Nacional – Unión y el corazón de los Sauco partido en dos
El zaguero uruguayo Luis "Negro" Sauco vistió ambas camisetas y se enamoró del Tate. Murió en enero pasado y su familia esparció sus cenizas en el estadio del "Bolso", su amor de juventud. Ahora el Tate lo visitará. El Litoral en Montevideo.
Nacional – Unión y el corazón de los Sauco partido en dos
Qué sensaciones tendría hoy Luis Sauco, el "Negro", el zaguero zurdo que con 24 años llegó una tarde de 1966 a Unión desde Nacional de Uruguay, y se quedó en Santa Fe el resto de sus días. El "Negro" partió el 5 de enero pasado, cuando a los 80 años se llevó su fútbol y su garra charrúa al cielo. Pero dejó familia tatengue en la ciudad, y un racimo de amigos.
Ahora los restos del "Negro" Sauco descansan hechos cenizas esparcidos en el Gran Parque Central, el mismísimo estadio de Nacional de Montevideo levantado en 1900 en el barrio La Blanqueada, por lo que es el más antiguo de América, con una capacidad para 34 mil espectadores. Allí a donde a los 21 años debutó como futbolista profesional ese morocho retacón con rasgos afrodescendientes y cara de malo, antes de venir a Unión. Ese mítico estadio a donde el 13 de julio de 1930 se disputó el primer partido de la historia de los mundiales de fútbol, que desde 2005 luce remodelado, moderno y coqueto; y tiene en una butaca de la platea una estatua a tamaño real del "Zorzal Criollo", Carlos Gardel.
El destino materializado en una bolilla del sorteo de la Copa Sudamericana puso frente a frente a los dos amores de Sauco: Nacional y Unión, que este martes se verán las caras por primera vez en su historia. Y el "Negro" dirá presente, gracias al gesto de sus hija, Graciela, que viajó en febrero pasado a Montevideo para llevar allí los restos de su padre. "Estaba todo muy a flor de piel y dije 'papi, te voy a llevar'", cuenta en una charla con El Litoral. "Entré a la cancha de Nacional, un estadio hermoso y esparcí luego sus cenizas. Fue un momento emocionante que nunca olvidaré". Por eso Sauco dirá "presente" este martes cuando la pelota comience a rodar por el césped del Parque Central, para dar inicio a la disputa entre sus dos amores, Nacional y Unión, y empezar a definir quién pasa a los 8vos. de final de la Copa Sudamericana.
-Graciela, ¿qué pensaste cuando la bolilla dijo "Nacional"?
-Antes de que salga la bolilla yo dije "es Nacional, es el equipo de papá". Y cuando se confirmó nos miramos con nuestra familia y dijimos "imaginate si estuviese el viejo", el corazón partido en dos. Aunque él siempre eligió a Santa Fe y a Unión. Seguramente estaría hinchando por el Tate.
En cambio Juan, el otro hijo de Sauco, se largó a llorar. "Perdón si me emociono", dice al volver a aquel momento en la charla con El Litoral, y se le quiebra la voz. "Mirá si estuviese papá", pensé. Por eso el de este martes será "un momento histórico, único, lindo", resume. "Será un pequeño homenaje a él", agrega. "Yo quería que el rival sea Nacional. Primero, porque me parece un rival al que le podemos ganar y luego por el sentimiento que nos une a toda mi familia".
"Tatengue". Con la rojiblanca, durante un clásico disputado en 1969. Crédito: Archivo El Litoral.
Garra charrúa
Luis Sauco ascendió a Primera dos veces con Unión. La primera fue ni bien llegó a Santa Fe, en 1966, y la segunda dos años más tarde. Tras colgar los botines, el "Negro" siguió siempre ligado al Tate. Dirigió tanto en las inferiores de Unión como al plantel profesional. Y fue quien trajo al "Beto" Acosta, entre otros jugadores que también escribieron la historia. Hoy es una de las glorias tatengues y una placa en la institución así lo recuerda. Hombre humilde y generoso, en sus últimos años participaba de algunas peñas rojiblancas, para transmitirle sus vivencias y sus anécdotas futboleras a los hinchas y recibir el cariño de la gente.
"Mi papá siempre nos contaba sobre su vida en Nacional, nos hablaba del Parque Central. Es un club muy grande, con mucha historia y copas ganadas (es tricampeón intercontinental invicto, 1971-1980-1988). Él debutó a los 21 años. Lo que más recuerdo son las anécdotas con José Sanfilippo, que lo había elegido a él, que era un pibe, y se quedaban pateando siempre después del entrenamiento.
Luis Sauco se hizo santafesino y tatengue por adopción. "Esa fue su elección de vida, si bien su corazón seguía partido entre sus dos amores, Montevideo y Santa Fe, él era muy feliz en Santa Fe", dice su hijo Juan. "Sólo iba a Uruguay a visitar a su hermano, a quien quería y extrañaba mucho, y pasaba las fiestas".
Zaguero aguerrido con cara de malo, el "Negro" metía miedo en la cancha. "Pero afuera era un tipo muy amoroso", dice Juan, "humilde, recto y con muchos códigos".
-¿Qué pálpito tienen para el partido?
-Gana Unión 2 a 1, pero con un 1 a 0 me conformo -contesta Graciela. Y Juan agrega: Obviamente quiero que gane Unión, sé que será un partido difícil, con un 2 a 1 vamos a andar.