El Litoral
La última imagen del equipo ante su gente fue óptima, pero luego desentonó por completo cuando visitó a Rosario Central.
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Lo ideal sería volver a tener ese nivel de excepción que se tuvo ante Racing. Pero si esto se complica o resulta imposible, al menos conseguir acercarse y que no haya tanta diferencia entre un partido y otro, como ocurrió con esa producción para el olvido del sábado pasado ante Rosario Central.
Unión pasó de jugar muy bien a hacerlo mal. Sin sorpresa, sin fútbol, sin claridad e impotente, el equipo de Madelón fue una sombra del que había brillado seis días antes en Santa Fe frente a Racing. Los intérpretes fueron los mismos, más allá de que la salida prematura de Lucas Gamba por la torpe y vehemente acción del colombiano Cabezas, terminó desfigurando la idea táctica ya que el ingreso del Droopy Gómez no fue como punta neto, sino que retrocedió para hacerse de la pelota.
Madelón sabe que el Droopy es una carta de juego importante. Pero también sabe —y lo dijo en el post partido— que debe ser positivo para el juego del equipo. No sólo sus compañeros se tienen que adaptar, sino también él a lo que ha sido una estructura colectiva que le ha rendido y lo llevó a ser un animador de la Superliga, más allá de la derrota del sábado y de un repliegue en la tabla de posiciones.
Con el Droopy Gómez había dos alternativas: 1) ponerlo suelto para que juegue; 2) volcarlo a la izquierda y que Fragapane vaya de punta. Madelón, aparentemente, se inclinará por la primera de las variantes, con lo cuál no tocará el mediocampo. O sea que el equipo se parará igual que en Rosario, desde el momento en que salió el mendocino Gamba.
La otra modificación será en el fondo, porque Jonathan Bottinelli llegó a las cinco amarillas. También acá había una duda, porque si bien es cierto el reemplazante natural en el centro de la defensa es Brian Blasi, quien viene yendo al banco y jugó cuando faltó Gómez Andrade ante Patronato, también es verdad que Madelón parece confiar más en Mariano Gómez para que juegue de “6”, o sea como segundo marcador central.
El juvenil, de tan sólo 19 años recién cumplidos, tiene una figura espigada y también le tocó entrar en ese encuentro ante Patronato, en el cuál no desentonó. Es una de las apariciones más importantes de los últimos tiempos en inferiores y muchos en Unión gastaban a cuenta de su inclusión en el equipo en cualquier momento. Pues parece que llegó esa oportunidad y el pibe tendrá la responsabilidad de que la ausencia de Bottinelli no se sienta tanto, cosa bastante complicada teniendo en cuenta la incidencia que tiene el experimentado zaguero, fundamentalmente por su voz de mando y la capacidad para salir jugando desde el fondo.
De más está decir que la situación de Arsenal es complicadísima, al punto tal que es el peor equipo del torneo, con apenas 6 puntos y sólo una victoria en 14 partidos. Pero lo que más preocupa es la situación en la tabla de promedios, donde está penúltimo. Ahí, Arsenal está 19 puntos por debajo de Tigre, que es el último que se salva y que divide por la misma cantidad de partidos que el equipo de Sarandí. Quedan 13 fechas y teniendo en cuenta la pobrísima campaña, resulta imposible pensar en que se podrá descontar semejante diferencia.
Y si todo esto no sirve para reflejar la muy mala campaña del equipo de Sarandí (que se ha caído a pique desde la muerte de Julio Grondona), basta con decir que sólo ha convertido 7 goles en 14 partidos, cifra elocuente y que habla por sí misma de la ineficacia de este rival que tendrá el Tate en el 15 de Abril.
Viajeros
Este es el listado de jugadores de Arsenal que viajaron a Santa Fe: Maximiliano Velazco, Marcos Curado, Claudio Corvalán, Sergio Velázquez, David Drocco, Facundo Monteseirín, Emiliano Purita, Gonzalo González, Diego Chaves, Rodrigo Pollero, Gonzalo Gómez, Gabriel Alanís, Pablo Santillo, Lucas Wílchez, Alejo Antilef, Federico Milo, Sebastián Lomónaco, Facundo Quintana y Facundo Cardozo.