El reencuentro de varios ex jugadores de Unión en el homenaje a Pumpido
Varios de ellos (casi todos) compartieron plantel cuando Leopoldo Luque jugaba en Unión. Brotaron recuerdos y anécdotas de viejos y añorados tiempos de lucha en varias categorías (la A, la B y también el Regional).
De pie: Mario Olivera, José Luis Burtovoy, Jorge Artucio, Nery Pumpido, Tomás Vicente Rossi, Hilario Bravi, "Pachín" Bonaveri y Carlos Mazzoni. Sentados: Rubén Favini y Hugo Trédici. Crédito: El Litoral
Alguno de ellos compartió plantel con Nery Pumpido, pero casi todos estuvieron más vinculados a la "era Luque", otro de los que la Liga homenajeó poniéndole su nombre a una de las canchas del predio. Las anécdotas fluyeron. Inclusive, el recuerdo los llevó, por ejemplo, a un partido que es ícono de la historia tatengue, como aquél de Campana en 1974. Hilario Bravi se sentó al lado del mellizo Mario Olivera y recordaron que fueron rivales. Bravi marcó el gol de Unión aquélla tarde del 14 de diciembre y Olivera jugaba en Estudiantes de Buenos Aires, antes de partir a Comodoro Rivadavia y mucho antes, también, de ponerse la camiseta de Unión cuando "Cacho" Cadars los trajo -a él, al Turco Alí y a Julio César Di Meola- del Huracán sureño.
En esa mesa, por ejemplo, estaban José Luis Burtovoy y el Patón Rossi, que también formaban parte de ese plantel de Unión que logró el ascenso a la "A". La "Polaca" se quedó a jugar en Primera en el '75 y el Patón debió irse del club y tuvo un breve paso por Colón, antes de seguir su carrera -con marcado éxito- en Mendoza, donde todavía se lo recuerda.
Hugo Trédici -de prodigiosa y futbolera memoria- traía partidos, goles y resultados al recuerdo de aquellos tiempos. Varios de ellos vivieron la época de Unión en el Regional, como es el caso del profesor Jorge Artucio, del "Conejo" Delbianco y también de "Pachín" Bonaveri. A propósito de "Pachín", con Vigo y Salas formaron una delantera usual de esos momentos, mientras Leopoldo alternaba o trataba de ganarse su lugar. Nadie desconocía las virtudes de Leo, pero es cierto también que le costó ganarse la titularidad. Inclusive le pasó lo mismo cuando llegó Benito Emilio Valencia, un mendocino que fue eje de una trilogía ofensiva con Juárez de un lado y Garello del otro, que obligaba muchas veces a Leopoldo a pelear un puesto como "10", hasta que su explosión llegó en 1975 de la mano del Toto Lorenzo y un ascendente e interminable proceso que lo llevó a convertirse en el mejor centrodelantero del fútbol argentino y en una figura clave en el Mundial de 1978.
Otro jugador que no escapa al recuerdo de los hinchas de Unión, es Rubén Favini. Fue un defensor que también desafió aquellos momentos en los que el club apostaba a los "chicos" de inferiores para mantenerse en Primera (sitial que perdió en 1970) y luego decidió la desafiliación para intentar el retorno a la máxima categoría a través del Regional, para jugar el Nacional. Eran partidos de "hacha y tiza", en canchas muy complicadas. Justamente, Unión jugó el viernes en un escenario que le fue esquivo en 1972, cuando Gimnasia de Mendoza lo dejó afuera en la final por el ascenso al Nacional.
No pasó para nada desapercibida, tampoco, en aquella mesa, la presencia de Carlos Santos Mazzoni. Sus recuerdos se inrtercalan, porque "Patita" padre jugaba en reserva en el tiempo en que estaba Leopoldo brillando en Unión y porque luego integró aquéllos planteles que llegaron hasta lo más alto en la A, al punto tal que en 1978 peleó el Metropolitano, perdió en semifinales con River en el Nacional y al año siguiente, en 1979, todavía da vueltas en la memoria de los tatengues, su tiro libre en el arco de la barra de las bombas, que se le metió abajo a Fillol y puso el 1 a 0 parcial de un partido que terminó empatado 1 a 1 y que, por aquél gol de visitante, River fue campeón luego de haber igualado la revancha 0 a 0 en el Monumental.
Brotaron nombres, anécdotas, recuerdos (alegres y tristes) que fueron armando la historia personal de cada uno de ellos. En el caso de Hilario Bravi, jugando en la B, en la A (hizo varios goles y era un jugador al que el Toto Lorenzo siempre echaba mano más allá de tener grandes delanteros como Mastrángelo, Marasco, Trossero, Luque y Tojo, entre otros, y también fue entrenador en la década del '90, con un equipo que jugaba bien y que tenía potencial para pelear un ascenso.
Todos, luego, se sacaron la foto de rigor con Nery Pumpido, el anfitrión y protagonista de la noche. El Litoral tuvo el honor de compartir esa mesa bien futbolera en la que abundaron recuerdos y anécdotas de quiénes aportaron su granito de arena para el engrandecimiento del fútbol santafesino.