad turística?
—Y... En estos tiempos del verano, sí. Por eso es fundamental que en la pretemporada se pueda descansar bien, porque este momento es la base del año.
—¿Te imaginás volviendo a Unión?
—Siempre está en mi cabeza y en mi corazón el sueño de volver. Yo sé que es difícil, pero vine a Alvarado a buscar continuidad, minutos que no tuve en la última temporada en Unión pero siempre pensando en algo más grande, en mejorar. Siempre me veo volviendo a Unión.