Fue de lo más variado y arrancó bien temprano. Cuando llegaron los goles de Belgrano (¡golazos!) en el cierre del primer tiempo, se dejaron escuchar los silbidos primero y el “que se vayan todo, que no quede, ni uno solo”.
Esta tercera derrota consecutiva dejó secuelas y reacciones que fueron mucho más pronunciadas que en partidos anteriores. El “que se vayan todos...” atronó en el 15 de Abril.
Fue de lo más variado y arrancó bien temprano. Cuando llegaron los goles de Belgrano (¡golazos!) en el cierre del primer tiempo, se dejaron escuchar los silbidos primero y el “que se vayan todo, que no quede, ni uno solo”.
El descanso del entretiempo tranquilizó un poco los ánimos, pero a medida que fueron pasando los minutos y observando claramente la imposibilidad de cambiar un partido que le era muy desfavorable en todos los aspectos, otra vez comenzaron los cánticos.
Desde atrás del arco, en el sector de la barra de las bombas, se escuchó el grito contra los jugadores. Desde el resto del estadio, atronaron los cánticos contra la comisión. Más allá de eso, la insatisfacción se hizo muy evidente y quizás como nunca hasta ahora, más allá de que en los últimos partidos como local, la gente también había tenido reacciones negativas, pero nunca tan contundentes como la de este sábado.
En el final del partido, la gente despidió con silbidos a los jugadores y se fue sin promover ningún desorden, como había acontecido el día del encuentro con Racing, que incluso obligó a que parte de la dirigencia, con el presidente Spahn incluido, tuvieran que permanecer un largo rato en el palco. En esta ocasión, se colocó una especie de mampostería en esa zona de palcos y hubo una fuerte custodia policial.
Marcelo Mosset habló luego del partido, dijo que “hubo un partido hasta la expulsión y otro muy distinto a partir de ese momento”, señaló que “hablé con casi todos los jugadores de experiencia que tiene el plantel, encontré muy buena recepción por parte de todos y deseos de sacar esto adelante” y le pidió a la gente “que siga viniendo a la cancha, que aliente al equipo porque de esta tenemos que salir todos juntos”.
Por otra parte, el técnico interino – que será el que dirija al equipo en el partido del martes en La Paternal ante los Bichos Colorados, que perdieron en Junín ante Sarmiento – tendrá la posibilidad de contar con Mauro Luna Diale, quien cumplió las dos fechas de suspensión. “Mañana domingo lo vamos a probar a fondo, porque viene de una molestia. Si está bien, tanto él como el resto de los muchachos que hoy no estuvieron en cancha, tienen las mismas posibilidades que el resto”, señaló el técnico interino, quien perdió su primer partido en la primera de Unión (anteriormente, había empatado con Arsenal y le había ganado a Patronato y a Aldovisi).
En cuanto al nuevo entrenador, los dirigentes están evaluando una larga lista (el propio Spahn habló de cerca de 30 nombres). Un alto directivo confió a El Litoral que “tenemos que tener muy claro el diagnóstico para no cometer errores en la elección. Nosotros tenemos un proyecto y queremos seguir por esta línea”.
En el estadio estuvo presente Raúl Armando, quien viene de dirigir a Atlético Bucaramanga, fue ayudante de campo de Darío Kudelka durante muchísimo tiempo y ya ha tenido un par de experiencias como técnico principal. Luis Spahn se puso en contacto con su representante y le preguntó por sus pretensiones económicas y por el equipo de trabajo, que estaría integrado también por Ricardo Pancaldo y Marcelo López como técnicos alternos. ¿Será el momento de la Pepa Armando o se buscará algún otro perfil?
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