Pasó la tormenta, pero el cielo de Unión todavía no se despejó
Luego del fuerte amague de renuncia, en Mar del Plata, dos triunfos le dieron a Unión –y a su técnico- un poco de tranquilidad. En la cálida Santiago de Chile, habrá que reafirmar lo que se consiguió ante Cruzeiro y Central Córdoba.
Unión llegó a Chile en la siesta de este martes. Foto: Fernando Nicola
La agradable temperatura, contrastando con la lluvia y el fresco que dejamos en Argentina, fue la aduana de ingreso a esta ciudad capital de Chile, que recibe a Unión por primera vez en un encuentro oficial internacional, sumando paises a esta caravana internacional que se inició con aquella primera clasificación en 2017 para una Copa Sudamericana y que hoy encuentra a Unión en plena competencia en un grupo en el que ya logró superar un escollo importante -¿el más difícil de todos?- ganándole a Cruzeiro en el 15 de Abril.
No fue un triunfo más. A apenas cinco días de su debut internacional, el entrenador que lo llevó a Unión de salvarse del descenso de manera agónica en 2023, a clasificar a la Sudamericana en 2024, vivió su momento más crítico y casi terminal. “Muchachos, hasta acá llegué, veo que esto es un ciclo terminado y es hora de dar un paso al costado. Se los digo con todo el dolor del alma”, palabras más, palabras menos –y entre lágrimas- el Kily González se paró delante del grupo en la tarde marplatense para comunicarles una decisión que parecía firme en ese momento. “Cristian, vos no te vas, nosotros nos hacemos cargo de nuestra responsabilidad, no es justo que tomes esta decisión”, fue la rápida respuesta de los jugadores. Y allí vino el pedido, casi a manera de ruego: “Muchachos, no dudo de ustedes, de ninguna manera, pero quiero que me lo demuestren en la cancha el martes con Cruzeiro y en los partidos que sigan”. Y así se dio. Los jugadores le respondieron al técnico en el lugar que deben hacerlo, en la cancha, ganando y dejando una imagen positiva como fue la del partido con Cruzeiro y también con Central Córdoba, donde varios de los que habitualmente no juegan, le pusieron la cosa “difícil” al entrenador, que hizo nueve cambios y que se encontró –afortunadamente para él- con actuaciones que fueron buenas.
Unión llegó a Chile en la siesta de este martes. Foto: Fernando Nicola
Las dos victorias cambiaron el semblante y así se llega a este partido ante un Palestino de buena campaña en el torneo local (está segundo, con Huachipato, a un punto de Coquimbo Unidos que es el líder en las seis fechas disputadas), pero que arrancó perdiendo en la altura de Riobamba ante el Mushuc Runa y necesita recuperarse en el mítico estadio Nacional de Santiago de Chile, que seguramente ofrecerá muchos espacios vacíos porque el Palestino no es, precisamente, de los más populares en el fútbol trasandino.
¿Qué hará el Kily?
Desde ya que varios jugadores van a recuperar su lugar en el equipo. En el fondo, hay que gastar a cuenta de la vuelta de Cardozo en el arco y también que Gerometta, Paz, Pardo, Corvalán y Del Blanco tienen las “fichas” compradas para anotarse desde el arranque, por más que haya sido muy bueno lo de Vargas (una de las figuras ante los santiagueños) o la actuación de Mauricio Martínez jugando como último hombre y haciendo las veces de Pardo en la formación con nueve cambios que metió el Kily ante Central Córdoba.
En el medio, más allá de que Profini terminó acalambrado contra los santiagueños, se recuperará y seguirá ocupando el lugar de volante central (un gran “descubrimiento” del Kily), posiblemente con Ham y Fragapane completando esa línea del equipo. Y arriba, Estigarribia arrancará de entrada y Domina tiene chances de acompañarlo, aunque Gamba haya tenido una buena tarde el domingo, anotando el gol de la victoria.
Unión llegó a Chile en la siesta de este martes. Foto: Fernando Nicola
Si todo esto se confirma, hay muchas chances de que el Kily repita, en esta Santiago de Chile cálida, la misma formación que arrancó con Cruzeiro y que terminó ganando en el final con el gol agónico de Diego Armando Díaz, este chaqueño que ha revolucionado el mundo Unión –y haciéndose eco el resto del fútbol argentino- por su increíble historia nacida desde un humilde pueblito del Chaco profundo y militando hasta sus 23 años en torneos amateurs o semi amateurs.
Una victoria lo pondría a Unión en una situación ventajosa y casi de privilegio en la búsqueda de la clasificación para la segunda fase de la Sudamericana, además de los 115.000 dólares que otorga la Conmebol por cada partido ganado. Pero esa misma victoria tendrá un impacto anímico fundamental para seguir apostando en el torneo local. En principio, para levantar el flaco nivel de sumatoria que lo puso en una situación incómoda en la tabla general; y en segundo lugar, para ver si se pueda aspirar a lo que hoy parece ser un “milagro”: clasificarse para los play off finales, “empresa” no imposible aunque muy difícil, hoy por hoy, de darse.
Unión llegó a Chile en la siesta de este martes. Foto: Fernando Nicola
El Kily superó momentáneamente la crisis con dos triunfos tranquilizadores y revitalizantes. No es cierto, como él dijo luego de ganarle a Cruzeiro, que “el 95 por ciento de los hinchas de Unión quieren que me vaya”. No es así. Tiene el respaldo de la gente, pero empezaron a mirarlo de reojo porque la expectativa creada con las incorporaciones iba mucho más allá de lo que se ha cosechado hasta ahora.
Por eso, hay que reafirmar lo conseguido en estos dos partidos. Se ganó bien, no le convirtieron goles y mejoró la imagen. Hubo una actitud distinta, una intensidad similar a la de los buenos momentos del año pasado y victorias que fortalecieron la postura de un entrenador que dudó y hasta amagó irse, como pasó el año pasado luego de aquella derrota que dolió, en Junín, ante Gimnasia de Mendoza por la Copa Argentina. La tormenta pasó, pero todavía no ha salido el sol y eso es lo que Unión debe buscar, que se le despeje de una buena vez su propio cielo.
Unión llegó a Chile en la siesta de este martes. Foto: Fernando Nicola
La llegada a Santiago de Chile
Luego de una hora y cuarenta y cinco minutos de vuelo, el plantel de Unión llegó a Santiago de Chile en horas de la siesta. Además de los jugadores y muchos dirigentes, con Luis Spahn a la cabeza, también lo hicieron hinchas caracterizados que acompañaron al plantel.
Entre otros, se pudo observar la presencia de Miguel Torres del Sel –permanente colaborador del club- y Raúl Fernández. Pero no fueron los únicos que llegaron en el vuelo. Casi a la misma hora que el plantel se produjo el arribo de otro vuelo procedente de Buenos Aires que trajo a varios simpatizantes rojiblancos, entre ellos el candidato a presidente por Encuentro Unionista, Hèctor Desvaux, quien viajó acompañado de su esposa y su padre, además de Guillermo Sabena, uno de los máximos referentes de la oposición tatengue, quien casi con seguridad será el ocupante de una de las vicepresidencias.
Unión llegó a Chile en la siesta de este martes. Foto: Fernando Nicola
El plantel se aloja en el hotel Pullman Vitacora, junto a algunos directivos, mientras que el resto de la delegación oficial de Unión está en el hotel Le Meridien.
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