El nuevo DT se hace cargo este lunes de la dirección técnica del equipo
A Munúa, Mosset no le deja una gomera para ir a la guerra
El Tato puso orden y lógica, ganó dos partidos, lo levantó moralmente y así lo recibe el uruguayo. No es el ideal, pero tampoco es un mal punto de partido para el nuevo desafío.
A Munúa, Mosset no le deja una gomera para ir a la guerra
En la gran mayoría de los casos, cuando un entrenador se hace cargo de un equipo lo encuentra desmoralizado, derrotado y derrumbado futbolísticamente. Salvo alguna excepción, de alguien que se aleje por una cuestión que no tenga que ver con los benditos resultados, esto se da siempre. Fijémonos en la diferencia que hay entre Munúa y Palermo. El uruguayo tomará un equipo que viene de ganar los últimos dos partidos, mientras que el "Titán" lo hará, al mismo tiempo, con otro que viene de perder los últimos siete. No es lo mismo.
Es un buen punto de partida para Munúa. Al margen de haber ganado los dos partidos, deja un plantel anímicamente agrandado. Y en lo futbolístico, medianamente acomodado en algunos aspectos. Mosset elogió mucho el trabajo táctico de Azconzábal. Insisto en algo: nadie hace todo bien y tampoco nadie hace todo mal. Algún aspecto positivo se le podrá encontrar al Vasco. Mosset habló de que, tácticamente, el equipo está preparado para jugar con varios sistemas. La realidad muestra que él utilizó el más convencional (4-4-2) y le fue muy bien. Quizás en esa variación que pretendió Azconzábal, haya estado el problema. La supuesta virtud se terminó convirtiendo en defecto. Quiso retornar a las fuentes cuando paró un equipo con línea de cuatro, tres volantes internos, dos un poco más abiertos y ofensivos y un delantero (con Gimnasia) y redondeó un primer tiempo aceptable pero sin gol. Bastó que le marcaran para que se desmoronara una estructura que estaba frágil. Con Aldosivi se dio una situación similar y supo dar vuelta el resultado. Sin jugar un gran partido, pero siendo ordenado y teniendo mucha eficacia.
Se soltó el equipo con Mosset. Se vio en el rendimiento de jugadores como Gastón González (el Vasco no lo ponía en este torneo y fue figura en los dos partidos con Mosset) y Nardoni. Tuvo el acierto de poner a Roldán por derecha (un "8" más clásico) y se encontró con un Luna Diale recuperado, vital para ganar el partido con Patronato. A ellos se sumaron el aporte de solidez de Brítez (más allá del infortunio del gol en contra en Mar del Plata), un rendimiento medianamente aceptable de la línea defensiva más allá de que se encontró con dos equipos (Patronato y Aldosivi) que no complicaron demasiado y un Márquez que no llegó al gol, pero que participó del juego y también sumó lo suyo para la causa colectiva.
Afuera está Portillo, afuera está Blandi, afuera está Peñailillo, afuera está Zenón, más adelante lo tendrá a Cañete. Se pueden sumar más nombres, pero éstos -por haber jugado bastante o por peso específico propio- son los que Munúa prácticamente no vio en acción si se maneja con lo que pasó en estos últimos dos partidos. El potencial, en teoría, es superior al que tuvo Mosset para afrontar su corto interinato. Y más allá de que sostengo que falta jerarquía en algunos lugares de la cancha y que dos triunfos no pueden modificar el diagnóstico, también es cierto que Munúa podrá aprovechar este envión para ir metiendo conceptos y jugadores que levanten el nivel futbolístico.
Unión debe encontrar un patrón de juego, una identidad, definirse como equipo. En buena parte de los partidos con Azconzábal no le fue bien a la hora de la tenencia de la pelota, porque generalmente perdió en ese aspecto. A veces se paró de contra (frente a Argentinos Juniors), en otras salió a plantear partidos abiertos y le fue mal (River y Vélez), en otras no supo cómo asumir el control del partido (Banfield) y en otras se encontró muy perdido en la cancha (Estudiantes).
También lo táctico tuvo modificaciones. A veces con línea de cinco atrás, generalmente con un solo delantero neto de punta, sin un "5" tapón o con capacidad de recuperación, con Cañete yendo de mayor a menor en su gravitación -y en la llegada al arco rival también- por arrancar muy de atrás o por estar más preocupado por pararse delante de sus defensores y ser, desde allí, el abastecedor del resto. La realidad es que siempre hubo una mutación de tácticas, estrategias y nombres. Conclusión: un equipo que perdió orden, ganó en confusión e inseguridad.
Tres derrotas lo alejaron y dos triunfos consecutivos volvieron a acercarlo, en la tabla general, a la posición de clasificación para Copa Sudamericana. Matemáticamente, debiera ser el objetivo. Futbolísticamente, que Munúa logre organizar y potenciar a este plantel para sacarle un jugo que, evidentemente, todavía lo tiene contenido, para sacarlo de una mediocridad en la que ha navegado durante todo este tiempo.
Eficacia
El del viernes fue el tercer partido que le tocó dirigir interinamente a Mosset y casi tiene una eficacia del 100 por ciento. El año pasado, en el último partido antes de la pandemia, lo dirigió ante Arsenal. El equipo iba ganando 1 a 0 y le empataron en tiempo de descuento. Ahora, ganó los dos que dirigió. Vuelve a la reserva.
Regenerativo y descanso
El plantel arribó desde Mar del Plata este sábado, se hizo un trabajo regenerativo a las órdenes del profesor Hugo Díaz y luego se les dio descanso hasta el lunes, momento en el que será presentado el cuerpo técnico completo que encabeza Gustavo Munúa.
Tanto el DT como sus colaboradores arribaron este sábado a Santa Fe y aprovecharán el domingo para acomodarse, diseñar la semana corta de entrenamientos y seguramente observarán videos de los últimos partidos del equipo.
Tanto Battión como Limia (que estuvo en Mar del Plata con el plantel) y Amut trabajarán mucho este fin de semana en charlas con el cuerpo técnico a fin de brindarle elementos para acelerar el conocimiento del plantel (Amut es videoanalista y tiene suficiente material para que vayan viendo distintas acciones de juego que ha tenido el equipo, tanto en lo individual como en lo colectivo). El debut será ante Platense, el viernes a las 14.30 en el 15 de Abril, en el partido que significará, además, el retorno de la gente de Unión a su cancha.
Respecto de la recuperación de algunos jugadores, habrá que esperar puntualmente por Portillo. En el caso de Márquez, se exigió en una jugada y pidió el cambio a diez minutos del final, pero fue algo leve y seguramente se recuperará sin inconvenientes.
¿Firma de contrato conjunta?
El cuerpo técnico de Gustavo Munúa firmará un contrato con la institución de 15 meses, hasta diciembre del año que viene, aunque posiblemente se establezca alguna cláusula teniendo en cuenta que el año que viene habrá elecciones en el club y que las mismas se llevarán a cabo, casi con seguridad, en el mes de mayo.
Por otro lado, todavía no firmó contrato la secretaría técnica, algo que podría hacerse en forma conjunta -o sea en el mismo momento- que lo hará el cuerpo técnico.
La secretaría técnica firmará un contrato por dos años, con cláusula de salida luego de las elecciones si es que el nuevo gobierno decide cambiar el rumbo y con la condición que no asumirán en ningún momento la conducción técnica del equipo. Estos dos requisitos fueron propuestos por los mismos integrantes de la secretaría técnica.