El partido lo abrió la visita a los 8 minutos de la primera parte por intermedio de Juan Meli, con un remate de afuera del área que sorprendió al arquero Thiago Cardozo. Sin embargo, el Tatengue reclamó offside por la posición del delantero José Florentín por entender que obstaculizó la visión del guardameta local.
El protocolo del VAR estipula como única situación en la que no hay un hecho factual "cuando se produce un fuera de juego por una interferencia por jugar el balón o por sacar ventaja de su posición", publica El Gráfico.
La jugada del gol de Central Córdoba es una interferencia en el adversario (arquero) y de resolución subjetiva, por lo tanto, debieron llamarlo para que Herrera la juzgue en la pantalla, salvo que el árbitro en el diálogo con la cabina le haya manifestado que vio la jugada clara y que no hubo interferencia. Esta última hipótesis sin la publicación de los audios es algo que no se podrá confirmar.