Unión: le cuesta hacer goles y no le queda otra que ganar
Hace siete partidos que los delanteros no convierten. Márquez casi no juega, García perdió eficacia, Insaurralde ingresó el otro día pero estuvo lejos del arco y el volante con más gol, Cañete, estuvo afuera ante Independiente.
Unión: le cuesta hacer goles y no le queda otra que ganar
Después de Sarmiento, en su grupo, Unión es el equipo con menor cantidad de goles a favor en esta Copa. Y eso también ha conspirado contra sus posibilidades. Si se suma a los equipos de la otra zona, Platense y Argentinos Juniors son los otros que han gritado goles en menos de 10 oportunidades. Y volviendo al promedio de Unión, sólo 10 goles en 11 partidos, un promedio de menos de un gol por partido y además, una sequía importante de los delanteros. El último lo hizo Juan Manuel García contra Patronato, en la cuarta fecha. A partir de allí, fueron siete partidos en los que Unión convirtió sólo tres goles y fueron de volantes o defensores: Cañete contra Gimnasia, Calderón contra Vélez y Peñailillo contra Boca. Y de ellos, el único que sirvió para ganar, fue el de Peñailillo.
No se puede enojar el técnico cuando se dice que Unión fue un equipo "tibio" contra Independiente. Quizás confunda o malinterprete el término. No se habla de tibieza a la hora de la entrega sino de tibieza a la hora de mostrar agresividad y ambición para ganar los partidos. A veces lo intentó y no le salió, en otras lo hizo bien (ante Boca por ejemplo, sobre todo en el segundo tiempo) y hubo partidos, como los últimos dos, en los que el equipo mostró confusión o incapacidad.
Para ir a ganar a Varela, Unión necesita que se despierten los de arriba. Necesita goles. Necesita lo más complicado, lo que no se compra en el "almacén de la esquina" y lo que inevitablemente depende mucho del aporte individual. El aspecto colectivo ayuda para que se generen situaciones, pero a la hora de meterla tiene que aparecer la impronta exclusiva de los jugadores. Y acá es donde Unión se tiene que despertar. Esto de convertir goles pertenece a un grupo demasiado selecto en Unión. Lo aportaron en mayor medida García y Cañete. El delantero vino como alternativa de Márquez (una de las primeras contrataciones y que llegó con más chapa de goleador) y el otro fue dejado en el banco por Azconzábal contra Independiente. Y punto y aparte a la hora de hablar de eficacia en el arco de enfrente. Es un déficit, peligroso por donde se lo mire porque está directamente ligado a la posibilidad de ganar o no un partido. Sin goles, no se puede. Está demasiado claro.
El técnico dijo que luego de una labor muy floja, tenía que sacudir al equipo, hacerlo reaccionar. Hay jugadores que se quedaron afuera y que, más allá de alguna buena actuación esporádica (por ejemplo, el muy buen partido de Nani contra Boca), no habían hecho demasiado para ser considerados titulares. Pero así como no se entendía la salida de Acevedo y Vera en la práctica de fútbol de la semana, previo a Independiente, y ambos finalmente jugaron, no se entiende mucho que Cañete haya sido uno de los "sacrificados" por Azconzábal para la búsqueda de los tres puntos en un encuentro tan importante como el que se jugó ante Independiente.
Ya es "tarde para lágrimas" pero a las pruebas nos remitimos cuando señalábamos la importancia de ganarle a Independiente: 1) es un rival directo; 2) el triunfo lo habría dejado entre los cuatro primeros otra vez; 3) Unión pasaba a depender de sí mismo; 4) era el último partido como local. Ahora tiene que ir a conseguir lo que no logró hasta ahora, en canchas ajenas y dependiendo de un resultado positivo en el clásico, siempre un partido que genera una presión extra. A priori, parece imperiosa la necesidad de sumar los 6 puntos en juego. Aún así, dependerá de resultados ajenos, pero con mayores posibilidades. Con menos, se le va a complicar. Y mucho.
Azconzábal dijo después del partido que Unión seguía con chances, pero está claro que ya no dependiendo de sí mismo. Hasta ganando los dos partidos podría quedar afuera. Por eso era tan importante la victoria ante Independiente, porque significaba superar a ese rival (lo propio habría ocurrido con Lanús por su derrota ante Vélez) y además iba a quedar más a tiro de Talleres. Hoy, la realidad indica que son 4 puntos la diferencia con Talleres y Boca, más Vélez que está clasificado y los "cañones" apuntando a Independiente, que es el que está más a mano. Pero el primero que tiene que ayudarse es Unión. Y poco lo hizo en estas últimas fechas. ¿Podrá en las dos que faltan?