"Mis recuerdos en Unión se remontan al '66. Yo nací en Intiyaco y vine de pupilo al colegio San José de Esperanza. Tenía un familiar que vivía en Pasaje Irala, cerca de la cancha de Unión, así que el fin de semana me venía a Santa Fe y como dice el tango, 'de chiquilín me colaba para verte jugar'. Mi pasión nació con aquél equipo de Cocco, Casal, Sauco, Tremonti, Santamaría... Y allá por el '85 me incorporo a aquélla revolución del básquet con el querido Pepe Sólito. Al año siguiente participé en el proceso eleccionario, llegamos al gobierno y fueron tres o cuatro años realmente arduos. Ya después me tuve que trasladar a Reconquista e incursioné en política, pero nunca dejé de tener mi platea en Unión y jamás dejé de venir a verlo". El doctor Héctor Ojeda Varela es un nombre y una imagen conocida en Unión, de esos habitantes permanentes de los pasillos, sea o no parte de la conducción de turno.
-Hablando de dirigentes, "Baby", ¿con quién o quiénes te sentiste identificado?
-Los clubes son el reflejo de la impronta que le dan sus dirigentes. El liderazgo presidencial, si dirige el club con honestidad y transparencia, es fundamental... Recuerdo al doctor Marcelo Casabianca y al doctor Súper Manuel Corral, este último con aquélla osadía de armar un gran equipo en el '75, rescatando los verdaderos valores de Unión. Ellos le dieron jerarquía a Unión, por eso digo que este presente es de decadencia, apostando a cuestiones circunstanciales y no porque haya existido una planificación. Y siguiendo con dirigentes que me marcaron, no puedo obviar a Angel Malvicino, con esa figura paternal y un amor enorme por el club.
-¿Cómo ubicás a Spahn, un hombre que incluso tiene una permanencia como presidente que otros no tuvieron?
-Trece años es mucho tiempo. Creo que hubo una gestión inicial de Spahn que se puede rescatar, luego hubo una etapa intermedia en la que no se supo bien qué era lo que quería y ahora decididamente entiendo que Unión está necesitando un cambio. Hoy Unión está en el tapete, no por los logros sino por cuestiones que son vergonzantes como estos hechos que tomaron trascendencia en ámbitos penales. Esto no es lo que el unionista merece. Y repito que la circunstancia de ganar un partido o de clasificar a una copa, no es un logro, no hay que entenderlo como tal.
-¿Qué es lo primero que pretende hacer Triunfo Tatengue?
-Recuperar la autoestima y volver a parar a la institución. Hoy, Simonutti es el hombre del presente para ser el conductor del futuro. Es un hombre osado, muy humilde, acepta las críticas, tiene una amplia visión empresarial, ama a Unión y tiene un proyecto claro. Por ejemplo, un plan de obras. No podemos aceptar que porque se acercan las elecciones o hay oposición, se hagan obras. Nosotros sabemos qué hay que hacer con el estadio, en dos años vamos a remodelar todo el sector de Cándido Pujato, tenemos un plan para trasladar al IPEI a avenida Presidente Perón y allí construir una universidad. Hoy, Unión está desprolijo, sucio, abandonado, decadente, con el gas cortado y sin agua caliente en el estadio, sin predio propio para que entrenen los chicos. Todo esto es decadente.
-No vamos a echar a nadie, no venimos a echar a nadie. Pero queremos un Unión grande, sin mentiras al hincha y por fin dejar de tener el Unión del "no se puede"... En Unión no se puede contratar un jugador de jerarquía, no se pueden hacer obras, no se puede lograr que vuelva un jugador porque el que se va no quiere volver... Basta de ese Unión que nunca puede... La única verdad es la realidad y la realidad es esto que estamos hablando.
¿Por qué la deuda es el tema recurrente en Unión?
Porque conforme lo expresa la imputación penal al presidente e integrantes de comisión directiva, el análisis que se hace de las diversas administraciones, tomando varios años hacia atrás, habla de la inconsistencia documental de tal acreencia, aparte de ser este tema el hecho fundamental de nuestros cuestionamientos en asambleas. No somos quiénes para "bajar" a nadie de postulación alguna, pero debemos darnos cuenta que la ética manda y que quienes administramos dinero y pasiones ajenas, no podemos mentirle al socio y esto es lo que surge de las imputación penal. Por lo tanto, desde lo ético, deberían dar un paso al costado, definir las cuestiones en la justicia y demostrar a la familia tatengue que se tiene grandeza.
-¿Ves presencia de Unión en los lugares donde se definen cosas?
-No, no la veo en AFA y sus torneos, no la veo en Superliga, y mucho menos en CONMEBOL. Nuestra relevancia perdida se remonta al recuerdo de nuestros referentes mundialistas a los que nunca ubicamos en el sitial que dignamente supieron ganarse en el corazón rojiblanco. Esto vamos a recuperar también, para recrear nuevamente el histórico orgullo rojiblanco. Hoy somos la institución del no se puede, no se pueden contratar jugadores de valía y renombre, no se pueden retener los que tienen relación contractual, no se puede repatriar a un jugador porque nadie quiere volver; en síntesis, no podemos tener un equipo que se acostumbre a pelear por puestos de vanguardia, no podemos saber en cuánto realmente se venden o prestan nuestras figuras; no se pueden ejecutar y cobrar nuestras acreencias; no podemos saber por qué nos cortan el gas o nos quedamos sin agua en los vestuarios; no se puede saber con claridad cuántos socios figuran en los registros respectivos y habilitados además en el padrón electoral; no se puede hablar de los temas fundamentales en las asambleas porque el tema que las ocupa es la situación personal del presidente, ya sea la contínua deuda indocumentada reclamada o su imputación penal. En fin cuestiones todas que insumen tiempo y que conspiran contra el desarrollo y crecimiento de nuestro club. A esto también lo vamos a cambiar si el socio nos acompaña con su voto, porque es la hora del verdadero salto de calidad institucional y deportivo. Simonutti es el hombre del presente y el futuro de Unión.
-¿Por qué se buscan tantos ex jugadores por parte de Triunfo Tatengue?, ¿cómo se va a unificar ese trabajo?
-Hay que recurrir a quiénes fueron parte del orgullo ganado para recuperar el orgullo perdido. Todos los que buscamos han sido figuras e hicieron algo importante por el club. Voy a dar un ejemplo: Eduardo Magnín. ¿Cómo se puede ignorar al hombre que fue moldeando a casi todos los chicos que hoy están en la primera y dando buenos resultados?, ¿o cómo ignorar la pertenencia afectiva de Pepe Castro, Lito Bottaniz, del Choclo Regenhardt, de Luis Abdeneve o el Loco Marzo?