Desde el último partido oficial que jugó Unión hasta antes de recibir a Emelec de Ecuador anoche en el 15 de Abril por la segunda fase de la Copa Sudamericana pasaron 228 días. Fue el 15 de marzo del presente fatídico año signado por la pandemia de Covid-19, la que obligó a suspender el "viejo" torneo denominado Copa de la Superliga, de la que sólo se disputó una fecha, en la cual el Tate empató 1-1 contra Arsenal en el estadio de la avenida.
Luego de aquella igualdad, y respetando la decisión del gobierno nacional, la AFA interrumpió la competencia para cumplir con la cuarentena obligatoria. Hasta el cotejo de anoche, transcurrieron 32 semanas, lo que por pocos días es casi lo mismo que decir ocho meses.
Dado el tiempo que pasó, y haciendo una analogía con los bebés prematuros, los bebés ochomesinos son aquellos que nacen a unas cuantas semanas de cumplir los 9 meses, y se les conoce como "prematuros tardíos", pues han cumplido el tiempo necesario, aunque no ideal, para sobrevivir fuera del vientre de su madre.
Los bebés que nacen ochomesinos tienen una supervivencia superior al 90 por ciento. Como todos los niños prematuros, pueden tener problemas al nacer a los que, aunque en su mayoría no son cuestiones graves, cabe prestar atención. Estos problemas no dependen de que el niño haya nacido sietemesino u ochomesino.
Después de observar los casi 100 minutos que Unión jugó anoche contra este modesto Emelec fue algo parecido. Sin dudas, al elenco del "Vasco" Azconzábal le falta tiempo de maduración. La diferencia entre un equipo y otro fue muy notoria. Por supuesto que era lógico que algo de eso pudiera suceder, pero no de una manera tan evidente.
¿Por qué era lógico? Porque además del largo período sin competencia que tuvo tanto Unión como todos los clubes del fútbol argentino, luego de la renuncia de Leonardo Madelón, el plantel de la avenida estuvo sin entrenador durante cerca de seis meses, hasta la llegada de Juan Manuel Azconzábal.
Tenés que leerUnión tiene siete días para descubrir la vacunaPero no sólo eso, el flamante director técnico debió "armar" prácticamente un equipo nuevo. De los que superaron a Atlético Mineiro en el debut en esta edición de la Sudamericana solamente quedaron (y que fueron titulares anoche) Moyano, Blasi, Corvalán, Cabrera y Troyansky. Los demás se "acoplaron" al plantel junto al "Vasco".
Y por último, Emelec está compitiendo oficialmente desde hace más de dos meses en el campeonato ecuatoriano, tal es así que le lleva 12 partidos oficiales de "ventaja" a Unión, y eso indudablemente muy visible, no tanto desde lo físico, pero sí en lo futbolístico.
Teniendo en cuenta lo expuesto, por consiguiente, se hace muy complicado analizar a Unión en lo táctico y estratégico. No mostró nada de nada, la cuarentena lo trató mal y por lo poco que expuso, pareció un "equipo aislado".
La derrota en su casa más todo lo mencionado lo comprometió muchísimo de cara a la revancha a jugarse el jueves de la semana que viene en Guayaquil. El "Vasco" Azconzábal deberá jugársela para encontrar la victoria que le permita seguir en el certamen continental.
Tendrá que "madurar" las semanas de gestación que le faltan en sólo seis días. El bebé prematuro deberá crecer rápidamente para dar vuelta la historia, y únicamente le queda como prueba el cotejo que significará el debut en la Liga Profesional de Fútbol, el domingo a las 14 ante Arsenal.