Santiago Mele vivió su noche de gloria. La atajada del penal fue espectacular. Y cuando se escuchó el pitazo final de Ostojich, todos los jugadores fueron a abrazarlo. Le ganaron las lágrimas a este uruguayo que tuvo palabras muy interesantes en medio de la euforia por haber sido protagonista directo de este empate tan valioso en el Maracaná.
“No lo puedo creer. Por lo que me dijeron, ese es el arco en el que Ghiggia hizo el gol del triunfo en aquél partido de 1950 que dio lugar a la historia del Maracanazo, así que me voy muy feliz”, dijo el héroe de la noche carioca.
“Yo le dije a Santiago que iba a ser un paso adelante en su carrera y estoy seguro de que no tiene techo”, sentenció Munúa.
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