La "cargadita" semana de Unión: Copa Argentina y el llamado de Spahn
Luego del empate en Mendoza, viene el compromiso con Almagro en San Nicolás y la espera de la prometida convocatoria del presidente a las agrupaciones opositoras, que debería hacerse para los próximos días.
La "cargadita" semana de Unión: Copa Argentina y el llamado de Spahn
"No es fácil jugar por el descenso. En el primer tiempo no hicimos nada bien, no nos sentimos identificados para nada con lo que se hizo en esos 45 minutos, la charla del entretiempo nos hizo cambiar sustancialmente para afrontar el segundo y ahí fue otra cosa", dijo Claudio Corvalán en la charla con El Litoral luego del partido. Realista y contundente. Hoy Unión, siendo el último en la tabla anual y apenas 6 puntos por encima del penúltimo de los promedios (Sarmiento) con la misma cantidad de partidos, no puede pensar en otra cosa que no sea la de mantener la categoría. Cuesta decirlo, pero es lo que hay. Todavía falta mucho, pero la principal urgencia de Unión es la de empezar a ganar partidos. Y la falta de gol (es el equipo con menor cantidad de goles a favor del torneo) es una de las respuestas a esa orfandad casi total de victorias. Pero no es la única.
En medio de esta situación que se ha tornado sumamente delicada y requiere una total atención por parte de la dirigencia, hay dos cuestiones que "llenarán la semana" en Unión:
* 1) El partido de este martes a las 20.05 por Copa Argentina ante Almagro. Méndez dijo que "para mí no hay titulares ni suplentes, van a jugar los que mejor estén" y así afrontará este partido, que tiene que ser asumido como una buena posibilidad de encontrar una "medicina" para lograr el cambio de semblante. Una derrota y eliminación de la Copa Argentina agravaría el cuadro de situación y Unión no está para esos "lujos". Acompañado por un buen marco de público, con total garantía, hay que lograr un triunfo que hoy es tan necesario como el agua para vivir.
* 2) La esperada, anunciada y prometida convocatoria del presidente, Luis Spahn, a las agrupaciones para aunar esfuerzos e ir encontrando soluciones a los no pocos problemas (deportivos y no deportivos) que debe afrontar la institución. Este encuentro podría llevarse a cabo entre jueves y viernes, pero aún no se había oficializado día y hora concretos.
El viaje a Mendoza dejó una enseñanza muy clara respecto de la manera en que se deben encarar los partidos. El Unión atado, sometido y que jugó con desconfianza e imprecisión el primer tiempo, dio lugar a un equipo que arriesgó, que levantó su moral, agilizó sus piernas y terminó dando una imagen hasta más convincente que la de el rival. No le alcanzó, porque a este equipo le cuesta "un Perú y medio" hacer un gol, situación que tendrá que analizarse muy bien (con lo que hay y con lo que puede llegar a venir) para encontrar soluciones que hoy no saltan a la vista.
Convivir con esa presión de jugar por no descender, tal como lo dijo su capitán, será clave de aquí al futuro. Y a esa presión, que naturalmente no es la misma que la de jugar por ganar un campeonato o entrar en una copa, hay que desafiarla desde lo mental, sin miedos y sin ataduras. Después, los resultados serán fundamentales, pues si llegan las victorias, el ánimo levantará de inmediato.
"En la situación que estamos, no podemos jugar como lo hicimos en el primer tiempo", dijo el técnico. Lavado de cabeza mediante, el equipo salió a jugar de otra manera el segundo tiempo. Hay jugadores que supieron marcar el camino, como Roldán y Machuca. Otros que se sumaron poniendo mucho esfuerzo, como Vera, Calderón y Zenón. Y otros que necesitan mejorar. El tema de los delanteros es un gran problema. Vecino y Marabel no aportan nada, empezando por goles. Dómina está lesionado, pero tirarle toda la responsabilidad con su poca experiencia, sería demasiado. Es el puesto a reforzar cuando se abra el libro de pases, Unión levante la inhibición y pueda traer alguien que dé las soluciones necesarias. Hoy, como está planteada la situación, en Unión hasta piensan en el retorno de Troyansky (a préstamo hasta mitad de año en Lanús) y en convencer a algún jugador con buenas condiciones pero sin lugar en su club, como algunas de las opciones para mejorar una muy magra producción ofensiva.