Un par de apuntes previos antes de meternos en tema:
Los tres goles se gestaron por allí. El primer tiempo de Esquivel fue notable, Castrillón fue decisivo y a ellos se sumó Gallegos como un gran laburante.
Un par de apuntes previos antes de meternos en tema:
• 1) Fue un partidazo.
• 2) “Campañón” de los habitualmente suplentes (ganaron tres partidos seguidos en lo que es la mejor serie con Munúa de DT).
• 3) Enorme recuperación en el nivel de Cañete, jugando, metiendo, corriendo y convirtiendo.
• 4) Apertura del técnico en el libreto, colocando a Calderón para armar una línea de cinco a sabiendas de que se le iba a complicar mucho. Y de hecho que esto pasó y lo pudo aguantar.
• 5) Unión jugó un gran partido, aún con defectos y con situaciones apremiantes en el segundo tiempo que obligaron a intervenciones salvadoras de Moyano.
Dicho esto, la sociedad que Munúa logró armar por el costado izquierdo fue extraordinaria durante todo el partido. Y decisiva. Lucas Esquivel tiene apenas 20 años, nació futbolísticamente en Pucará y tiene un puñado de partidos en Primera. No tiene techo este chico. Conjuga fuerza, buen pie y decisión cuando se proyecta al ataque. Tiene buen físico y eso lo ayuda. Participó en los dos primeros goles siendo marcador de punta. Es un enorme mérito. Munúa le da libertad absoluta, como la tiene Corvalán cuando el técnico uruguayo mete a los titulares. Se contuvo en el segundo tiempo. Obligado por un Banfield que se fue al ataque y lo obligó a quedarse más retenido. Debe mejorar, tiene tiempo para aprender y perfeccionarse. Pero cada vez que juega, no sólo cumple, sino que muestra progresos evidentes.
¿Cuáles fueron los “socios” de Esquivel?, Castrillón, que hizo un gol entrando por el medio y le metió un centro magnífico a Cañete en el tercero. Gran partido del colombiano, de interesantes movimientos e inteligente para ocupar la posición por el medio cuando el otro “socio” en el primer tiempo –Gallegos- se tiraba también por el costado izquierdo.
Unión hizo todo bien por izquierda, con jugadores que hoy no están en la consideración principal del técnico pero ya están, al menos dos de ellos, para pelear la titularidad: Esquivel y Castrillón. Gallegos jugó, desde lo táctico, un muy buen partido. Sus movimientos fueron impredecibles para los centrales, peleó todas las pelotas con una gran entrega física y esos espacios que abrió por el medio fueron muy bien aprovechados por los dos volantes laterales que definieron como si fueran “9”, Castrillón y el Pajarito Juárez, quien hizo un gol pero debió hacer dos, porque desperdició una oportunidad increíble.
Esto es trabajo. Y lo bueno es que lo hicieron los habitualmente suplentes, lo que nos lleva a rectificar un concepto. Se pensó en algún momento que Unión tenía 15 o 16 jugadores para que Munúa elija a los 11 titulares y que los otros estaban por debajo. La realidad indica que el “muletto” se hace ver y sentir. Y está “bancando” la parada en el torneo local, donde la campaña de Unión empieza a tomar color.