Nació en 1915, ocho después que un 15 de Abril de 1907 se fundara el por entonces “United”, que con el paso del tiempo se iba a castellanizar como Unión de Santa Fe. Quizás, en algún momento de sus 105 años de vida, don Luis Acosta se pudo haber cruzado en aquellos tiempos tiernos de la ciudad de Garay con algunos de estos hombres y nombres: Belisario Osuna, Antonio Baragiola, Néstor Casabianca, Enrique y José Fayó, Pedro Gibella, Secundino Noceda, Federico Achenbach, José Cepeda, Guillermo Drenner —quien fuera el primer presidente de la entidad—, Cayetano Bossi, José Trentini, Primo Billordo y Guillermo Scartascini, los históricos catorce que dieron origen a la pasión roja y blanca hace 113 abriles.
A pesar de los “problemas” con sus 105 años, entre la visión y la audición, cuentan sus hijos que pase lo que pase “siempre pregunta ¿cuándo juega Unión?”. Padre de dos varones, abuelo de diez nietos y bisabuelo de siete bisnietos. El Litoral logró reconstruir la historia del hincha más “viejo” que tiene Unión y seguramente uno de los más antiguos de toda la Argentina.
Casado con Emma Savoie, de ese amor nacieron Luis y Adolfo, sus dos hijos varones. El propio club de don Luis Acosta tiene para “armar” imaginariamente titulares y suplentes. Diez nietos: Nietos: María José, Luis María, Mariano, María Eugenia, Daniela, Leandro, María Victoria, Patricio, Agustín y Lucia (los 6 primeros hijos de Luis; los 4 últimos hijos de Adolfo). Pero, además, hay 7 bisnietos.
“Siempre cuenta que empezó a ir a la cancha en los años ‘30”, comenta Adolfo —uno de sus hijos— a El Litoral. “Yo tengo 64 y mi hermano tiene 75. Mis viejos se casaron con 20 años él y 16 mi mamá. A los diez años de casado nació mi hermano y once años después nací yo, cuando papi tenía 41. Tatengue de toda la vida y nunca quería dejar de ser socio de Unión, pagó la cuota hasta los 97 años que iba a la cancha. Ahora, lamentablemente, como ve poco y escucha poco, ya no es más socio y por cuestiones obvias no va más a la cancha”.
—Una historia increíble la de tu padre
—Mirá, te cuento una de las tantas anécdotas, cuando estamos con él hay que “gritarle” un poco al oído por cuestiones lógicas. Pero cuando juega Unión se pega la radio a la oreja...parece que ahí escucha bien...jajaja. Sabe todo, está al tanto de todo.
—¿Dónde está actualmente?
—En el Hogar San Vicente de Paul, le hubiera encantado que vaya El Litoral a verlo, pero por los cuidados de salud con esta pandemia no podemos entrar más a verlo. Se maneja bien y se mueve con el andador.
—¿Hasta qué edad pudo ir al 15 de Abril?
—Hasta los 97 años, fue socio de toda la vida y ahí fui yo el que le dejé de pagar la cuota, algo que obviamente...te aviso...él no sabe. Si se entera, me mata.
—Porque cada vez que vamos a verlo al Hogar y sale el tema Unión, me pregunta siempre: “¿Tengo la cuota de Unión al día?”.
—Buscaba antecedentes similares en la Argentina y casi no hay con 105 años como don Luis. Aparece César Martínez, “canalla” de 101 años, que tiene 89 años de socio y es vitalicio de Rosario Central
—Mi viejo siempre dice y repite “no hay que ser socio vitalicio en Unión”, porque argumenta que “al club siempre hay que ayudarlo” pagando la cuota.
—Me imagino varias anécdotas en tantos años de sentimiento tatengue...
—Hay una que siempre cuento. Yo soy de calentarme mucho cuando Unión pierde y recibimos esos golpes importantes. Te la hago corta y sincero: soy de los que se enoja y deja de pagar la cuota.
—Hasta que la calentura se te pasa
—Con Unión siempre pasa que se te pasa. Y siempre uno vuelve. Esa vez fue cuando perdimos la Promoción con Gimnasia de Jujuy, me calenté, dejé de pagar y le dije “Viejo no voy más a la cancha y me borro de socio, dejo de pagar”. Obvio, no le gustó para nada. Hasta que un par de fechas después se me pasó...
—Lo llamo y le digo que iba al club a pagar las cuotas vencidas para volver a hacerme socio. Entonces, me cuenta que él mismo, con su jubilación mínima que cobraba, me había seguido pagando la cuota en Unión.
—¿Con quién iba don Luis Acosta a la cancha?
—Siempre íbamos juntos a la cancha, hasta los 97 años que dejó de ver y no lo pude llevar más
—¿Qué recuerdos de los partidos?
—Muchos. Nunca lo escuché insultar a un jugador, ni al juez, mucho menos reprocharle algo a algún directivo. Un hincha ejemplar en todo sentido
—Un gusto sentarse con él en la platea...
—¡Qué platea ni platea! Toda la vida en la tribuna, nunca me dejó sacar platea. Yo me iba al costado de “La Bomba”, para el lado de Pujato y papá se queda en el codito, que se hizo para mujeres. Nunca accedió a que lo lleve a platea. Siempre alentando al Tate desde la tribuna.
Don Luis nunca dejó que lo hicieran vitalicio y hasta los 97 años siguió alentando desde la tribuna. No quería saber nada con sentarse en una platea.