¿Línea de tres, de cuatro o de cinco atrás?, es una de las discusiones que el esquema plantea. Mientras sigue en la búsqueda, el Vasco plantea un equipo ofensivo al que le falta contundencia. En los dos partidos, dominó y mereció otra cosa.
Alguna vez, el Coco Basile dijo: "Yo a mis equipos los paro bien en la cancha, pero empieza el partido y se mueven". Fue una "chanza" -de más está decirlo- de un entrenador que se ubicaba en las antípodas de muchos: Basile tenía una marcada obsesión por jugar de la misma manera y con los mismos jugadores. El famoso "equipo que se repite de memoria", que él mismo se encargaba de ufanarse como una obsesión y un objetivo en sí mismo.
A diferencia de Madelón, Azconzábal está demostrando ser más versátil con el esquema. Más cambiante. Con Leo era 4-4-2 bien definido. A lo sumo, había que ver cuál de los dos "5" iba un poco más adelante o dónde elegía presionar el equipo, si era sobre la salida del rival (algo que se hizo mucho y bien cuando estaban Gamba y Soldano) o un poco más atrás. Con el Vasco, generalmente fue 4-3-3, pero ha tenido variaciones.
Esta versión 2021, llegó con sorpresa. No siempre la imagen visual que se observa del equipo es la de verlo jugar con línea de cuatro. Naturalmente, se toma a Federico Vera y a Kevin Zenón como si fuesen marcadores de punta, pero en el caso de este último, ante Huracán fue un volante ofensivo, incluso con cierta libertad para aparecer por izquierda o por derecha y sin abrir demasiado la cancha. Fue uno de los mejores jugadores de Unión. Si hay que armar un podio, Cañete, Zenón y Portillo fueron los destacados, no sin dejar de mencionar a Acevedo, que hizo algo a lo que estamos acostumbrados: jugar bien.
Para el sitio "Analista CAU", el arranque de Unión con Huracán fue 4-1-4-1, "con Moyano; Vera y Portillo los laterales, Calderón y Galván los centrales, Acevedo el eje central – Cañete – Zenón fueron los internos y González con Luna Diale los extremos. Como punta, Márquez". Según el mismo sitio, la variante táctica se dio, con los mismos nombres, al 4-1-3-2, en este caso sumando a Luna Diale al ataque y con Acevedo más retrasado en el mediocampo.
Para El Litoral, la misma dinámica del partido va transformando el sistema defensivo. Hay tres con funciones claramente defensivas (Calderón, Galván y Portillo); después, Vera y González muchas veces retroceden hasta ubicarse como marcadores laterales. Vera tiene más oficio que González en esa función; González tiene más atracción por el gol porque ha jugado de delantero o de volante ofensivo. Se nota que el Vasco les da amplias libertades, no exentas de grandes obligaciones para el retroceso. ¿Conclusión?, son los dos jugadores con mayor despliegue que tiene el equipo.
Hay dos aspectos favorables que surgen claramente a la vista: 1) que Unión superó en juego a los dos rivales que tuvo hasta ahora; 2) que creó más situaciones de gol y falló. En posesión de juego, los porcentajes le favorecen; en situaciones de gol, también. Entonces no hay dudas que el gran problema ha sido la falta de contundencia. Esto justifica la pobre sumatoria de puntos que se cosechó en los dos partidos, pero abre cierto margen de esperanza favorable en la medida que se mejore en este aspecto.
Volviendo a lo táctico, otra de las grandes preguntas es por quién iba a jugar Peñailillo si estaba habilitado. Acostumbrado a jugar de lateral por izquierda, de volante por ese sector o de segundo marcador central para aprovechar su perfil zurdo, permitía suponer que uno de los candidatos era Zenón. Pero el correntino -insisto, de muy buen trabajo- no jugó siempre por izquierda sino que merodeó por varios sectores de la cancha. Quizás la idea habría sido la de adelantarlo un poco más a González, que en estos dos partidos arrancó casi siempre desde más atrás que Zenón, cuando las características de ambos jugadores permiten suponer que debería ser al revés.
Buscando el lado positivo de estos dos partidos y siempre anticipando que la sumatoria ha sido escasa en función de los merecimientos, es que, justamente, Unión ha empezado a encontrar una línea de juego. Ayuda el buen nivel de Acevedo y Cañete, algo que, por ejemplo, margina momentáneamente de la consideración a un jugador que está en plenas facultades de pelear un lugar en el equipo, como Mauro Pittón. Unión -con una edad promedio de 23 años- combina dinámica y ambición ofensiva. Es lo que intenta Azconzábal y lo que estos dos partidos han dejado como muestra. En este trayecto, hay cosas que le han costado, como por ejemplo encontrar los mejores intérpretes defensivos. Blasi y Nani parecían estar en un escalón más arriba que Galván y Calderón; y ni qué hablar de Portillo. Todavía no es el rendimiento defensivo ideal, pero vale señalarlo porque en el esquema defensivo (falta también que se reinserte Corvalán), el único que logró salir a flote y conservar su lugar, ha sido uno de los mejores jugadores en el rendimiento individual, por nivel y continuidad, que tiene el equipo: Federico Vera.
Desde esta tribuna de opinión, muchas veces dijimos que a Unión le faltaba un "5". Sin que Acevedo ni Cañete tengan las características del "5" luchador, metedor y sacrificado para la marca, han conseguido que el equipo tenga algún nivel medianamente aceptable de contención y una buena circulación de pelota, con mucha precisión en los pases por parte de los dos (algo a lo que se debe sumar Galván, con su salida desde atrás). Si el equipo sigue en esta línea de juego y mantiene el nivel, Nardoni será una interesante alternativa para reemplazar a cualquiera de los dos que falte. Y si Leyes mejora, también, porque al igual que Peñailillo, son los jugadores que el Vasco más conoce por haberlos dirigido en otros clubes.
"El partido con Lanús va a ser más difícil que el de Huracán", dijo el Vasco luego del partido del lunes pasado. Hay un antecedente de no hace mucho tiempo, cuando Unión le ganó en Santa Fe, no sin antes padecer el sufrimiento de muchas situaciones creadas frente al arco de Moyano. Podría haber llegado a este partido con un mejor comienzo matemático. No lo logró, más por culpas propias que por méritos ajenos.