Ante Banfield, el equipo de Munúa hizo más y asumió una iniciativa en el trámite que no pudo reflejar en el resultado. Es un problema que arrastra desde el año pasado.
Siempre se ve con buenos ojos un empate de visitante, pero a Unión le quedó chico el resultado del lunes en Banfield y hay una sola explicación: es un equipo que busca, que construye, que insinúa pero, lamentablemente, no concreta. Y a partir de su ineficacia, nacen las dudas y se desvanecen las expectativas que sólo tienen sustento a partir de los buenos resultados, que son los que marcan tendencia en la tabla de posiciones.
Entre el torneo pasado y este partido inicial del 2023, tomando como punto de partida aquel encuentro en La Paternal ante Argentinos Juniors (fue derrota cuando el equipo venía bien y posicionado arriba en la tabla), Unión jugó 17 partidos, en los cuales hubo 10 de ellos en los que no pudo convertir goles y apenas cosechó 8 en ese largo tramo. Muy poco, sin dudas y no compatible con lo que supo generar en el juego, a veces perdiendo en el trámite pero generando una buena cantidad de situaciones de gol frente al arco rival, no correspondidas o no concretadas de la manera correcta.
Más allá de que la principal responsabilidad recae en los delanteros, la falla es general y necesita encontrar una urgente solución. Se ha convertido en un problema. En un gran problema que le hizo perder muchos puntos y también la confianza. Se puede hacer una defensa a ultranza de las formas y la actitud, pero cuando eso no se traslada a la red rival y, por ende, al resultado de un partido, se convierte en un desperdicio y un esfuerzo estéril.
Las chances de Marabel, las de Luna Diale y esa última de Domina, son un exacto reflejo de lo que se dice y también de lo que fue el partido. Unión fue más que Banfield en todo (juego y situaciones de gol), pero el resultado final fue el empate. Y cuando esto pasa, inevitablemente se tiene una clara sensación de cosa perdida más que ganada, por más que ocurra como visitante.
Esto recién empieza, pero como dijimos en el comentario del partido, lo preocupante es la reiteración de viejos vicios, los cuales también se observaron en la pretemporada. Si Unión fuese un equipo mezquino o defensivo, se podría entender; pero la idea futbolística de Munúa está muy alejada de las especulaciones o el "chiquitaje" a la hora de buscar el protagonismo.
En cancha de Banfield armó un mediocampo sin jugadores netos de marca, puso a Cañete, Roldán y Luna Diale para que ganen el medio y manejen la pelota, metió a tres delanteros arriba y cuando hizo los cambios, nunca dio otra imagen que la de buscar el arco rival. Zenón, Vecino y Domina son jugadores de ataque, no cambió el esquema y lo intentó hasta el final. Eso es muy bueno, elogiable y rescatable. Pero a esa idea, que los jugadores asimilan y llevan a la práctica, hay que agregarle gol.
Cuando se fue Gastón González, se pensaba en cuánto incidiría su ausencia. Sin embargo, entre la llegada de Castrillón y la aparición de Zenón se encargaron de que su nombre no repiquetee de manera constante. Si bien recién se ha jugado un solo partido, ahora se fueron Portillo y Nardoni, dos jugadores que no pasaban desapercibidos en el mediocampo. Y hoy no se habla de estas ausencias, todavía sin haber debutado Yeison Gordillo y con un Luciano Aued que apenas jugó un puñado de minutos en Buenos Aires.
Es decir, Munúa se las rebuscó para que el "mal de ausencias" no se haga notorio. Con Gastón González ocurrió, con los otros dos habrá que esperar, pero al menos el primer partido dejó signos positivos de que también pasará lo mismo.
La cuestión pasa por la definición. ¿Será Vecino?, ¿mejorará la puntería Marabel?, ¿volverá a pasar lo del torneo pasado, cuando Unión (en los tiempos que el equipo convertía) tenía un abanico de jugadores que llegaban al gol? Siempre los equipos tienen a uno (o dos) que se destacan por encima del resto. Unión no los ha tenido en el año pasado. Apostó a Ramos y a Alvez, que llegaron al club con la friolera de más de 300 goles entre ambos en su carrera, pero en Santa Fe estuvieron muy lejos de demostrar, aunque sea mínimamente, esa supuesta capacidad de gol. Y el equipo lo sufrió.
La principal búsqueda hasta el cierre del libro de pases, apunta a un marcador central zurdo. Corvalán cumple y Esquivel, de buen partido en cancha de Banfield, es un jugador en franco crecimiento que no aparenta haber llegado a su techo. Si sigue Agüero, más Piris, Calderón y los chicos de abajo, hay material. Y si llega el central zurdo, mejor todavía.
La cuestión está arriba, donde Unión muestra su inexpresividad y falta de contundencia, más allá de que juegue mejor que el rival y no escatime en sumar gente cada vez que avanza. Sería bueno que a ese "avance" lo convierta en un "ataque". Y si es contundente, mejor.
Cañete
Al cierre de nuestra edición se esperaban los resultados de los estudios a Ezequiel Cañete, el volante rojiblanco que se retiró con una fuerte dolencia en su rodilla derecha (que no es la operada de ligamentos cruzados) en el partido del lunes. Iban 40 minutos del primer tiempo cuando el volante, que estaba haciendo un buen partido, tuvo que abandonar el campo de juego.
De mayor a menor. Imanol Machuca jugó un buen primer tiempo; en el segundo lució fatigado y Munúa decidió su reemplazo. Matías Nápoli
¿Por qué no habló Munúa?
No es habitual que Gustavo Munúa no hable luego de un partido y mucho menos tratándose de una primera fecha, de visitante, con un empate que pudo ser victoria pero que dejó aspectos positivos, sobre todo en el juego.
El entrenador rojiblanco no llevó a cabo la habitual conferencia de prensa post partido, salió del vestuario y se subió al micro. De los futbolistas, fueron pocos los que hablaron. Claudio Corvalán, el capitán, dijo que "nos vamos muy conformes, jugamos bien y debimos ganar".
Pero volviendo al entrenador, una de las cuestiones es que todavía no ha firmado su contrato profesional con la institución, que finalizó el 31 de diciembre y debe renovarse.
Crédito: Matías Nápoli
Se estima que no hay inconvenientes y que se trata de una formalidad. Tampoco se puede asegurar que ese haya sido el motivo por el cual Munúa no habló, algo que casi nunca dejó de hacer luego de cada partido y sea cuál fuere el resultado, pero la decisión fue sorpresiva, sobre todo tratándose de un primer partido y en el que se logró empatar de visitante.
Tampoco se puede soslayar la situación que se planteó con la secretaría técnica en los últimos días y que, seguramente, iba a dar lugar a que se le hagan preguntas al técnico respecto de cómo está su relación con dicho estamento y que el no haya querido exponerse a contestar sobre ese tema.
De todos modos, al retirarse de la cancha de Banfield dejó entrever que durante la semana va a hablar y quizás lo haga el viernes, pues el domingo su equipo recibirá la visita de Instituto en el 15 de Abril, a las 21.30.
Programación LPF
Fecha 2
Viernes
20 Newell's-Vélez, Fernando Espinoza /// Tigre-Central, Hernán Mastrángelo.
Sábado
17 Arsenal-Estudiantes, Leandro Rey Hilfer /// Sarmiento-B. Central, Pablo Dóvalo.
19.15 Belgrano-River, Yael Falcón Pérez.
21.30 Lanús-San Lorenzo, Facundo Tello /// Argentinos-Racing, Fernando Echenique.
Domingo
17 Independiente-Platense, Darío Herrera.
19.15 Boca-C. Córdoba, Andrés Merlos.
21.30 Unión-Instituto, Jorge Baliño /// Godoy Cruz-Colón, Luis Lobo Medina /// Atl. Tucumán-Talleres, Maximiliano Ramírez.
Lunes
20 Gimnasia-Def. y Justicia, Germán Delfino /// Huracán-Banfield, Pablo Echavarría.