-¿Fue Silguero el que te recomendó?
Fue el del Clausura '97, que Unión ganaba 3 a 0, lo echaron a Yorno y San Lorenzo lo dio vuelta y lo ganó 4 a 3. "Ese día, de la bronca que tenía, fui al banco sin canilleras y sin vendas", dice. También habló de su sorpresa por haber atajado el clásico de ese año: "Venía atajando Yorno y de pronto aparezco atajando yo en ese partido... En el clásico anterior, a Yorno lo habían echado", dijo.
-¿Fue Silguero el que te recomendó?
-Yo llegué a Unión porque me llama don Angel Malvicino, pero pasado el tiempo me entero que Silguero había hablado con Malvicino y me había recomendado... Daniel me conocía de Colombia, él dirigía a Unión Magdalena de Santa Marta y cada vez que jugábamos contra ellos, yo me atajaba todo… Llego a Santa Fe y Unión estaba muy mal, me acuerdo que fue después de un partido con Central Córdoba de Rosario… Llego yo y parecía el padre de todos, ¡tenía 37 años!… Lo primero que me pregunté fue: "¿qué carajo estoy haciendo yo acá?"... No había luz, no había agua, no había gas, no teníamos ropa… Pero bueno, me gustó el desafío... Carlos Trullet, en ese momento, juntó las fichas, después trajo al Ale Castro y al Loco Marzo a mitad del torneo, le había dado rodaje a varios pibes… En el arco, estaban Varisco, Cachito Escobar y Rodrigo Llinas, yo era el cuarto...
-Y terminás atajando...
-Me acuerdo que voy al banco con Arsenal, después hubo otro partido y enseguida perdemos con Los Andes 4 a 1 y Carlos me dijo que iba a atajar al partido siguiente. Ese viernes jugamos con All Boys en cancha de Unión...Yo había estado en el banco tres o cuatro partidos y la verdad es que ahí no te das cuenta de las cosas, pero cuando entré a la cancha contra All Boys, me sentí distinto, la gente me recibió muy bien, me tocó el arco de la redonda, saludé, me aplaudieron... A los 15 o 20 minutos salgo afuera del área, por el lado de la Pujato, cerca del lateral, enfrento a uno, lo esquivo y saco un pelotazo largo... Primero se escuchó un murmullo, pero creo que ahí nació un feeling con la gente, hubo aceptación...
-Entraron por la ventana al octogonal, en Mendoza y salieron por la puerta grande con el ascenso en Córdoba...
-Mirá, nosotros jugábamos bien pero no sacábamos resultados... Después, la cosa empezó a mejorar y ahí sí, los matábamos a todos pero llegamos a la ultima fecha dependiendo de otros resultados... Ganamos en Mendoza con la radio en la oreja porque necesitábamos del triunfo de San Juan ante Rafaela, si la memoria no me falla...
-Y ese partido en Córdoba contra Instituto fue consagratorio para vos...
-Los muchachos me decían en el vestuario: "¡Y bueno, en algún partido tenías que atajar…!". No sé si les pesó a los chicos o ellos jugaron bien, la cuestión es que se nos complicó el partido... Nosotros veníamos arrollando a los rivales y la primera final, en Santa Fe, fue así... Pero en esa revancha en Instituto, a los 23 minutos perdíamos 1 a 0 y si bien fuimos a buscar el partido, sabíamos que otro gol de ellos nos dejaba afuera… Y en el final, saco una pelota dificilísima que pega en el travesaño y sale… Fue una gran alegría.
-¿La mejor de tu carrera?
-Fue un logro personal, porque sólo me faltaba ascender a Primera. Lo mejor que me pasó fue el festejo de ese ascenso… Ya en el octogonal era sorprendente cuando esperaban la llegada desde Paraná, donde concentrábamos, pero después del partido con Instituto fue tremendo. ¡Le pusimos nueve horas desde Córdoba...! La gente en la ruta, sin dejar pasar el micro...
-Y llega Yorno para pelearte el puesto...
-Yo confiaba en mí, pero me sorprendió la forma en que salgo del equipo… Los primeros 10 o 12 partidos en la A, los atajo yo, hasta que viene el partido contra Gimnasia. Practicamos toda la semana conmigo al arco, viajamos a La Plata, vamos a la charla técnica, miro el pizarrón y leo "Yorno"... Ahí me entero de que salgo… Si te sacan lunes o martes, te das cuenta, no necesitaba que el técnico me lo dijera… Lo asimilás de otra manera, pero así no…
-¿Le pediste explicaciones a Carlos Trullet?
-No me la dio ni se la pedí… No quería que me dijera que iba a salir pero que haga lo que hacen los técnicos cuando te demuestran que te va a sacar... Y después, me llamó la atención en uno de los clásicos, el del 97... Venía atajando él y aparezco atajando yo... Había dudas y no sé por qué... En el primer clásico, el del año anterior, a Yorno lo habían echado... Y en el otro, ya en la semana Carlos me dijo que iba a atajar yo...
-¿Te sorprendió?
-¡Claro!... Si venía atajando él, ¿por qué iba a atajar yo?... Me sorprendió que me pusiera... Y cuento otra, esto no lo sabe nadie... Para el último partido con San Lorenzo, venía atajando yo... En el hotel veo que ataja Yorno… ¡Otra vez!, me dije… No me puse canilleras ni vendas… ¡Tenía una bronca!... Resulta que lo echan a él, ganábamos 3 a 0 y entro yo, sin nada… Tenía bronca, lo primero que pensé fue: "Ojalá nos metan 20 goles... ¡Pero me los hacían a mí!… Son cosas extrañas… Y en ese partido hubo algunas jugadas raras, por ejemplo el tercero o el cuarto…
-¿Cómo fue?
-No me acuerdo si ya estábamos 3 a 3 o si perdíamos 3 a 2, Giuntini saca una pelota y la deja corta, nos hicieron el gol… Yo estaba buscando la pelota afuera de la cancha, no me acuerdo bien... Y sacó... Qué se yo, era el último partido, cada uno sabía si se iba o se quedaba… Son las cosas que pasan…
-¿Cuáles son las cosas que pasan?
(Risas) -Tengo mi opinión... No sé, pero si todos los que estamos en el fútbol pensamos lo mismo, hubo cosas… No es que un día te pongan y otro te saquen , que un jugador tuyo salga apurado en un saque de arco... Lo dejamos ahí...
-Me dejás con la intriga...
-Yo diría que pasaron cosas raras... Como para no ser tan directo... Cosas que no las haría… Gente grande, de experiencia, el arquero, algún jugador… No se entiende por qué hacen esas cosas…
-¿Recriminaste algo después del partido?
-Después del partido no podía hablar porque era para trenzarse con alguno y agarrarse a trompadas... Imaginate que volví muy caliente... Y bueno, ahí terminó el torneo y me fui, ese era mi último partido… A los 15 días estaba en Patronato, en el federal A y no tenía ni ropa para entrenar... ¿Qué hago acá?, fue lo primero que me pregunté.
-¿Y con Carlos Trullet?, ¿hablaste del tema?
-Me crucé muchas veces con Carlos, pero no le pregunté ni quiero saber... Quiero quedarme con mi opinión, hoy ya no me sirve ninguna explicación... Mirá, yo pude haber sido bueno o malo adentro de una cancha, pero siempre fui honesto y leal... Una vez, nos dieron la "oportunidad" de ir para atrás, Argentino de Merlo quería vender el campeonato a Laferrere por plata y le dijimos que no, por supuesto... Fue el presidente de Merlo, que vino a decirnos que era buen dinero y qué se yo cuántas cosas...
-De lo que no me acuerdo es si el resultado de ese partido podía favorecer a San Lorenzo, porque lo que sé es que ustedes ya estaban salvados del descenso...
-Bueno... Si necesitaba ganar San Lorenzo, corrobora mi idea… Mirá, sos el primero con el que hablo este tema… Si así fue, mis dudas se van aclarando… Nunca lo hablé con nadie… En el '96 hubo versiones, decían que sí, que no, que íbamos a perder... Un día nos juntamos y le dijimos a los pibes: "Acá ascendemos sí o sí, vamos a hacerlo por nosotros, por nuestras familias, por nuestros hijos, novias, amantes, lo que fuera... Después, si el club está seco y se va a la B, será problema del club. Nosotros vamos por la gloria".
-Pero en ese momento, Colón había ascendido y Unión tenía estaba presionado por eso también...
-Yo hablo de rumores... Don Angel, vos lo conociste bien, era un dirigente ganador... En ese momento, lo teníamos a Jorge Sabag cerca nuestro... Ojalá Unión tenga hoy un dirigente como Sabag... El viajaba con nosotros, iba con un jogging, se bajaba en la 9 de Julio y Viamonte y se iba a la Afa... Volvía a las dos o tres horas al hotel. Era Jorge y el resto del plantel, también iba Néstor Arias y nadie más... No sé hoy quién va a Afa… No quiere decir que te beneficies, es tener presencia… No es necesario regalar alfajores y un pack de cervezas, es hacer sociales, involucrarse, relacionarse, compartir una buena comida… Me parece que en eso, hoy, se falla...