Cuando finalizó el partido, algunos simpatizantes de Unión descargaron su bronca contra la comisión directiva, especialmente apuntando a la figura del presidente, que bajó de la zona de palcos unos 40 minutos luego de terminado el partido.
Fue en la zona de palcos y plateas, donde se encontraba el presidente Spahn. También volaron algunos proyectiles desde afuera.
Cuando finalizó el partido, algunos simpatizantes de Unión descargaron su bronca contra la comisión directiva, especialmente apuntando a la figura del presidente, que bajó de la zona de palcos unos 40 minutos luego de terminado el partido.
El silbato final de Ramírez y la derrota fueron el inicio de gritos e insultos contra la dirigencia, fundamentalmente, algo que se viene repitiendo en casi todos los partidos, máxime cuando hay un resultado negativo.
Unos 20 o 25 minutos después del partido, un grupo de alrededor de 40 o 50 simpatizantes se juntaron en la zona externa, sobre bulevar Pellegrini y desde allí volaron proyectiles contra algunos automóviles particulares que había en la playa de estacionamiento.