Nació en Barranquitas, al que define como "el más grande de todos". Y sus inicios se dieron en San Cristóbal, cuando "no teníamos cancha y jugábamos atrás del Colegio Don Bosco", en un campo de juego que ahora ya no existe. "Viví en Mallorca, en Barcelona, en lugares muy lindos, pero yo me quedo con mi barrio, con Barranquitas", dice con mucho de emoción el Torito Rafael Zuviría, aquél wing izquierdo que compartió plantel en Unión, entre otros, con el Patón Rossi, Juan Pablo Garzón, el Negro Toyé, Sanseverino, el profesor Artucio y el Gringo Scotta, entre otros. Después del descenso en 1970, el Torito se fue a jugar a Argentinos Juniors y allí permaneció un tiempo junto al Beto Tardivo, José Pekerman, Horacio Cordero y Antonino Spilinga, entre otros, con un tal Diego Armando Maradona que deleitaba a propios y extraños haciendo "jueguito" en el entretiempo de los partidos que se jugaban en la cancha de Argentinos. El Torito es un emblema de Barcelona. En el museo del club, está el gol que le hizo al Anderlecht, cuando Barcelona ganó la Recopa de Europa en la década del '70, como uno de los mejores de la historia del club. Tomó la pelota como marcador lateral izquierdo y fue eludiendo jugadores en diagonal hasta llegar casi hasta el área de enfrente, recorriendo todo el campo de juego y allí definió. Fue el tercer gol, que posibilitó igualar la serie e ir a penales. En Barcelona, las puertas se abren de par en par cuando entra el Torito Zuviría.
-¿Cómo apareció en Barcelona, Torito?
-Lo mío fue raro, yo jugaba en el Santander y me vine de vacaciones a Argentina. Un día, me llama y me dice que viaje con urgencia porque me quería el Barcelona... ¡Pensé que era una broma!... ¡Es mentira!, le dije... Y cuando llegué, me encontré conque era verdad... Todos dicen que el "culpable" fue Cruyff, le hice una marca personal jugando para el Santander y no lo dejé mover. Y él les pidió a los dirigentes del Barsa que me contraten.
-Así que lo anuló a Cruyff. ¿Y a Maradona?
-Cuando él estaba en el Barsa, me tocó marcarlo. Yo lo conocí cuando tenía diez años, él estaba en inferiores de Argentinos Juniors, alcanzaba las pelotas y hacía jueguitos en el entretiempo de los partidos nuestros... ¡Y lo que era ver a Los Cebollitas, por favor!... ¡Diego hacía en Los Cebollitas todas las cosas que le ví hacer a Leo cuando jugaba en las formativas del Barsa!... No lo quería marcar. Pero el técnico me obligó y le tuve que decir que sí.
-Yo jugaba en Mallorca, con Diego no alcancé a compartir el plantel porque Udo Latek, el técnico anterior a su llegada, no me quería, me dieron la carta de libertad y me fui a ese club. Y te digo que el Mallorca me pagó dos veces más de lo que ganaba en el Barsa... Y lo tuve que marcar. "Si no lo marcás, no jugás el domingo", me dijo el técnico, porque era un amistoso entre semana... Yo no juego y él tampoco, eso fue lo que me propuse... No le pegué... En una jugada me metió un caño y le dije: No me tires más porque te juro que te corto las dos piernas... "Dejame que juegue", me dijo. Y le dije que no, que tenía una cosa entre el técnico y yo, que no lo iba a dejar...
-¿Qué fue más difícil?, ¿marcar a Maradona o a Cruyff?
-Diego te agarraba la pelota, la ponía entre las piernas y no se la podías sacar... Yo volaba en ese tiempo, tenía mucha velocidad y no lo dejé tocar el balón por ese motivo, porque era muy rápido...
-Hablemos de Messi. ¿Qué se dice en Barcelona?
-Lo que se escucha acá es que Leo se irá porque, si no, el presidente tiene que hipotecar el club por 50 años. La Federación no le da el visto bueno económico y por eso no lo puede contratar.
-¿Y usted qué opina?, ¿será así?
-Como argentino me gustaría que se quede. Falta bastante hasta el 31 de agosto, que es el momento en el que cierra el libro. Veremos si el presidente se anima o no se anima. Acá parecía que Leo se quedaba, dicen que está deprimido. Ojalá que el presidente haga algo raro, lo que sea, para que Leo se quede. El domingo se juega la Copa Joao Gamper... Imagináte la que se puede armar si Leo no está allí... Habrá 3.000 espectadores y seguramente armarán "jaleo". En la puerta del Nou Camp ya hay jaleo, porque Barcelona es Leo.
-¿Cuál es el verdadero problema?
-Económico... Se disparó mucho lo que están ganando los jugadores, es mucho dinero y eso no puede ser. La directiva anterior ha contratado jugadores mediocres a los que le pagó una barbaridad. Cuando la comisión no funciona bien, las cosas no salen bien.
-¿Se imagina la ciudad de Barcelona sin Messi?
-Acá al Leo se lo quiere como un Dios. Acá es todo Leo, la gente grita su nombre y todo se mueve alrededor de él. El mismo presidente ya ha dicho que no sabe de qué manera le dará la despedida para que se vaya contento. Ojalá esto se convierta en una bomba de humo y no pase nada. Acá hay un jaleo tan grande que no te das una idea.
-¿Qué es peor?, ¿el burofax del año pasado o el fair play de este año?
-Esto es peor... El año pasado fue un momento de nervios cuando se fue Suárez al Atlético de Madrid, se le fue su amigo y entonces se enojó. Pero ahora es peor, aparte él ya se había hecho la idea de que se iba a quedar. Le iban a hacer un contrato largo, porque cuando deje de jugar se iba a convertir en una especie de embajador del Barsa, como lo hizo Ronaldinho alguna vez.
-¿Sigue de cerca el fútbol de Santa Fe?
-Me puse contento por lo de Colón, a pesar de que todos saben que yo soy de Unión y jugué en Unión. Lo que pasa es que yo quiero que Santa Fe vaya para arriba. Esto tiene que servir para que Unión lo intente.