Fue un Madelón puro, genuino y auténtico el del final. El mismo lo reconoció. “Estaba en llamas cuando terminó el partido", dijo el DT tatengue. Es que no podía entender por qué había ocurrido otra vez lo que pasó: una historia que se repite y que lo deja al equipo huérfano de victoria en tiempo de descuento. “Era una jugada en la que parecía que Trucco cobraba el foul para nosotros en mitad de cancha. Por empezar, Ríos tendría que haber abierto el juego hacia la izquierda y se metió por el medio. Después, lo que apunté recién: cuando Trucco cobró, ningún jugador nuestro agarró la pelota. El tiro libre terminó siendo para ellos y de ahí vino el centro y el cabezazo de Acevedo. Por eso me calenté mucho, dije algunas cosas en el vestuario y luego, cuando me enfrié, volví a hablar en otro tono con los muchachos”. La cuestión fue que llamó la atención que varios jugadores abandonaran el recinto visitante de la cancha de San Martín para subirse al micro y que luego fueran buscados por los auxiliares y dirigentes que estaban adentro del vestuario, para que retornen al mismo a escuchar la voz del entrenador. Seguramente, Madelón pasó de la gran calentura por el partido que se escapó, a reconocer el esfuerzo y lo que mostraron sus jugadores hasta esa fatídica maniobra del final.
“La bronca fue porque el partido estaba controlado, lo teníamos adentro. Por otro lado, estoy contento porque respondieron bien e hicimos debutar a dos pibes más. Esto le vino bien a muchos que no tenían chances de jugar”.
“Les hicimos saber que son titulares, que no son suplentes, que nadie se puede relajar en este grupo. Lo hicieron como yo quería, quizás nos faltó definirlo arriba. Con Lebus le quise dar un poco más de marca al medio y con Gastón González la idea era sumar altura arriba. Me voy contento también con el pibe Calderón. Me demostró que abajo tenemos a un central importante”.
“Ellos se partieron en el segundo tiempo y dejaron espacios. Eso era lo que teníamos que aprovechar. Pero me voy conforme porque demostraron estar a la altura del resto, de los que siempre juegan”.
“Ahora vamos a Ecuador, a tratar de no fallarle a la gente. Estuve viendo fotos y videos de gente que se fue en auto, en micro, una locura. Y a esa gente no le podemos fallar. Es cierto que la altura es un condicionante, pero son 2800 metros y se va a jugar con llovizna y un clima fresco. No es lo mismo que jugar en esas condiciones al mediodía y con calor. Ellos tienen la obligación de salir a atacar y trataremos de jugar con esa desesperación”.
En el mismo sentido de Madelón, habló Lucas Ríos y dijo:
“El empate en el final me deja un sabor amargo. La verdad es que nos estábamos dando una gran alegría, porque nunca pudimos jugar juntos y en este equipo había muchos chicos, entre los que me incluyo. Por eso la calentura con la que me voy”.
“La cancha estaba muy mal, no se podía controlar la pelota. Eso es para los dos, pero incide porque nosotros estamos acostumbrados a jugar en otro tipo de canchas”.
“Si bien venía entrando en casi todos los partidos, esta posibilidad como titular la tomé distinta, me dio más confianza y sé que tengo que seguir mejorando”.
“Terminé el partido muy acalambrado porque la cancha está dura, con mucha arena y eso nos complicó a muchos de nosotros. Somos un equipo activo, con dinámica, y con este tipo de canchas se complica bastante”.
“Tuve que cuidarme porque jugué condicionado por la amarilla que me metió Trucco en el primer tiempo. No era para amonestación. Fuimos a disputar una pelota que se elevó, pero no puse la plancha ni lo hice para lastimar al rival”.
“El resultado es positivo teniendo en cuenta que debemos definirlo en casa. El 1 a 1 está bueno, pero la bronca es porque lo teníamos casi ganado”.