El Litoral
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Entre Soldano y Gamba tienen cuatro goles en tres partidos; entre Pusetto y “Wanchope” hicieron cinco.
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“Somos del barrio, del barrio de La Quema...Somos del barrio de Ringo Bonavena”, es uno de los cantitos que se escucha desde siempre en el Palacio Tomás A. Ducó, en el corazón de Parque de los Patricios donde está enclavada la cancha de un agrandado Huracán que recibirá a otro agrandado Unión. ¿Quién noqueará a quién en la siesta del sábado en el Palacio de Parque Patricios desde las 14.05?
Porque los dos equipos llegan con el golpe caliente: Huracán eliminó a Colón y Unión sacó a Lanús en la Copa Argentina. Pero, además, comenzaron a sumar en la Superliga. Es por eso que Alfaro y Madelón saben que tienen al equipo propio bien pero que el de enfrente está igual de cara a este cuarto capítulo.
Después del arranque de Soldano y Gamba, por un lado; y del de Pusetto con “Wanchope” Ábila, por el otro, cuesta imaginar que este Huracán-Unión termine cero a cero. Claro está que “partidos son partidos” y hay que jugarlos. Pero el pronóstico del tiempo parece tener muy buenas noticias desde el Ducó en la parte previa.
Oscar Natalio Bonavena nació un 25 de septiembre de 1942. Fue, sin duda alguna, el boxeador más carismático de la Argentina. Su desmañada forma de pelear y su excepcional personalidad lo convirtieron en una de las figuras más populares de la década del 70. Fue uno de los primeros en comprender la importancia de los medios masivos de comunicación y supo mezclarse con la farándula con absoluto desparpajo.
De joven, abandonó los estudios y comenzó a trabajar como repartidor de pizza, empleado de carnicería y picapedrero. Inició su carrera como boxeador en el club Huracán en el año 1958, en 1959 fue campeón amateur y; en los dos años siguientes, consiguió dos coronas en los torneos sudamericanos
El 7 de diciembre de 1970 se enfrentó a Cassius Clay en el Madison Square Garden, perdiendo en el último round después de haber caído en tres oportunidades y decretándose el KO automático.
En la trágica noche del 22 de mayo de 1976, Ringo fue al “Mustang Ranch”, cabaret de Joe Conforte (ex-manager) donde, Willard Ross Brymer, custodio de Conforte, le disparó causando su muerte.
“Ringo” es uno de los ídolos históricos de Huracán, el rival de Unión en Parque de los Patricios. Y es por eso que ese cantito quedó inmortalizado para todos los tiempos en el barrio de “La Quema”...el barrio de “Ringo” Bonavena.
Madelón pone en campo, por cuarta vez consecutiva en cuatro fechas, el mismo once titular. Eso habla a las claras cómo está Unión: eliminó a Lanús de la Copa Argentina, empató con Newell’s, le ganó a Gimnasia y Esgrima de La Plata y ahora viene de derrotar a Defensa en el reducto de Florencio Varela. Nada que tocar, es un relojito la “Madeloneta” en su tercera versión, ahora en el marco de la Superliga.
Con más nombres —sólo nombrar a “Wanchope” y Nazareno Solís, ambos de Boca—, Alfaro también moldeó a su gusto a este Huracán: dos bandas intensas (Gamarra y Pusetto) y una legión de atacantes (Abila, Coniglio, Solís) interesantes.
Nadie imagina un cero a cero entre Huracán y Unión. Hay olor a nocaut en el Tomás A. Ducó, en el barrio de La Quema: ¿quién besará la lona en el barrio de “Ringo” Bonavena?
“Tenemos en claro la idea que pregona el entrenador, siempre hay cosas para mejorar como tener más posesión y poder descansar con la pelota que nos da más tranquilidad al resto. Tenemos cosas para mejorar, hasta ahora la venimos haciendo muy bien, pero tenemos que seguir creciendo, somos un equipo en formación, pero lo que uno trata es de mejorar como tener más la pelota, así se nos hará más fácil a la hora de crear”Jonathan Bottinelli, defensor de Unión.