(Enviado Especial a Rosario)
El equipo dio un paso atrás en lo individual y colectivo. Por más que se rasque la olla, cuesta encontrar figuras.
(Enviado Especial a Rosario)
A veces, una buena ráfaga -con contundencia- puede justificar un resultado y hasta disimular una actuación opaca en el resto del partido. Esta vez, ese lapso favorable a Unión no le alcanzó. Dos situaciones claras dieron la pauta de la falta de contundencia necesaria para ponerse en ventaja y cambiar la historia. Después, Unión tuvo la pelota pero sin claridad, confundiendo avance con ataque, teniendo más la pelota pero con una escasez evidente de ideas para llegar a un empate del que, francamente, en el segundo tiempo estuvo bastante lejos.
Sin figuras a la vista, Moyano (5) no pudo hacer nada en el gol de Pablo Pérez, porque le picó antes y luego tuvo una buena atajada con un remate cruzado que era complicado.
En defensa, Blasi (4) tuvo algunos problemas con la velocidad de Panchito González o Comba y aportó poco con sus proyecciones. Calderón (6) se las arregló al igual que Portillo (5) para que ni Scocco ni Bravo encuentren espacios y facilidades por el medio, mientras que Corvalán (5) ganó y perdió con la velocidad de los extremos rivales y terminó el partido jugando de central.
En la mitad de la cancha, asoma lo de Roldán (5) por lo hecho en el cierre del primer tiempo como lo poco para rescatar. El equipo careció de juego en el medio, pero cuando encontró la pelota, Roldán provocó que Unión empiece a empujar a Newell's contra su arco. Machuca (4) estuvo desconocido y muy lejos del jugador desequilibrante, agresivo y encarador del partido anterior. Nardoni (4) no le escapó al juego de roce que propuso el rival y fue el que más cerca estuvo del gol en aquélla jugada que salvó Lema, mientras que Gastón González (5) arrancó mal, incómodo y tapado, tampoco lo favoreció cuando pasó a jugar un rato por derecha, pero fue uno de los pocos que intentó siempre.
Arriba, Luna Diale (5) no encontró espacios suficientes pero al menos se movió por todo el frente de ataque y tuvo aire para bajar unos metros cuando Munúa puso a Blandi y terminó con dos "9". Márquez (4) jugó lejos del área por esa tendencia a retroceder en búsqueda de la pelota. Colaboró como siempre en el juego aéreo defensivo pero no pesó en el sector en el que debe gravitar.
Los cambios no aportaron lo suficiente. Vera (5) le dio una variante ofensiva con su proyección por el costado derecho pero sin mucha profundidad. García (4) quedó encerrado y sin espacios ante el trabajo correcto de los centrales locales. Zenón (4) arrancó por izquierda y luego pasó a la derecha pero sin encontrar nunca el partido. Esquivel (4) trató de darle una salida por izquierda pero sin pasar al ataque más allá de un remate desde afuera del área que sacó Macagno al córner y Blandi jugó alrededor de 15 minutos sin mostrar nada, sólo la falta de fútbol que se hace evidente cuando, por ejemplo, erra por cinco metros un pase a un compañero que está a quince metros suyo.
Con 15 minutos a veces alcanza pero no siempre. Unión había entusiasmado en ese cierre del primer tiempo pero quedó en eso. Una "golondrina que no hizo verano" por más que la tardecita rosarina haya calentado el la atmósfera de un partido que dejó muy poquito en todo aspecto para rescatar. Y que, de paso, se perdió.