Viernes 22.7.2022
/Última actualización 16:35
Que el VAR llegó para quedarse, se ha dicho y se repetirá en el futuro y hasta el hartazgo. Que es una herramienta que intentará evitar las injusticias, también. Y que seguirá motivando polémicas y dobles interpretaciones ante jugadas similares y hasta "calcadas", tampoco tengo dudas.
Unión no recibió los beneficios del VAR el miércoles en el Nuevo Gasómetro. Hubo dos penales que seguramente fueron revisados por Trucco -árbitro VAR en ese partido- pero ninguna de las dos lo motivó lo suficiente para convocar a Nicolás Lamolina -árbitro del partido- para que vaya a revisarlas y decida. La evidencia para todos, no lo fue para el VAR.
Trucco no llamó, ni siquiera para cotejar la decisión final con Lamolina, que es el que tiene la potestad y palabra definitiva para decidir. Si no lo hizo, es porque ignoró las dos cosas. ¿No las vio?, seguro que sí, que las vio. Fueron muy evidentes. El mismo decidió que no eran "cobrables" sin permitirse al menos participar al árbitro del partido para proponerle que tenga la alternativa de ver algo que indudablemente no vio o estimó insuficiente para ser cobrada. El agarrón a Vera provoca la caída del jugador de Unión cuando estaba disputando la pelota con Torrico desde una posición muy ventajosa para llegar al gol. Y la mano se produce en una pelota que iba en dirección hacia un jugador rojiblanco (¿Troyansky?) que llegaba en posición de poder conectarla y convertir. Es decir, jugadas decisivas que podrían haber terminado en otra cosa y se las ignoró.
El resultado termina, de alguna manera, tapando o disminuyendo la gravedad de esos errores, porque Unión no perdió el partido. La mano era totalmente cobrable (y lo dice alguien que sostiene que los árbitros no terminan de ponerse de acuerdo con el tema de las manos adentro del área, porque los criterios son diferentes e inevitablemente entra a "jugar" la interpretación de cada uno). Y el agarrón también, por más que pueda pensarse que no fue suficiente para detener el ímpetu del jugador (discutible, porque Vera cae en esa jugada). Unión terminó empatando el partido y se valorizaron otras cuestiones y virtudes, los jugadores y el propio entrenador se refirieron a las jugadas polémicas pero no las pusieron en el centro de la escena.
Seguramente, Unión hará lo suyo y lo planteará ante quién corresponda. Son situaciones que, con el VAR en vigencia, no pueden soslayarse. Lamolina le dijo a Polenta que a la mano no la vio y puede ser cierto, no se discute. Pero para eso está el VAR, para apoyar al árbitro y marcarle un error o algo que no pudo observar en el fragor de la jugada. Y tampoco el VAR ayudó en este caso para enmendar el error arbitral. Doble falla que no puede ni debe pasar por alto.