La comisión directiva de Unión confirmó la contratación de Cristian González como entrenador rojiblanco, en reemplazo de Sebastián Méndez y el “Kily” se hará cargo del plantel profesional este miércoles, con lo que hay grandes chances de que debute el viernes contra Atlético Tucumán.
La reunión decisiva tuvo lugar en Casasol y el “Kily” ya tiene conformado su cuerpo técnico, que estará integrado por los entrenadores asistentes Tomas Costa y Ricardo Dealberto. Los preparadores físicos serán Damián Hernández y Diego Rousse, en tanto que Rodrigo Llinas continuará como entrenador de arqueros.
El “Kily” tiene 48 años y su carrera como jugador contempló el debut en Rosario Central y un paso por Boca (jugó con Maradona), el fútbol español (Zaragoza y Valencia), Inter de Italia y el retorno al país para militar en San Lorenzo.
Como entrenador, sólo dirigió a Rosario Central entre 2020 y 2022. En ese lapso, estuvo al frente en 68 partidos, ganó 25, empató 14 y perdió 29, sacando el 43 por ciento de efectividad en el club "canalla".
Cristian González se destacó, en ese paso por Rosario Central, en darle muchas oportunidades a los más jóvenes y por mirar hacia abajo, a fin de rescatar figuras de las divisiones inferiores.
Cristian "Kily" González, toda una referencia de Rosario Central como futbolista y luego como entrenador.
Se buscó en Unión a un entrenador que lleve adelante ese trabajo, además de tener en cuenta las características del plantel profesional que, por ejemplo, el sábado contó con 6 jugadores titulares surgidos de las inferiores.
La idea de la dirigencia rojiblanca era no estirar demasiado el tiempo de negociaciones, por eso se apuntó rápidamente a dos o tres técnicos que consideraban potable para reemplazar a Sebastián Méndez, luego de su polémica, criticada y desconsiderada salida de la institución, para dirigir a Vélez.
Como jugador, el Kily integró la selección nacional en el Mundial de Corea y Japón en 2002, en dos ediciones de Copa América (1999 y 2004, cuando Argentina fue subcampeón) y fue medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Grecia en 2004, de la mano de Marcelo Bielsa.