Pepe Castro, aquel wing que fue capitán y figura en el Unión del 89
Va a formar parte del grupo de trabajo de Triunfo Tatengue. “Unión es una debilidad para mí, hay que generar un shock de expectativa en la gente y quiero ayudar”, dijo en su visita a El Litoral.
Pepe Castro, aquel wing que fue capitán y figura en el Unión del 89
Había llegado a Santa Fe con todos los pergaminos encima. Tres años antes había jugado una final intercontinental, la que jugaron Argentinos Juniors y Juventus, que se recordará por siempre como uno de los mejores partidos de fútbol de la historia (máxime en ese tipo de circunstancias). No para de contar anécdotas, como cuando jugó el primer partido del Nacional B en la cancha de Douglas Haig de Pergamino. “¡Había gente que andaba a caballo!”, cuenta el Pepe, recordando lo que acontecía en aquél estadio ubicado en las afueras de la ciudad.
En varias oportunidades, el Pepe fue nota en El Litoral y si algo lo ha distinguido siempre es esa inclinación constante a referirse con mucho cariño, no exenta de autocrítica, para hablar del club. Ha sido muy crítico con Azconzábal y lo reafirma. “Quisiera saber qué habría pasado si la gente podía ir al estadio. Yo jugué en esa cancha y la presión se siente un montón”, dice Pepe, que tampoco se cansa de contar anécdotas de sus tiempos de jugador.
“Antes se jugaba fuerte, pero leal. Ahora no pasa eso. Me acuerdo un partido con Boca, el que me marcaba era Rebottaro, que después vino a Colón. Y Pernía jugaba por el otro lado. Todos hablaban de lo fuerte que jugaba Pernía. Y me acuerdo que en un momento dado lo cruzo y le digo: ‘Tano, ¿por qué no me venís a marcar vos?’. El técnico de Boca era el Toto Lorenzo. ¿Sabés lo que hizo el Tano?, lo mandó a Rebottaro del otro lado y se vino a marcarme él a mí… El Toto no entendía nada”, cuenta el Pepe. Y agrega: “Había jugadores que iban con todo, que eran muy fuertes como Passarella o Ruggeri. Pero lo hacían con lealtad. No eran mala leche”.
Pepe Castro se va a quedar hasta el sábado en Santa Fe, estuvo reunido en el domicilio de Leonardo Simonutti e inició una agenda que contempló varias reuniones con peñas y filiales. Su función será la de ser un asesor del presidente, a la vez que establecerá contactos en lugares en los que estuvo trabajando luego de dejar el fútbol, como por ejemplo en China.
“Yo estuve cerca de dirigir a Unión, fue cuando Nery Pumpido, a fines de la década del 90, tomó la conducción técnica interina del equipo, en un partido contra Independiente en Avellaneda. Yo estuve en la cancha ese día, me invitó Angel Malvicino a que vaya. La promesa estaba. El partido terminó 0 a 0 y decidieron que Nery siga al frente del equipo. Le fue bien y quedó confirmado”, recuerda Castro.
Más allá de una agenda bastante agitada para el ex jugador de Unión (ascendió, fue goleador en Primera y de Unión se fue a San Lorenzo y a la U de Chile), se dio un tiempo para visitar nuestra casa.