Desde el "Patrullero" Trullet, pasando por Toto Capitano, Cabrol y "Mendozita"
Unión es más antiguo que Emelec, el club "eléctrico" (su nombre significa Empresa de la Energía Eléctrica de Ecuador) que nació en 1929 y fue fundado por George Capwell, un norteamericano que le dio el nombre a su estadio. Hay varios nombres en común.
El Litoral Una formación de Emelec (habitualmente su atuendo es azul con una franja blanca al estilo de River) en 1978. Trullet aparece parado a la derecha de la foto abrazando a un niño. En esa formación está el Gringo Sacconi, cuarto de los parados empezando desde la izquierda.
En este juego de encontrar nombres en común hay algunos que surgen a simple vista: Carlos Trullet y Salvador Capitano. En el caso del "Cabezón", nadie ignora su filiación estrecha con Unión. Los ascensos del 89 y el 96 lo tuvieron como protagonista, además de haber sido un jugador importante en la gran campaña de 1975. Salvador Capitano fue el técnico que sucedió a Mario Zanabria en 1999, pero su paso por el club fue muchísimo más fugaz. Antes de dirigir a Unión, Capitano -un hombre de la escuela de Renato Cesarini y amigo de Jorge Solari- fue un exitoso entrenador de Emelec, lo sacó campeón en tres oportunidades y además dirigió al Barcelona, el tradicional rival.
Los nombres no se terminan allí, porque hay otro integrante de la lista: el Gringo Antonio Sacconi, ex Colón y Unión, un volante central de mucha fuerza y despliegue que fue compañero en los dos equipos de la ciudad del "Cabezón" y luego lo acompañó en su incursión por Guayaquil.
"Fuimos juntos con el Gringo Sacconi. Después del problema que tuve en Unión, a fines del 77 o principios del 78, surgió la posibilidad de irme a Ecuador. En realidad, yo tenía la chance de jugar en Argentinos Juniors, pero salió lo de Emelec, me dieron un dinero en la mano y me fui para allá. La verdad es que me fue bárbaro, pero te aseguro que nunca pude superar que me hayan echado de Unión. Porque fue así, a mí me echaron aquella vez. Y bueno, se venía la guerra con Chile, el Mundial y la verdad es que yo sufría mucho estando afuera. Me acuerdo que en el último partido, hacen un combinado Emelec-Barcelona para jugar con el Cosmos. Estaba Giorgio Chinaglia, el centrodelantero italiano. En ese partido me lesiono la rodilla y eso me provocó una gran angustia. Y ahí dejé de jugar", cuenta Carlos Trullet, quien recuerda el nombre de Nassib Neme, el actual presidente, porque lo quiso llevar de entrenador. "En el 92, estando en Quilmes, me vino a buscar Neme, el actual presidente. Este hombre lo modernizó al club. La verdad es que cuando se contactó conmigo, le pedí un dinero para que me dijera que no o para que se justificara irme de Quilmes. Yo ya le había dado la palabra, así que la cumplí y me quedé. Salvador Capitano fue en lugar mío y anduvo muy bien". Y fue así nomás: en el primer año no pudo conseguir el título pero adquirió la experiencia suficiente para sacarlo campeón del torneo ecuatoriano al año siguiente, en 1993.
El Litoral La foto es de 1974, cuando Carlitos Mendoza era un pibito que ya deslumbraba con su juego, en compañía de un maestro: Neato Grasso. La foto es en la tribuna redonda de Unión.
La foto es de 1974, cuando Carlitos Mendoza era un pibito que ya deslumbraba con su juego, en compañía de un maestro: Neato Grasso. La foto es en la tribuna redonda de Unión.Foto: El Litoral
A Carlos Trullet, le decía "El patrullero" en Emelec. "En esa época, jugábamos el clásico con Barcelona con 50.000 personas, todas mezcladas en el estadio Modelo. Barcelona era más popular, pero nosotros teníamos mucha convocatoria. ¿Sabés quién era el más popular?, el Aucas... Y después, estaba la lucha entre el llano y la altura", cuenta el "Cabezón", algo a lo que luego se refirió Capitano, cuando dijo que "si Barcelona o Emelec jugaran en la altura de Quito, ya habrían salido campeón de la Copa Libertadores". La realidad es que Emelec ha ganado muchísimos torneos de la Liga Ecuatoriana, pero no pudo conseguir nunca un logro en la Libertadores o la Sudamericana, dos torneos a los que estuvo abonado casi de manera permanente.
"Allá le dicen el invierno cuando llovizna, porque tenés 15 o 20 grados durante casi todo el año. Puede ser que a esta altura se encuentre con una temperatura mayor. Es una zona húmeda y llueve seguido", cuenta Carlos, recordando aquél año vivido en Ecuador.
De Unión, es poco lo que Carlos puede aportar. "El otro día estuve viendo la formación en uno de los amistosos y la verdad es que conozco poco. Quizás al que tengo más visto es al Cuqui Márquez, al que conocí cuando estaba en las inferiores de Unión", dice el Cabezón, algo disgustado con el presente del fútbol argentino, del que reniega: "Veo que hay mucho enfrentamiento entre los dirigentes, que no se sabe qué campeonato se va a jugar y no entiendo que no haya descensos. Sin descensos, el fútbol pierde atractivo. Lo que veo es que en los últimos 50 años hicieron 'méritos' para arruinar lo que estaba bueno. No sólo en primera, en el Nacional B también. Porque en otros tiempos no muy lejanos, el Nacional B era un torneo muy atractivo".
Pero los nombres no se reducen a los de Trullet, Capitano y el Gringo Sacconi, integrante del plantel que ascendió en el 74 y que luego se quedó a jugar en el 75 más allá de la cantidad de figuras que trajo el Toto Lorenzo, sino que aparecen otros jugadores que en su carrera tienen inscriptos a Unión y a Emelec como dos de sus destinos.
Fernando Nicola Darío Cabrol jugó también en Emelec, luego de haber sido figura en Unión.
Darío Cabrol jugó también en Emelec, luego de haber sido figura en Unión.Foto: Fernando Nicola
Uno de ellos es Aníbal Cibeyra, un delantero que quizás pueda pasar desapercibido para muchos, pero que llegó a Unión luego de haber arrancado en River e integró el plantel que descendió en 1970. Cibeyra fue a Emelec en el mismo año que viajaron Trullet y Sacconi. No se habían conocido en Unión, pues éstos dos llegaron después que Cibeyra se fue, pero compartieron ese plantel de Emelec que salió tercero en aquél 1978.
Luego, en 1990, le llegó el turno a un jugador que se formó en las inferiores de Unión de la mano de un maestro como Neato Grasso, que luego llegó a primera, jugó en Boca y ese año fue contratado por Emelec: Carlos Alberto Mendoza, un volante ofensivo, número 10, que jugó casi 100 partidos con la camiseta de Unión y muchos lo recuerdan por su habilidad.
Por último, Gustavo Raggio se puso la camiseta de Emelec antes que la de Unión -club en el que estuvo en dos ocasiones- y Darío Cabrol, que ya en la parte final de su carrera profesional y después de haber estado en Huracán, se fue en el 2003 a jugar en el club ecuatoriano que será el rival de Unión en esta segunda instancia de la Sudamericana.
El jueves es el partido de ida
Se confirmaron los días y horarios para los dos partidos de esta segunda fase de la Sudamericana. El de ida se jugará en el 15 de Abril, el próximo jueves a las 19.15 hora de nuestro país. La revancha, que tendrá lugar en el estadio George Capwell de Guayaquil, se jugará el jueves 5 de noviembre, también a las 19.15 de nuestro país (17.15 de Ecuador) para definir el equipo que pase a octavos de final, instancia en la que tendrá que jugar ante el que resulte vencedor del choque entre Bahía de Brasil y Melgar de Perú.
Pone toda la carne en el asador
Por Roberto Machado (x)
Emelec es un equipo que no atraviesa un buen momento, en la primera fase de la Liga Pro tuvo una campaña paupérrima y no ha logrado Rescalvo, el ex técnico de Independiente del Valle, dar la talla. Rescalvo no encuentra el equipo y no hay buen feeling entre él y los jugadores, haciendo que la realidad sea más negativa todavía.
Tiene una plantilla importante, pues entre Liga de Quito, Emelec y Barcelona están los mayores presupuestos del fútbol ecuatoriano, pero a la hora de la verdad y en el campo de juego, el equipo no responde. Terminó décimosegundo en la primera fase del torneo y en esta segunda fase le ganó a uno de los últimos y cayó ante su hermano de patio, Guayaquil City. Esto ha generado problemas muy graves, al punto tal que se pensó en la salida de Rescalvo. Ocurre que su cláusula de rescisión es muy importante y por ese motivo se decidió mantenerlo en el cargo.
Robert Burbano, uno de los jugadores del plantel, lo criticó con dureza en redes sociales y fue separado del primer plantel y trabaja con el sub 20. Esto es un reflejo del momento que vive. En la Liga Pro tiene pocas posibilidades, faltan 13 fechas pero apuesta todas sus fichas a la Sudamericana.
Tiene un volante uruguayo, Sebastián Rodríguez y atrás conformó la zaga con dos argentinos, Anibal Leguizamón y Leandro Vega que no dieron la talla, en tanto que el arquero Ortiz viene de ser campeón con Delfín. El Tuca Ordoñez es su mejor figura arriba, pero es un equipo que no ha tenido un gran poderío ofensivo.
Por otra parte, lo que complica también es la permanente variación. Aparece un equipo y al partido siguiente, el técnico cambia todo. Por lo que viene ocurriendo en la Liga Pro, tengo la impresión de que Emelec pone toda la carne en el asador en esta Copa Sudamericana.