Todos pisaron el charco en el que se embarró el entrenador
No hubo nadie para rescatar en el rendimiento individual. Los desaciertos se sucedieron y el resultado está a la vista: Unión fue un equipo híbrido, confundido y deshilachado, sin figuras que sobresalgan.
Luis Cetraro Apaolaza defiende bien la pelota ante la marca de Dylan Gissi, que debutó como titular pero que no anduvo bien. Reconoció, después del partido, que el cabezazo del segundo gol (el de Del Prete) se podría haber evitado.
No hubo un solo jugador de Unión que "salvara la ropa". Todos por debajo de su nivel, desconcertados, desbordados y sin esa rebeldía que a veces resulta necesaria ante la adversidad. Hace algunas semanas, Unión perdía en el 15 de Abril ante Talleres, pero al menos el equipo mostraba una actitud "contestataria" que lo llevó a ponerse al borde del empate. Y que no se consiguió por aquél error -admitido por el propio Nazareno Arasa, árbitro del partido- del claro penal en perjuicio de García que fue ignorado. Nada de eso existió esta vez. Unión quedó sometido, perplejo, derrotado desde muchísimo antes de cumplirse el minuto 90 ante un rival que en el segundo tiempo se dedicó a "balconear" el partido.
Moyano (5) no pudo apartarse del flojo nivel general. No pudo evitar ninguno de los dos goles y apenas si logró interceptar un par de disparos posteriores. Quizás pueda buscarse en el primer tiempo de Vera (5) como algo para rescatar, sobre todo por la importancia de algunas proyecciones para generar, al menos, un par de centros que inquietaron a Andújar, pero con algunos problemas en el retroceso. Gissi (4) tuvo problemas cuando lo encararon en el mano a mano haciendo prevalecer la mayor velocidad y no consiguió darle solidez en el juego aéreo. Brítez (4) no pudo escapar de las generales de la ley, lo mismo pasó con Corvalán (4), al margen de algún intento por empujar al equipo -no concretado- y lo propio pasó con Esquivel (4), que fue sustituido al término del primer tiempo y que nunca pudo desbordar ni generar una sociedad con Insaurralde por el sector izquierdo.
En la mitad de la cancha se vio lo peor de Unión. Portillo (4) terminó perdido en la cancha, complicado por la movilidad de Del Prete, un jugador de buen pie que supo escaparle a la marca. Cañete (4) no encontró en ningún momento su lugar en la cancha, se replegó demasiado para buscar la pelota y transitó sectores intrascendentes y sin gravitación. Esto hizo que los de arriba quedasen desconectados. La idea era que tanto Borgnino (4) como Insaurralde (4) bajaran por los costados. Como Estudiantes manejaba la pelota, si Unión conseguía recuperarla no podía avanzar en bloque porque quedaban todos demasiado lejos del área rival. Y Cordero (4) tampoco pesó en todo el tiempo que el técnico lo dejó en la cancha (hasta los 30 minutos del segundo tiempo.
Márquez (4) entró en el inicio del segundo tiempo para jugar de enganche, replegado, a veces arrancando muy de atrás. Es cierto que el "Cuqui" tiene buen manejo de pelota y es un jugador inteligente; pero básicamente, es delantero. Y pisó pocas veces el área, porque la idea era que no se estacione arriba y que trate de ser un nexo, seguramente con la idea de que Cañete tenga un intérprete para jugar al fútbol. Zenón (4), mientras tanto, tuvo la posibilidad de inquietar cuando recibió dos pelotas largas (una de Márquez y otra de Gissi), pero no alcanzó a dominar bien el balón y esas chances -porque en ambas estaba habilitado- se diluyeron. Y los tres cambios finales (Nardoni, González y García) no aportaron demasiado. Quizás haya sido Gastón González el que más entró en juego por el costado izquierdo, pero peleando mucho por la posesión de la pelota y sin pesar en la zona de definición.
Unión fue un equipo híbrido, sin respuesta ante la adversidad, exento de rebeldía y que no supo vender cara la derrota como le pasó ante Talleres. Agravó el panorama desconcertante del partido con Vélez. Y sembró de dudas el futuro y la confianza hacia un entrenador al que cuesta entender.
Luis Cetraro Esta jugada fue muy polémica. Marco Borgnino tenía ganada la posición y cuando enfrentaba a Andújar fue desestabilizado. El árbitro estaba cerca y no cobró nada.
Esta jugada fue muy polémica. Marco Borgnino tenía ganada la posición y cuando enfrentaba a Andújar fue desestabilizado. El árbitro estaba cerca y no cobró nada. Foto: Luis Cetraro
Gimnasia
El próximo rival de Unión será Gimnasia y Esgrima La Plata. El partido irá el lunes a las 13.30 en el estadio del bosque platense y será dirigido por Diego Abal.
Merecidas distinciones a Grassi y a Magnín
Antes de iniciarse el partido, el presidente del club, Luis Spahn, entregó dos merecidas distinciones. Se trata de dos hombres del club que recibieron su correspondiente camiseta. Uno de ellos es el nadador Santiago Grassi, que recientemente participó en los Juegos Olímpicos y que estuvo hace unos días brindando charlas a los chicos que están dando sus primeros pasos.
El otro fue Sergio Magnín, a quién Spahn le entregó la camiseta con el número 28, referido a la cantidad de años que Magnín estuvo trabajando como kinesiólogo en la institución.
Sergio acudió a la cita vestido como si fuera un día normal de trabajo. Seguramente, una gran melancolía y emoción habrá recorrido su cuerpo en virtud de lo mucho que dio y que quiere a esta institución en la que vivió momentos de gran felicidad y también otros de profunda tristeza durante todo este tiempo.
Luis Cetraro Gary Insaurralde intenta hacerse de la pelota ante la marca de Corcho Rodríguez, el buen volante central de Estudiantes que hizo un partido aceptable junto con Zuqui en ese sector de la cancha.
"Gary" Insaurralde intenta hacerse de la pelota ante la marca de "Corcho" Rodríguez, el buen volante central de Estudiantes que hizo un partido aceptable junto con Zuqui en ese sector de la cancha. Foto: Luis Cetraro
"Los goles de ellos fueron previsibles y solucionables"
Juan Manuel Azconzábal habló luego del partido, se fastidió y hasta se lo vio poco tolerante con algunas preguntas, sobre todo cuando se insistió en dos aspectos: 1) la posición en la cancha de Cañete; 2) el aspecto anímico de los jugadores. Esto dijo el técnico tatengue:
"No me gustó el partido que hicimos, soy el responsable de que no hayamos podido ganar. El poco margen que le dimos en lo defensivo, Estudiantes lo supo aprovechar. Y las ocasiones que creamos en el primer tiempo, no prosperaron. Las jugadas de los goles del adversario eran previsibles y no las supimos resolver".
"Esta y la de Vélez son derrotas que duelen y dan bronca. Buscaremos la forma de mejorar, de que el equipo progrese con más juego y con más enjundia y concentración".
"No jugamos bien y yo soy responsable. Tenemos un partido en poco tiempo e intentaremos dejar otra imagen. Hay que laburar y mejorar para enfrentar el lunes a Gimnasia".
"Nosotros jugamos muchos partidos con tres centrales. Una de las características de Estudiantes es utilizar el juego aéreo, sin embargo los goles fueron situaciones que se pudieron solucionar. No fue una llegada por sorpresa o algo que no estuviera previsto. Lo resolvimos mal. Nos costó luego encontrarle los espacios al rival, que supo acomodarse bien".
"Los jugadores están con bronca y saben que no pueden bajar los brazos. Esto es fútbol profesional y hay un partido en cuatro días, tenemos la obligación de dejarlo bien parado a Unión. Este resultado y el de Vélez no me gustaron para nada".
"Hicimos cinco cambios durante el partido y fuimos a buscar que el resultado se modifique. En cuatro minutos, otra vez, nos encontramos con dos goles en nuestro arco. No hay mucho para decir cuando se pierden partidos de esta manera".
"Unión hizo uso de la opción de Cañete jugando en la posición en la que jugó desde que asumí. Cañete vino seis meses antes que Acevedo y siempre jugó en el lugar donde lo pongo, de volante central. ¿Por qué lo compró Unión a Cañete?, no lo compró porque jugaba de delantero, sino porque jugaba de volante central. Y ese fue el puesto en el que yo lo puse. Cañete, hoy, tomó la pelota pasando la mitad de la cancha en varias oportunidades y si alguna vez desciende para intercambiar posiciones con otro jugador, son cosas planificadas y que pueden pasar".
"Márquez no entró como enlace, sino como un segundo delantero para ganar las espaldas de los dos volantes de Estudiantes. Al principio, a eso lo buscamos con el cierre de Borgnino y luego lo intentamos con Márquez y con Zenón. Obviamente que le pedí que llegue a la finalización de la jugada, que baje, toque y vaya a buscar al área rival".
"Atacamos mucho por derecha en el primer tiempo y en el segundo tiempo intentamos que la pelota circule un poco más. Es difícil jugar de otra forma ante un rival que tiene dos centrales con tanta altura".