Un jueves de asambleas y un sábado sin excusas para ganar
Este miércoles, convocados por IGPJ, hubo una extensa reunión para ordenar las asambleas que aprobarán los últimos dos balances. El Kily, después del “champú” del lunes a los jugadores, busca mejorar la cara de su equipo el sábado.
Un jueves de asambleas y un sábado sin excusas para ganar
Con el partido ante Independiente Rivadavia a la vista, Unión vivirá un jueves especial con la realización de la doble asamblea para la aprobación de los balances que cerraron el 2022 y el 2023 y para lo cual se llevó a cabo este miércoles al mediodía una importante reunión que fue convocada por las autoridades de la Inspección General de Personas Jurídicas.
Desde el ente regulador se quiso arbitrar todas las medidas tendientes a que las asambleas se desarrollen en un marco de orden y respeto, tratando de evitar los inconvenientes que hubo en aquella que se celebró en 2022 y que, en definitiva, terminó rechazando la Memoria y Balance del ejercicio 116 que había concluido el 30 de junio de ese año con un superávit de 94 millones de pesos.
Por tal razón, en primera instancia se llevará a cabo la asamblea extraordinaria para el tratamiento del citado balance y luego, una vez concluida, la ordinaria para tratar la Memoria y Balance del ejercicio 117 que concluyó el 30 de junio del año pasado y que tuvo un superávit de 194 millones de pesos.
Al respecto, también desde la comisión directiva se viene trabajando con el fin de arbitrar los medios para que las asambleas se desarrollen dentro de un clima de normalidad y que se permita a todos los sectores que puedan expresarse.
Recordemos que desde los grupos opositores no había, en la última asamblea, unanimidad de criterio con respecto al balance. En todos los casos, el punto en cuestión era la deuda con el presidente Luis Spahn, quien en su momento mencionó que superaba los 5 millones de dólares y que el año pasado, en una entrevista, admitió que se había reducido a 4 millones aproximadamente.
Esa deuda figura en el balance, pero en pesos y a valores históricos. Está en un rubro que se denomina deudas financieras y que asciende a 70 millones de pesos, diferente a la deuda con su hija Paula, que está dolarizada y así se expresa en el balance.
El por qué no está dolarizada la deuda es porque no es una deuda exigible y ya se había establecido en una asamblea en 2014 que el presidente iba a achicar la misma optando por porcentaje de venta de plateas o porcentaje de venta de jugadores. También confirmó que hace tiempo que no ha realizado retiros de dinero.
Estos temas han sido objetados por los sectores opositores (fundamentalmente Más Unión o Triunfo Tatengue y Glorioso 89). En el caso de Tate campeón o Identidad Unionista, la postura ha sido en la anterior asamblea más moderada y propiciaban la aprobación del balance pero con objeciones, justamente apuntando a la deuda con el presidente.
En el encuentro con IGPJ asistieron, entre otros, el propio Luis Spahn junto a Rafael Pérez del Viso y varios dirigentes opositores, como Rodrigo Villarreal, Guillermo Sabena, Luis Rodríguez Peragallo, Leonardo Biaggini, Bernardo Castiglione, Coco González, Ayrton Segovia, Adrián Cornaglia, Facundo Corti, Adrián Salas y Julián Nuñez.
En lo referido a lo estrictamente deportivo, Unión espera por Independiente Rivadavia, que tiene 6 puntos al igual que el Tate pero viene en caída y la estabilidad de Rodolfo De Paoli en veremos. Será otro partido, al igual que el de Platense, donde los puntos en disputa son sumamente importantes por tratarse de equipos que pelean en la zona de abajo, donde Unión se debate con los recién ascendidos, Central Córdoba y Sarmiento de Junín, entre otros. Falta mucho, pero esa tabla de promedios es la que hoy se observa con marcada preocupación.
Se esperará la evolución de Miguel Torrén, que se fue lesionado en la parte posterior de una de sus piernas. Su reemplazante natural es Franco Pardo, que ingresó el lunes en su lugar, pero habrá que esperar si el Kily no experimenta algún cambio de esquema y aprovecha esta coyuntura para agregar un volante a la mitad de la cancha.
El resto de los jugadores está a disposición, aunque el rendimiento frente a Platense dejó muchísima preocupación en todos, empezando por su propio técnico. “Jugamos horrible”, dijo Cristian González, que antes de hablar con la prensa (ya casi en los primeros minutos del martes), tuvo una charla muy dura con los jugadores en el vestuario rojiblanco, inclusive haciendo salir a utileros, médicos y dirigentes. Ellos solos: el técnico y los futbolistas. Cuentan que “no voló una mosca” y que todos escucharon atentamente a un Kily González que otra vez ante Platense, como pasó el año pasado pero en Vicente López, se fue muy enojado y disconforme con su equipo.
Evidentemente, nada de lo que se planificó y lo que se entrenó, pudo salir. Pero aparte, lo que llamó mucho la atención fue la impotencia, el estado de ansiedad y las imprecisiones que llevaron a Unión a jugar realmente mal. Y por momentos muy mal.
Por otro lado, este jueves desde las 17, en City Bell, el equipo de reserva que dirige Nicolás Vazzoler se enfrentará con Estudiantes de La Plata. La particularidad –destacable por cierto- es que el plantel viajó este miércoles a La Plata, concentró en un hotel y así llegará a la disputa de este encuentro por la Copa Proyección que será dirigido por Iván Mastroieni.