“Tenemos Kily para rato”. Así de contundente fue el presidente de Unión, Luis Spahn, cuando el colega Emiliano Nunia, de Súper Deportivo Radio de Villa Trinidad, lo consultó con relación a la continuidad del entrenador rojiblanco, cuyo contrato tiene fecha de vencimiento el 31 de diciembre venidero.
Esta fue la primera vez que el presidente deja al desnudo la intención de continuar con este proceso. El jueves pasado, luego de las asambleas de aprobación de los balances, no había sido tan concreto y hasta se animó a tirar una frase que era casi “de cabecera” del doctor Super Manuel Corral, el histórico y exitoso ex presidente de Unión, cuando decía que “yo a los técnicos los respaldo hasta cinco minutos de echarlo…”.
Consultado por una calificación de la actuación del Kily González, Spahn pensó un instante y dijo que “no me animo a contestar con certeza esa pregunta, sólo puedo decir que hemos observado que el Kily es un técnico que está creciendo, que ha progresado, que generó un vínculo muy interesante con los jugadores y que ha logrado que ellos, los futbolistas, le respondan en la cancha dejando todo. Vaciándose, como le gusta decir a él. No es un tema que nos preocupe. Creo que tenemos Kily para rato”, expresó el titular tatengue.
Cristian González no eludió la respuesta cada vez que se lo consultó en cuanto a su continuidad y fue muy claro en dos aspectos: 1) que se siente cómodo en Unión y que aprendió a querer a la institución; 2) que si los dirigentes “disponen que mi ciclo concluya, no tengo problemas, junto mis cosas y me voy”. Por lo visto, esto último no ocurrirá y todo se encamina a que Cristian González continúe siendo el DT rojiblanco.
De todos modos, el Kily y el presidente se deben una charla sincera y la toma de decisiones que permitan ese salto de calidad que a Unión le cuesta dar. “¿Dónde está dicho que Unión no puede pelear bien arriba y, si es posible, un campeonato?”, se encargó de decir el entrenador, queriendo sacudir a la dirigencia y dejando en claro su postura de no volver a sufrir lo que se sufrió el año pasado.
Para lograrlo, es necesario que en esa charla se deje claramente establecida la intención prioritaria de lograr lo que sea necesario (llámese refuerzos de jerarquía) para que el plantel levante la puntería. En algo se ha mejorado este año, pero no alcanzó (más allá del infortunio de los dos partidos que no se pudieron ganar por los goles sufridos en la última jugada) para concretar esa ilusión de una clasificación que, luego de la victoria ante Boca, parecía factible y alcanzable.