Enrique Cruz (h)
Llegó a Unión cuando Leo regresó a fines de 2013. Ha manejado un plantel que estuvo siempre muy bien en lo físico, dándole al técnico todo lo necesario para que pueda imponer su estilo de juego.
Enrique Cruz (h)
“Bueno, muchachos. Logramos lo que nos propusimos: ganar tres partidos seguidos... ¿Y ahora?, no pensemos en otra cosa que ir por el cuarto”. Eran las 17.30, minutos más, minutos menos, de un domingo lluvioso y fresco en uno de los cien barrios porteños. La Paternal, ese lugar en el que se enclava el “Templo de Diego”, se había convertido en un polo de atracción tatengue. El hombre que se paró firme delante de sus jugadores para decir lo que dijo, no fue otro que Leo Madelón, el líder natural de esta historia que este grupo de jugadores va escribiendo “paso a paso”, como si aquella letra que acuñó para todos los tiempos “Mostaza” Merlo con su Racing campeón del 2001, encontrase ahora vigencia en este Unión de Madelón.
El “paso a paso” es de mesura, de pies sobre la tierra, de realidad que todos aceptan. El propio Madelón sabe que lidera un grupo que, en comparación con otros planteles de este torneo, tiene menos potencial individual que muchos otros equipos. Que Unión es competitivo, sí; que este momento no es producto de la suerte o la casualidad, también; que es el premio a un trabajo largo, hecho con criterio y con el convencimiento de todos de que se puede, no quedan dudas tampoco.
Madelón es líder en un plantel que se nota que está bien. Y él es el primero en saber qué es lo bueno y lo malo de sus jugadores, en qué puede insistir para mejorarlos y qué es lo que no debe hacer. Un buen diagnóstico es clave. Y Madelón lo tiene.
Insisto en algo que se me ocurre muy importante en todo este proceso: la preparación física de este plantel. El profesor Mariano Lisanti llegó con Madelón a principios de 2014, cuando se produjo su regreso al club. En aquella ocasión, recuerdo haber realizado la primera entrevista con el profesor Lisanti, un caluroso 12 de enero en la Feliz, y haber titulado: “El malo de la película”, porque era el encargado, por esos tiempos, de hacerlos correr y mucho a los jugadores. Me retracto, Lisanti termina siendo uno de los “buenos”, porque desde aquel momento se convirtió en el complemento ideal para un Madelón que —la frase no se extingue por ser remanida— ha encontrado, en Unión, su lugar en el mundo.
Alguna vez el profe Lisanti comentó que Webber (histórico preparador físico de los equipos del Bambino Veira) y Santella (de los equipos de Bianchi) fueron los hombres que marcaron un rumbo distinto en la preparación física. De ellos seguramente habrá aprendido. Y hoy, ya acercándose a los 50 años (que todavía no los tiene, vale la aclaración), disfruta de este presente consolidado en Unión y con el conductor del cuerpo técnico que integra.
“Leo siempre les dice a los jugadores que sus hijos o sus nietos no le van a preguntar, en el día de mañana, “papá, ¿cuánta plata tenés en el banco?”, sino que le van a preguntar: “papá, ¿cuántos títulos ganaste?”. Es difícil hacérselo entrar en la cabeza porque cuando saben que tienen una posibilidad de ganar dinero, piensan en lo material. Algunos lo entienden y otros no. Lo que pasa es que el fútbol se hizo un negocio y hay que tener cuidado porque algunos no están preparados para recibir de golpe toda esa fama y el dinero. Entonces, hay que inculcarles que lo que te deja el fútbol no es lo material sino que es la gloria de lo que ganaste”, dijo el profe Lisanti en aquella primera entrevista, hace más de 4 años y medio bajo el sol abrasador en la Feliz. ¿Clarito, no?
¿Volverá Abecasis?
En Godoy Cruz, llegó un triunfo para aliviar la presión que se había suscitado por las tres caídas al hilo que acumulaba (una de ellas ante Colón). Si bien no se evidenciaba, todos los jugadores y cuerpo técnico sabían que ante Aldosivi no servía otro resultado que la victoria. Fue 2-0 para los de Diego Dabove, con goles de Valentín Burgoa y Ángel González.
Uno que cumplió de gran manera su rol en la defensa fue Agustín Verdugo. El sanrafaelino reemplazó al suspendido Luciano Abecasis en el lateral derecho y dejó su sello dentro del equipo.
“Vidente”
En una nota que El Litoral realizó el mes de enero pasado con Nereo Fernández, el arquero y capitán tatengue tuvo palabras de elogio para Diego Dabove, el DT de Godoy Cruz. “Va a andar muy bien, fue mi entrenador en Argentinos Juniors, sabe muchísimo y es tremendamente capaz. Acordate de que en Godoy Cruz andará muy bien”, dijo Nereo. Y así fue. Tuvo una primera mitad de año espectacular y peleó la Superliga. No está repitiendo, por ahora, en este torneo.