El Gallego Méndez, la enfermedad de su hijo y las 19 infiltraciones en la rodilla
Debió atravesar un durísimo momento que lo obligó a dejar a Xolos de Tijuana el año pasado. Su experiencia con Maradona en Gimnasia y aquella salida, también intempestiva, de Godoy Cruz.
El Gallego Méndez, la enfermedad de su hijo y las 19 infiltraciones en la rodilla
Sebastián Méndez llega a Santa Fe para dirigir a Unión luego de haber afrontado un durísimo momento de su vida con la enfermedad de su hijo. “Esto me hace ver la vida de otra manera”, dijo en su momento el nuevo técnico rojiblanco, que llegará acompañado de dos ex jugadores del rojiblanco, Adrián González y Fabio Talarico.
Quiénes lo conocen, lo definen como alguien de mucha personalidad. Un ex compañero lo definió de esta manera: “Era disciplinado y ordenado cuando jugaba, imagináte lo que debe ser ahora como entrenador”. Estuvo en el radar de la anterior secretaría técnica. Su nombre y los de De Felippe y Falcioni fueron propuestos, pero esto fue luego de la derrota con San Lorenzo. Y justamente, ese fue el momento en el que la directiva tomó la decisión de ponerle punto final al ciclo de Roberto Battión y Esteban Amut en la secretaría técnica.
“Santiago, mi hijo, ahora está muy bien. Tiene 21 años. Se enfermó. Yo estaba en México y cuando la madre me llamó, tomé el primer avión y cuando llegué ya estaba internado. Se curó de algo muy jodido. Es una bendición que se haya curado. Siempre hay algo peor en la vida, pero él es una fiera y se recuperó. En el avión de regreso, paré en Panamá. Esos momentos fueron durísimos para mí. Y me tocaron cosas desde lo humano que fueron geniales, como por ejemplo que la gente del Tijuana quería que lo llevase para allá”.
“Ganar y perder un partido, para nosotros, es todo y lo seguirá siendo. Pero hay cosas en la vida que son más importantes. El día que empezó el Mundial, estábamos en la Fundación Favaloro. Y vimos el primer partido ahí. Y lo terminó viendo en su casa. Fue muy lindo verlo gritar dale campeón. Si los jugadores de la selección supieran todas las historias que hay detrás y lo que hicieron a partir de ese hecho deportivo, es tremendo”.
“Estoy más fortalecido y más centrado. Me dio un poco de bronca tener que volverme de México porque el equipo estaba jugando bien, pero no había otra salida que la de estar al lado de mi hijo. Eso supera cualquier otra cosa. Ahora que él está recuperado, vuelvo al ruedo con todas las ganas”.
“En esos duros momentos le pedía a Diego (por Maradona, por entonces ya fallecido) que me ayudara, disfrutaba muchísimo el día a día con él. Y cuando empezaba a contar historias era algo imperdible. Con los jugadores se enojaba a veces. ‘Tienen que darle la pelota a los de blanco y azul’, decía. En Gimnasia, Maradona fue feliz”.
“Me hicieron 19 infiltraciones, tenía 32 años y el médico me dijo que no podía jugar más de la manera más linda, diciéndome que hay una vida por delante, que no todo se termina en el fútbol. Jugaba sin dolor porque con la anestesia no sentía nada. Durante la semana hacía quince minutos de fútbol, el día posterior a los partidos no podía caminar, me infilitraban y jugaba. Entrenaba en una cinta de agua, para amortiguar. No me quejo porque me fui de una cancha saliendo campeón”.
“En Godoy Cruz, lo único que tratamos es de trabajar y lo hicimos mucho y para eso tuve la predisposición de los jugadores. No hubo problemas ni con los muchachos más grandes ni con el presidente, la realidad es que yo necesitaba parar un poco y estar con mis hijos. Me da pena que no haya llegado un año antes a Mendoza para poder traerme a todos en ese momento. Y también me dio mucha lástima el hecho de no dirigir al equipo en la Libertadores".
No es un dato menor que lo acompañen dos ex jugadores de Unión, por más que ha pasado mucho tiempo desde que jugaron en Santa Fe. Al margen del profesor Hernán Castex, llegará Adrián González, quien tuvo un buen paso por Unión más allá de que se fue al descenso en el 2003, pero luego fue campeón con San Lorenzo. Y también Fabio Talarico, quien integró el equipo que se salvó del descenso en el 91, en un partido muy recordado ante Lanús, cuando a Unión lo dirigía Trullet y Miguel Russo al Granate.