Con varios pibes, mordiendo más y mejor durante los 90 minutos, la "Lepra" aprovechó la falta de reacción del arquero tatengue para ponerse el 1 a 0 y jugar con los nervios del Tate. Un paso atrás en todo sentido: juego y resultado.
Con la misma moneda que Unión había ganado cuatro de los últimos siete partidos, ilusionándose con la Copa Sudamericana, Newell's le ganó 1 a 0 al equipo de Gustavo Munúa en el Coloso del Parque Independencia. Los gestos y los cambios que fue metiendo el entrenador uruguayo dejaron en claro que no estuvo cómodo nunca en la Chicago Argentina con el juego de Unión. Más allá que la diferencia fue ese derechazo de Pablo Pérez que viajó al gol por la falta de reacción (de piernas para achicar y manos para desviar) de Sebastián Moyano, se vio esta vez un equipo muy largo, sin presión alta como en los juegos anteriores y sin poner en apuros al rival de turno. Sin dudas, un paso atrás en el resultado y en el juego en sí.
"No salió el partido que nosotros vinimos a buscar. Es por eso que nos vamos con un sabor amargo, porque no era lo que habíamos hablado con el entrenador para jugarle a Newell's. En muchos pasajes, más allá de algún buen pasaje, quedamos muy largos, con las tres líneas separadas", reconoció Enzo Roldán, que venía siendo figura en los últimos partidos de Unión.
Y así como Moyano dudó bajo los caños de Unión, en el arco de enfrente se afirmó Macagno con los guantes de Newell's: descolgó bien todos los centros, frontales y cruzados, además de sacarle un misil desde lejos a Esquivel que pudo ser el 1 a 1. Ahora, de cara a los cinco juegos finales, el Tate tendrá que hacer casi "cartón lleno" si la idea es volver a jugar un certamen continental.
En el inicio, como si el agua que marcó el parate del refresco fuera bendita o mágica para Unión en ese minuto 30 del primer tiempo, lo mejor del equipo del uruguayo Gustavo Munúa se vio en ese cuarto de hora final cuando volvieron de la hidratación en el Coloso del Parque. Porque hasta que pararon para tomar de la famosa botellita (ya no hay más bidones como los del "Narigón" a Branco) había sido todo de Newell's: tenencia, aproximación al gol y chances para romperle la red al amarillo Sebastián Moyano.
A pesar que, en los planes previos, Munúa metió a Blasi por Vera para darle un poco más de contención al ala derecha de la defensa tatengue, las jugadas más peligrosas de la "Lepra" llegaron por ese lado, por la zona del "4". Primero fue "Panchito" González, aprovechando un pase filtrado de Scocco ("Nacho", a esta altura, es más "10" que "9"), quien llegó al fondo, sacó el centro con veneno, manoteó a medias Moyano y la pelota le cayó regalada a Pablo Pérez. El ex Unión, que ascendiera con Kudelka, le pegó de primera y como venía: la agarró mordida y la pelota se fue afuera con el golero visitante "gateando" y volviendo bajo sus caños. Luego, la repe dejaría en claro que tenía tiempo para pararla y patear afirmado.
Un par de minutos después, de vuelta a espaldas de Blasi, el que desbordó y ganó por izquierda fue Comba: otro centro con rosca, "Panchito" González que le gana a Corvalán y su cabezazo de pique al suelo se va besando el caño de Moyano. Era todo del local, a pesar de los gritos, silbidos y gestos de Munúa.
Hasta que Leandro Rey Hilfer marcó el quiebre hidratador, a los 30 minutos de ese priemr capítulo y con calor pesadito en la Chicago Argentina. O las botellitas que le dieron a los jugadores de Unión tenían energizante futbolero; o bien Munúa acomodó todo con un par de señas salvadoras, como en el truco. Pero después del parate, hubo otro partido. Y se pudo ver a otro Unión, ya no esperando cerca de Moyano sino mirando el arco de enfrente. En esos 15 minutos finales de la etapa inicial hubo tres claras para el Tate:
-1) A los 34 minutos fue a presionar alto el "Cuqui" Márquez y eso complicó al arquero Macagno: la pelota salió sucia, la limpiaron con centro atrás para Nardoni, le pegó como venía "Juani", pero ese 1.90 metros de Cristian Lema estirado sobre la misma línea de sentencia y con el arco vacío, alejó lo que era gol de Unión
-2) Pelotazo largo a los 40, asistencia de cabeza de "Cuqui" para Luna Diale, salida apresurada de Macagno y el ex Boca que la limpia hacia atrás para "Picotón" González: otra vez el arco vacío pero esta vez fue Bíttolo quien hizo la gran Lema para sacarla de la línea
-3) A los 41 minutos, centro desde la derecha y el juvenil Jacob (apenas 17 años), en su intento de alcanzarla hacia atrás con el pecho, casi marca un gol en contra: reacción salvadora, ahora sí, de Macagno
Néstor Gallegos Diferentes organizaciones populares confluyeron en Plaza de Mayo para reclamar por la justicia social para las nuevas generaciones.
LPF. Unión perdió 1 a 0 en Rosario contra Newells
Lo que a Newell's le llevó media hora, a Unión le alcanzó con 15 minutos para emparejar ese primer tiempo en la inexistente balanza de los merecimientos. Y como, casualmente, no existe la Justicia en el mundo de la pelotita fue Pablo Pérez, el ex Unión, quien abrió el arco de Moyano antes de los 5 minutos. En lo personal vengo sosteniendo, hace tiempo, que el arquero de Unión es hacedor de grandes tapadas y voladas salvadoras, pero le duelen y mucho las pelotas que van esquinadas casi al ras del piso. En el gol de Pablo Pérez, que no lo gritó y pidió disculpas, su visión es limpia, frontal y la pelota ni siquiera sale violentamente. Sin dudas, le faltó reacción al "1" de Unión. De piernas, para dar un paso adelante; de mano, para desviar el balón al córner. Quedó lona Unión después del error y al toque fue el travesaño quien salvó a Moyano.
El juego, con alta temperatura, obligaba a mover los bancos. Lo hizo Newell's primero, a pesar de estar ganando con dos modificaciones. Pero, sin tiempo que perder, el uruguayo Munúa mandó la primera ventana con tres aberturas a los 14 minutos del complemento: Vera, Zenón y "Juanchón" García a la cancha para que descansen Blasi, Machuca y "Cuqui" Márquez. Todo un mensaje del DT: un cambio en cada línea lo que reflejaba su incomodidad con el rendimiento y con el resultado.
El golpe de ese gol de Pablo Pérez lo terminó de extraviar a Unión, a pesar que el trámite seguía siendo parejo, peleado, por momentos ordinario y aburrido. Los cambios no cambiaron la actitud en casi nada, más allá de alguna corrida solitaria de lo más "frescos" que tampoco generó demasiado.
El cambio final de Nicolás Blandi por Nardoni, cuando faltaban diez minutos más el adicional, marcó a las claras la desesperación de un Munúa por intentar modificar desde afuera lo que era un monólogo ahí adentro. Cerca del pitazo final, sacudió desde afuera el zurdo Esquivel y el arquerito Macagno voló...pero no para la foto sino para evitar lo que hubiera sido el 1 a 1 para la visita.
Un paso atrás para Unión, en juego y resultado. Esta vez le dieron de tomar de su propio veneno. Porque Newell's le ganó con la receta que había usado antes el Tate: presión alta, morder en todos lados y aprovechar en la red rival cuando se generara alguna chance de gol. Eso sí, esta vez fue mitad y mitad. Se animó a patear Pablo Pérez y es cierto. Pero la reacción del "1", que tantas veces lo salvó a Unión con sus voladas espectaculares, esta vez fue muy flojita en el Parque Independencia. Casi inexistente.