Por las fuertes ráfagas de viento que azotaron este domingo por la tarde a la ciudad, se suspendió el partido ente Unión y Lanús, previsto para las 19.30.
El árbitro Fernando Espinoza, al no haber garantías de parte de la seguridad, decidió que no se dispute el encuentro de la fecha 14. Luego hubo cánticos contra la dirigencia y disturbios con la policía.
Por las fuertes ráfagas de viento que azotaron este domingo por la tarde a la ciudad, se suspendió el partido ente Unión y Lanús, previsto para las 19.30.
A pocas horas del inicio, se desprendió una canaleta de una de las plateas del estadio 15 de Abril. Por ende, la seguridad no habilitó las instalaciones para el encuentro.
"El partido fue suspendido debido a fuertes ráfagas de viento que afectaron un sector del estadio. La decisión fue tomada para resguardar la seguridad de los espectadores, planteles y trabajadores", informó el club a través de sus redes sociales.
El árbitro Fernando Espinoza, responsable de impartir justicia ente el equipo de Sebastian Mendez y Frank Kudelka, explicó a los medios por qué tomó la decisión de suspender el encuentro. "No están dadas las garantías por el clima, porque no pueden solucionar por el momento el problema en el techo de la platea", dijo Espinoza.
"Tomamos media hora para ver si se podía solucionar. El problema es que si se corta ese pedazo que está atado, el tirante restante queda libre y hay mucho viento", continuó. "No me dieron las garantías para jugar. Ni municipio, ni bomberos ni (ministerio de) seguridad. Encima la gente de la obra no está", cerró Fernando Espinoza.
La reprogramación del encuentro no podrá llevarse a cabo este lunes 1 de mayo debido a que se celebra el Día del Trabajador, por lo que podría recuperarse en el transcurso de la semana teniendo en cuenta que ninguno de los dos equipos juegan copas internacionales.
Una vez conocida la noticia, un grupo de hinchas se reunió en las inmediaciones de la cancha y cantó contra la dirigencia tatengue. "Que se vayan todos, que no quede ni uno solo", fue uno de los cánticos de los fanáticos tatengues.
La policía disparó balas de goma para disipar a los fanáticos que se quedaron en las adyacencias del estadio para manifestar su malestar contra la comisión directiva del club, último en las posiciones de la Liga Profesional.