(Enviado Especial a Buenos Aires)
El entrenador tatengue vivió un día de emociones. La operación de su madre, la satisfacción por la actuación del equipo y el inocultable fastidio por lo que pasó con las inhibiciones.
(Enviado Especial a Buenos Aires)
Pasó por todos los estados de ánimo el Kily. Se le notaba el orgullo y la alegría por la victoria y la respuesta del equipo; la tristeza cuando le tocó hablar de su madre (que fue operada y lo mantuvo en vilo) y el enojo con mezcla de fastidio y reclamo cuando le preguntamos por la demora en el levantamiento de las inhibiciones. Es que estas situaciones, por más que al técnico se le diga que el trámite viene bien y que el final sería el esperado, no lo excluyen de esa alta dosis de angustia e incertidumbre que terminó rodeando el armado del equipo y la planificación futbolística. Y Cristian González aprovechó, ante la pregunta del enviado de El Litoral, para descargarse y decir todo lo que quería decir. Y que no sólo tiene que ver con el hecho puntual de las inhibiciones, sino de la necesidad de convencerse de que Unión está para situarse en otro nivel de expectativas y también de objetivos. Pensar en grande, es lo que dejó entrever el técnico.
* Su opinión del partido: “Vinimos a enfrentar a uno de los mejores rivales del fútbol argentino, que se reforzó con jugadores interesantes. Los primeros 35 minutos fuimos muy superiores. Estoy contento por las formas en que se vinieron a vaciar los chicos. Estuvieron muy concentrados y agresivos. El desafío fue el de animarnos a jugar, para que a ellos les queden los recorridos largos porque tienen muchos jugadores de buen pie en el medio. El segundo tiempo fue más parejo. Es normal que Racing nos iba a empujar y tuvimos situaciones para aumentar”.
* El golazo de Mosqueira: “Uno siempre le pide a los volantes que cuando lleguen a las inmediaciones del área, le peguen al arco sin temores. Se animó, le pegó como le pegó y la clavó donde la clavó. Fue un golazo”.
* La satisfacción por la actuación de Unión: “Salieron muchísimas cosas que planificamos, yo había visto el amistoso que jugó Racing con Lanús y sabía por dónde podíamos lastimarlos. Vivimos el año pasado uno de los peores momentos de la historia del club y no queremos volver a repetir. El gran mérito es de los chicos, que están muy identificados con el club y vino gente que sentido de pertenencia y todos quieren jugar. El escudo de Unión está por encima de todos los jugadores. Y todos saben cómo pienso. El que se cansa, va para afuera porque hay otro que está bien y quiere jugar”.
* El mercado de pases: “Queda una semana, vamos a intentar sumar uno más pero sin cometer locuras. Estoy muy contento con el plantel que tengo. Si se da lo de sumar, mejor. Y si no, estoy conforme”.
* Los lesionados: “Yo pido intensidad y el desgaste es grande. En el caso de Bruno, ví que bajó la intensidad y por eso decidí su reemplazo. Tuvo una sobrecarga y no quise arriesgarlo. En el caso de Torrén, tuvo un pequeño esguince de tobillo producto del estado de la cancha. Tiene la zona inflamada. Ya veremos cómo evoluciona”.
* La última jugada: “Ví un previo empujón de un jugador de Racing a uno nuestro, antes de que haya un penal. Se estaba jugando el descuento y sé que se vivió un momento complicado para los árbitros. Estaba convencido de que se iba a cobrar lo que se cobró”.
* La demora en solucionar las inhibiciones: “Me dio rabia, no iba a permitir que se cometiera un error y lo hablé con los jugadores. A los dirigentes les dije que no se puede estar al límite y que debe existir un vuelco rotundo. Hubiese sido un golpe muy fuerte para todos si los jugadores incorporados no jugaban. Soy el primero en hablar con los dirigentes para que entendamos de que hay que hacerse cargo y hacer las cosas mejor. Reconozco el esfuerzo de traer los jugadores, pero no puedo estar hasta la hora del partido para saber si pueden o no jugar. Eso me rompe las...”.
* El partido de Mauro Pittón: “Lo ví bien, no pudo hacer la pretemporada pero lo ví preparado para este partido y comprometido con el club. Todavía le falta agarrar ritmo, porque viene de una lesión en la rodilla”.
* La elección de Morales como “9”: “Es un jugador que se esfuerza al máximo. El que yo vea que ande mejor, es el que va a jugar. Hoy está Gonzalo por encima del resto”.
* Su propia intensidad: “Tengo que corregir mis actitudes, vivo el fútbol de una manera muy pasional, me vuelvo loco, entro a la cancha, los árbitros me cagan a pedos… Yo quiero eso, un equipo que se entregue al máximo y que compita. No quiero un equipo que juegue a ver qué pasa, sino que pretende un equipo protagonista. Me gustaron los primeros 35 minutos del primer tiempo. Hay que trabajar sobre esa base, sobre lo que hicimos en ese lapso de tiempo”.
* Su problema personal: “En estos últimos días tenía la cabeza en otra cosa porque mi mamá tiene un problema complicado. Mi mamá es una luchadora de la vida, la peleó, está bien gracias a Dios. Los jugadores y los dirigentes estuvieron siempre a mi lado, me apoyaron y yo siempre digo que lo más importante es la familia”.
* El por qué de la demora para levantar la inhibición: “No podemos esperar hasta el límite. Lo único que me dijeron los dirigentes es que el problema fue de papelerío, pero a eso hay que ajustarlo antes. Este es un club muy lindo, sé que hay gente que tira para otro lado pero de a poquito esa gente se va a ir apartando del club porque no la quiere nadie. Yo le tomé cariño a Unión y como cabeza de grupo exijo que se trabaje para estar a la altura, que se invierta lo que haya que invertir y formar un buen equipo. Si otros pudieron, ¿por qué no puede Unión?. Sé que estamos en un país complicado, donde el dinero escasea, pero el fútbol es muy importante para la gente y hay que hacer el esfuerzo. La gente se ilusiona y tenemos que sostener esa ilusión para no defraudar a esa gente que confía. Repito lo que dije antes: no hay nada ni nadie más importante que el escudo de Unión. Eso es lo que hay que defender”.
* La ida de Zenón: “Lo vamos a extrañar e hizo el gol que nos permite estar en esta situación. Le deseo lo mejor porque es alguien a quién he valorado y querido. Hoy hay otros jugadores y me debo a ellos. Repito lo que dije: tenemos que convencernos de que tenemos que competir de igual a igual con cualquier rival, como lo hicimos en este partido ante Racing, que se armó muy bien y para ser protagonista del fútbol argentino”.